Usted está aquí: domingo 17 de septiembre de 2006 Capital Policía herido por una bala perdida durante los festejos en el Centro

"Pensé que era una pedrada, hasta que me di cuenta que sangraba"

Policía herido por una bala perdida durante los festejos en el Centro

La lesión fue superficial, gracias a que el disparo fue hecho lejos del lugar: Bátiz

AGUSTIN SALGADO

Ampliar la imagen Angel Velázquez Quintana, el policía preventivo que resultó lesionado, reposa en el hospital, donde será dado de alta en breve Foto: La Jornada

Estaba a punto de irse. La orden de retirada ya se había dado y sólo era cuestión de esperar el transporte que lo trasladaría a su sector de origen. Angel Velázquez Quintana fue asignado a la vigilancia en la esquina de Venustiano Carranza y Eje Central.

"Mi función era hacer presencia para evitar que hubiera disturbios. No revisamos a las personas, nada más era pura presencia. Llegamos a las tres de la tarde y alrededor de las 23:40 horas fue que recibí el impacto", relata el policía herido, en una habitación del hospital Mocel, al que fue trasladado en los primeros minutos de ayer.

En espera del autobús, Velázquez se recargó en una patrulla y se convirtió en blanco de una bala perdida. "Ya nos íbamos a retirar. Nos iban a llevar al sector Oasis para que después nos fuéramos a descansar. Yo me recargué en una de las unidades y de pronto sentí un golpe en el pecho. Pensé que había sido una pedrada, y hasta que me llevé las manos al pecho me di cuenta que estaba sangrando. Todavía en ese momento no me había percatado de que era un impacto de bala".

El agente, de 35 años, de los cuales nueve ha servido a la policía preventiva, acaba de bañarse. Su esposa, Minerva Arizmendi, le ayuda a acomodarse en el camastro. Unos puntos de sutura se observan en la herida, ubicada en el pectoral derecho. El proyectil apenas logró incrustarse en su piel. "El disparo nunca lo escuché. No me percaté de nada, y hasta que me atendieron los paramédicos me enteré que se trataba de un balazo. Nunca perdí el conocimiento", comenta Angel.

Minerva fue avisada por teléfono de lo que había sucedido. "Ni cuenta me di de la hora en que me avisaron. Yo estaba en mi casa, en Zapotitla (delegación Tláhuac), y unos compañeros de mi esposo me trajeron al hospital. Estoy orgullosa de él, pero no me gustaría que siga siendo policía", expresa. Según las primeras indagatorias el proyectil fue disparado al aire en calles aledañas adonde se encontraba el uniformado, y por ello la herida fue superficial.

Por la mañana, el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz Vázquez, estableció al respecto: "Parece ser que se trató de un disparo lejano, a una o dos calles de distancia", por ello se incrustó con muy poca fuerza. Velázquez Quintana nunca antes había recibido un balazo. En sus primeros años de servicio fue adscrito a la Policía Bancaria e Industrial y después ingresó a la preventiva. "A cualquiera le pudo haber tocado. Me tocó a mí, pero estoy bien y los doctores me dijeron que me darán de alta hoy mismo", indica.

 
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