La compra de información, peor que Watergate: Tribunal Electoral de Brasil
Busca Lula contener críticas por supuesto plan para incriminar a opositores políticos
Brasilia, 21 de septiembre. A 10 días de las elecciones presidenciales de Brasil, el mandatario Luiz Inacio Lula da Silva -candidato a la relección por el Partido de los Trabajadores- debió salir hoy en defensa propia para contener las críticas generadas por una denuncia sobre la supuesta compra de documentos que incriminaban a políticos opositores en un caso de corrupción.
La más dura de las críticas fue hecha pública este viernes por el presidente del Tribunal Electoral de Brasil, Marco Aurelio de Mello, quien afirmó que la compra de información por parte de correligionarios de Lula es "mucho peor" que el caso Watergate, la denuncia del espionaje que el presidente estadunidense Richard Nixon ordenó contra dirigentes del Partido Demócrata, en el contexto de la campaña electoral de 1972 en Estados Unidos.
"Aquello fue realmente terrible. Pero ahora lo que tenemos aquí es una base de desvíos de poder", dijo De Mello en una entrevista publicada por el diario Jornal do Brasil, en la que se refirió a la detención de dos militantes del Partido de los Trabajadores que portaban unos 800 mil dólares en efectivo, que supuestamente servirían para pagar documentos que vinculaban al dirigente socialdemócrata José Serra -candidato a la gubernatura del poderoso estado de Sao Paulo- en la compra fraudulenta de vehículos, cuando en los años 90 fue titular del Ministerio de Salud.
El tribunal debe en los próximos días responder a una petición de los socialdemócratas para declarar "inelegible" a Lula, a raíz del escándalo político.
"Quiero que la policía investigue en las entrañas lo que ocurrió en este proceso", dijo el mandatario brasileño, quien es favorito en las encuestas y se distanció de los hechos al asegurar que "mi comportamiento en la política es impecable".
En respuesta a las acusaciones, Lula ordenó depurar su comité de campaña y destituyó en primer lugar al coordinador de los trabajos proselitistas, Ricardo Berzoini.
En las relaciones internacionales, Lula también enfrenta una crisis con Bolivia, después de varios meses de tensa negociación con el gobierno del presidente Evo Morales (del Movimiento al Socialismo), que anunció la semana pasada su decisión de tomar el control financiero de dos refinerías de Petrobras, medida que fue congelada por presiones de Brasilia.
"Le dije al presidente Evo Morales: no puedes mantener una espada en la garganta de Brasil sólo porque tienes gas, porque nosotros podemos poner la espada en tu cabeza puesto que nosotros somos los que compramos tu gas, y si no nos lo vendes a nosotros, veo muy difícil que lo vendas a alguien", afirmó Lula en la entrevista difundida por Globo.
El mandatario hizo estas declaraciones después de que el nuevo ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, anunció el pasado lunes que aplicará todo el rigor del decreto de nacionalización del sector en las negociaciones con petroleras multinacionales, en especial con la estatal brasileña Petrobras, que está amenazada de perder el control de sus dos refinerías en el país altiplánico y sin compensación.
"Petrobras no nos doblará la mano", dijo el lunes Villegas. "Tenemos un comportamiento político de algunos ministros en Bolivia que no se ajusta con la mesa de negociación", afirmó Lula este jueves.