Réplica de 11 comunicadores de Miami
El pasado 9 de septiembre La Jornada se hizo eco de un reportaje injusto y carente de rigor periodístico, publicado por The Miami Herald un día antes. En esa nota se atacaba a 11 periodistas hispanos por colaborar con una emisora oficial estadunidense, Radio/Tv Martí, encaminada a romper la férrea censura informativa que la dictadura de Fidel Castro les ha impuesto a los cubanos desde hace casi medio siglo.
La Jornada decidió criminalizarnos y sumarse al pelotón de fusilamiento moral en contra nuestra al informar a México que éramos periodistas corruptos, algo que ni The Miami Herald hizo.
La Jornada no se tomó siquiera el trabajo de comprobar que la participación de periodistas independientes en programas de medios oficiales es una práctica habitual en Estados Unidos. Esto ya lo reconoció el propio Herald en su reportaje "Los pagos a periodistas son una práctica común" (14 de septiembre).
Docenas de los más importantes periodistas de este país han colaborado por décadas con medios del Estado, como PBS o la Voz de las Américas, y citamos algunos: Tom DeFrank, jefe del Buró en Washington del New York Daiky News; Georegia Anne Geyer, columnista sindicada en 120 periódicos; Helle Dale, ex directora de opiniones de The Washington Times; Hugo Sidey, de la revista Times, y Haynes Johnson, uno de los más influyentes columnistas de The Washington Post y ganador del premio Pulitzer.
Nos parece un insulto suponer que la honradez de un periodista queda comprometida si el Estado, no el gobierno, le paga por su trabajo. El Estado mexicano les paga su salario a miles de profesores de las universidades públicas que luego escriben cosas muy negativas contra su empleador. ¿Son más honrados los profesores que los periodistas?
La Jornada y sus lectores deben saber que en Estados Unidos las leyes y reglas por las que se guían las estaciones oficiales, entre ellas Radio/Tv Martí, prohíben a los funcionarios del gobierno dictar a los colaboradores independientes lo que deben decir o transmitir. Cualquiera de nosotros puede opinar (y lo hemos hecho) en Radio/TV Martí que el presidente Bush es un gobernante mediocre con poco calado intelectual.
Nuestras colaboraciones con Radio/Tv Martí eran de dominio público. No había nada oculto ni ilegal en ello.
Pero vamos al fondo de la cuestión: el problema real y grave no es un debate abstracto en torno a la objetividad periodística. La verdadera tragedia es que en el corazón de América hay una sociedad tiranizada que lleva casi cincuenta años sometida a un caudillo, a un partido y a una sola voz.
Para quienes desde el exilio podemos defender la libertad, la única opción moralmente válida es prestarles nuestras voces a los demócratas de la oposición interna que se juegan la vida todos los días, muchos de ellos encarcelados por escribir artículos críticos, hasta que Cuba sea libre y nosotros podamos, como los mexicanos, tener partidos diferentes, órganos de opinión distintos, y gozar de los dones de la democracia. Eso lo hacemos a través de Radio/Tv Martí o en cualquier medio que esté dispuesto a abrirnos sus puertas.
Exigimos a La Jornada una disculpa pública.
Y terminamos con una propuesta: dennos un espacio semanal para poder contar al pueblo mexicano los horrores de la dictadura cubana, la persecución que sufre nuestro pueblo y el dolor de las víctimas. No tendrían que pagar nada por esa colaboración. Sería una manera honrada de contribuir a la libertad que tendríamos ustedes y nosotros. El pueblo cubano les estaría eternamente agradecido.
Pablo Alfonso, ex columnista de El Nuevo Herald; Wilfredo Cancio, ex reportero de El Nuevo Herald; Olga Connor, ex columnista de El Nuevo Herald; Carlos Alberto Montaner, escritor y columnista sindicado; Miguel Cossío, director de noticias del Canal (sic); Juan Manuel Cao, presentador de noticias del Canal 41; Helen Aguirre Ferré, directora de opiniones del Diario Las Américas; Ariel Remos, reportero y columnista del Diario Las Américas; Ninoska Pérez-Castellón, locutora de Radio Mambí, Univisión Radio; Paul Crespo, comentarista de WQBA, Univisión Radio, y Omar Claro, ex cronista deportivo del Canal 21, Univisión.