Nuevo revés a la fiscalía para desaparecidos: no pudo acreditar los delitos que le imputaba
Obtiene Nazar Haro libertad absoluta
Las acusaciones contra el ex policía, basadas sólo en testimonios de oídas, determina el juez
Miguel Nazar Haro, quien fue titular de la extinta Dirección Federal de Seguridad, obtuvo ayer su libertad absoluta por los cargos que le pretendió fincar la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), al ser declarado inocente de la desaparición de integrantes del grupo guerrillero de Los Lacandones, cuya presencia en el país tuvo lugar en los años 70.
Entre las acusaciones que la Femospp no pudo acreditarle están el delito de privación ilegal de la libertad, en la modalidad de secuestro, entre otros, de Jesús Piedra Ibarra e Ignacio Salas Obregón, Oseas, dos integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre; también el delito de genocidio por los hechos del 2 de octubre de 1968 y la matanza del 10 de junio de 1971.
Miguel Nazar Haro obtuvo su libertad definitiva al considerarse que no tuvo nada que ver con los hechos ocurridos en noviembre de 1974, en los que se le atribuyó, junto con Alejandro Straffon Arteaga, ex procurador general de Justicia de Hidalgo, haber sido presunto responsable de la privación ilegal de la libertad, en su modalidad de plagio o secuestro, de seis miembros de la brigada campesina de Los Lacandones.
Sin embargo, igual que ocurrió en el caso del capitán Luis de la Barreda Moreno, Nazar Haro fue absuelto debido, según consideraron los jueces del caso, a que el órgano que dirige Ignacio Carrillo Prieto no documentó la participación de éste en los hechos que se le imputaron, por lo que la Femospp perdió todos los procesos que había iniciado contra el ex funcionario no sólo ante jueces de primera instancia, sino también ante tribunales, por lo que ya no tiene ningún recurso jurídico para mantener en prisión domiciliaria el ex policía.
Aunque el ex funcionario será notificado del auto de libertad en las próximas horas por el juzgado 14 de distrito con sede en la ciudad de México (esto a solicitud del juzgado con sede en Monterrey), ya de manera formal desde ayer por la noche el ex titular de la extinta DFS recuperó su libertad y se le iba a retirar en cualquier momento la vigilancia especial que tenían montada por parte de elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) para evitar que se fugara.
De acuerdo con las actuaciones ministeriales, en todos los casos se aludió a que las acusaciones en contra del ex policía sólo fueron testimonios de oídas.
Las principales pruebas contra Nazar, del supuesto delito ocurrido en noviembre de 1974, son los testimonios de diversas personas, entre ellas Gustavo Adolfo Hirales Morán y Juvencio Flores Patiño, quienes aseguraron a la Femospp que vieron a los seis campesinos detenidos en el Campo Militar número uno y escucharon que iban a ser entregados a Nazar Haro.
Los pretendidos hechos delictivos ocurrieron en San Andrés Actopan, Hidalgo, cuando fueron privados de su libertad Andrés Gómez Balanzar, Daniel Tapia Pérez, Eduardo Candelario Villaburo Ibarra, Francisco Javier Coutiño Gordillo, Bartolomé Pérez Hernández y Sebastián Vázquez, durante un operativo a cargo de Tomás Moncada, entonces comandante de la policía judicial del estado.
De acuerdo con la información que se llegó a difundir con la investigación, el grupo de campesinos fue detenido por la policía judicial de ese estado debido a sus actividades clandestinas. El entonces procurador general de Justicia de Hidalgo, Alejandro Straffon, los entregó mediante un oficio, que supuestamente lleva su firma, a Nazar Haro.
Desde hace más de dos años, el ex titular de la DFS permaneció recluido en prisión preventiva en su domicilio de la colonia Las Aguilas, en el Distrito Federal, luego de haber estado varios meses preso en el penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, adonde llegó acusado inicialmente del delito de privación ilegal de la libertad en contra de Jesús Piedra Ibarra, integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Este revés judicial se suma a los que ha recibido el funcionario de la PGR Ignacio Carrillo durante los casi cinco años de labores de la Femospp. El fiscal especial ha perdido en tribunales mexicanos la mayoría de los juicios que inició desde 2003 por asuntos relacionados con desapariciones forzadas y las matanzas del 2 de octubre de 1968 y 10 de junio de 1971.
Además, enfrenta una denuncia penal interpuesta por Nazar Haro, que está en curso en la visitaduría de la PGR, por diversos delitos, entre ellos falsificación de documentos oficiales y dar informes falsos a una autoridad distinta a la judicial.