Emotiva y realista escenificación del 2 de octubre
Recuerdan la matanza de Tlatelolco en 1968
Las exigencias: transparencia, justicia y no represión
Ampliar la imagen Tragedia, representación teatral para recordar los acontecimientos del 2 de octubre de 1968, fue escenificada ayer en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco Foto: Roberto García
La tarde de ayer, aproximadamente 2 mil estudiantes de diversas escuelas y universidades del país se concentraron en la Plaza de la Tres Culturas de Tlatelolco con mantas que exigían transparencia, justicia y alto a la represión. Lo que parecía un viaje 38 años atrás en el tiempo era el comienzo de una representación teatral del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena de México que, por medio de la actuación, recordó uno de los acontecimientos más trágicos de la historia nacional: la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968.
Dirigidos por María Alicia Martínez Medrano en acto organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, líderes del Consejo Nacional de Huelga, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad Autónoma de México, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de escuelas preparatorias y secundarias; actores de grupos independientes e integrantes del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena de estados como Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas y Morelos reconstruyeron los acontecimientos ocurridos el 2 de octubre para recordar la trascendencia de un movimiento que removió valores sociales y cuestionó ejercicios autoritarios del poder. Dedicada a los líderes, vivos y muertos del movimiento estudiantil, la escenificación adquirió tal grado de realismo que conmovió al numeroso público presente, incluidos los miembros del Comité 68.
La dramatización, dividida en tres actos, comenzó pasadas las cuatro y media de la tarde, y tuvo como hilo conductor el testimonio de Myrtholkeia González Gallardo, quien fue una de las dos maestras de ceremonias del mitin estudiantil de aquel trágico 2 de octubre y condujo la concentración desde el tercer piso del edificio Chihuahua. En 1968 era estudiante de mecánica industrial del Poli, tenía 23 años cuando fue detenida, y después, de hospital en hospital, una enfermera la ayudó a escapar. Tres actrices reprodujeron su voz y fueron narrando la escena de la concentración en la plaza desde que llegaron los estudiantes hasta que fue liberada.
Tras el primer acto en que se representó la concentración estudiantil, se desencadenó la escena más dramática. Un helicóptero policial sobrevuela la explanada e inmediatamente el ejército comienza a disparar sobre los manifestantes dejando en la plaza gran número de caídos. La escenificación finalizó con una imagen simbólica, en que los cuerpos yacen sin vida en la plaza y otros actores la recorren con mantas rojas como metáfora de la sangre derramada. Mientras, las palabras de González Gallardo narran su experiencia y todos los estudiantes, en pie de lucha y con la "V" de la victoria, recuerdan que "2 de octubre no se olvida."
Entre el público se encontraba la escritora Elena Poniatowska, quien expresó su emoción ante el realismo de la representación, y señaló que como en el 68 hoy existe otra lucha y es aquella "en la que participa todo el pueblo para validar al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador".
Uno de los textos que aparece en la representación es de Raúl Alvarez Garín, miembro del Comité del 68, quien expresó: "en la actualidad también hay muchos sectores sociales amenazados de represión, como el de los electricistas que se oponen a la privatización de energéticos, o el de de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, y por más esfuerzos que se han hecho todavía no hay garantías de acabar con la represión del estado".
Otros de los presentes fue Félix Hernández Gamundi, quien aseguró que "a 38 años del 2 de octubre hay un enorme pendiente con la justicia. El gobierno de Vicente Fox ha faltado a su palabra de lograr justicia para este caso, y la libertad de Miguel Nazar Haro representa la ratificación de la voluntad que ha tenido este gobierno por proteger la impunidad en vez de tutelar la justicia".