La Máquina llegó a cinco partidos al hilo sin ganar en el torneo
Continúa jettatura del América
La Máquina no pudo sacudirse el dominio esclavizante del América y sumó su noveno partido sin triunfo en el llamado clásico joven, al perder 1-2. Además, la crisis celeste quedó de relieve, ya sin el espejismo del milagroso empate de la jornada anterior, al llegar a cinco juegos sin triunfo.
Los goles del América fueron anotados por José Antonio Castro, al minuto 10, y por Salvador Cabañas, al 78. Cruz Azul acortó con autogol de Ricardo Rojas al 89 de acción. Con este resultado Aguilas llegó a 17 puntos en el grupo tres, mientras los de casa se quedaron con 13 unidades en el primer pelotón.
La afición local llegó al estadio Azul con la esperanza de ver a su equipo levantarse de la lona; sin embargo, el América demostró que le tiene tomada la medida a los cementeros.
Israel López remitió un par de disparos cercanos sobre la meta del juvenil Guillermo Ochoa, pero fue el genio de la revelación americanista, Juan Carlos Mosqueda, el factor que inclinó la balanza hacia el lado de los visitantes con un sorpresivo pase hacia Castro, quien definió de gran forma a pesar del achique del portero, para clavar el esférico por el costado izquierdo de Oscar Pérez.
Aunque la mayoría del público que llenó el coso vestía de azul, el festejo de los americanistas fue ruidoso y colorido, mientras los aficionados de Cruz Azul enmudecieron, peor aún al contemplar el inoperante ataque de los suyos, carente de profundidad y sorpresa.
Ni Núñez ni Chelito; ambos estuvieron bien marcados; el gambetero, el que jugó con picardía y le puso sazón al cotejo fue Mosqueda, bajito de estatura, pero con mucha técnica y velocidad, que encaró hacia la derecha, se sacudió a dos marcadores y cambió de costado ante el grito de "¡ooooole...!" que le tributó el respetable.
Para el complemento el técnico Isaac Mizrahi ingresó a Rogelio Chávez por Beto Rodríguez y a Javier Cámpora por Miguel Sabah. Luis Fernando Tena no tardó en responder y provocó gran estruendo, cual si hubiera caído otro gol de Aguilas, cuando Cuauhtémoc Blanco se despojó de la casaca para calentar e ingresó por Nelson Cuevas al minuto 55.
En el banquillo de la visita, los hermanos Tena, fieles a su estilo, optaron por una sólida defensa, conscientes de que el contragolpe se le complica a La Máquina. Los atacantes celestes generaron arribos con buenas expectativas, impulsados sobre todo por la enjundia de Gerardo Torrado, pero se toparon con un inspirado Memo Ochoa.
Al minuto 71, Ochoa atajó un trallazo de Torrado y cinco minutos después el espigado guardameta se vistió de luces al volar hacia la derecha para desviar con precisión matemática un tiro raso remitido por César Delgado. Inteligente, Ochoa agilizó la salida para el contragolpe, Blanco jaló marca y cedió para Salvador Cabañas, quien clavó el 2-0 al minuto 78.
Más tarde los americanistas protestaron la amonestación para Blanco, quien buscaba un penal al engancharse con Huiqui.
En la agonía, Israel López cobró un tiro directo, su poderoso disparo se estrelló en el travesaño, rebotó en Ricardo Rojas y entró en la meta para el 1-2 final.
Mizrahi aseguró que Ochoa tuvo una gran tarde y fue la figura, y consideró que los goles derivaron de errores infantiles. Se declaró el único responsable de la derrota, "ya no sé si sea un bache, no sé cómo llamarle. En las fechas dobles no nos fue bien".
Luis Fernando Tena dijo estar contento, sobre todo por la cosecha de nueve puntos en una semana; en tanto, Blanco afirmó que estará a plenitud en 15 días.