Lamenta que declaraciones suyas parecieran ofensivas

Trata el Papa de calmar irritación de musulmanes

Dignatarios del mundo islámico le exigen disculpas

THE INDEPENDENT, AFP, DPA Y REUTERS

Ciudad del Vaticano, 16 de septiembre. En un intento por calmar la molestia del mundo islámico por las declaraciones del papa Benedicto XVI, pero sin responder a las exigencias de disculpas de dignatarios musulmanes, el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, aseguró que el pontífice "lamenta profundamente que algunos pasajes" de un discurso pronunciado recientemente en la Universidad de Ratisbona, Alemania, "hayan parecido ofensivos para la sensibilidad de los creyentes musulmanes".

El malestar causado por las afirmaciones del Papa ha llegado a tal punto hasta ahora, que se ha puesto en riesgo de cancelación una visita de éste a Turquía -de población mayoritariamente musulmana-, programada para noviembre.

Los reclamos contra Benedicto XVI no sólo han surgido de dignatarios musulmanes de los más diversos puntos del mundo -desde los países árabes e Indonesia hasta Francia y Alemania-, sino que también han llevado al primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a exigir una "corrección inmediata de su error" y al presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, a denunciar la "siniestra tendencia a asociar el terrorismo con el Islam".

El martes pasado, en esa universidad de Baviera, donde impartió clases de teología, el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe dio origen a la controversia al citar un diálogo entre un erudito persa del siglo XVI y el emperador bizantino Manuel II, quien afirmó: "muéstrame lo nuevo que ha traído Mahoma y ahí sólo encontrarás cosas malas e inhumanas, como haber ordenado difundir con la espada la fe que predica".

En reacción a ese discurso, el premier Erdogan aseveró este sábado que "es necesario que él (Benedicto XVI) se retracte de la fea y desafortunada declaración que hizo y pida una disculpa al mundo islámico y a los musulmanes". Cuando se le preguntó si cancelaría su viaje a Turquía, el jefe del gobierno turco respondió llanamente: "no lo sé".

Un alto responsable de los asuntos religiosos de Turquía, que pidió no ser identificado, precisó por su parte que no hay "ningún interés para el mundo musulmán en la visita de una persona con semejantes convicciones sobre el Islam y su profeta".

También en un tono enérgico, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, afirmó que "nuestra estrategia debe claramente oponer las siniestras tendencias a asociar el terrorismo con el Islam y la discriminación en contra de los musulmanes, lo que genera una ominosa alienación entre Occidente y el mundo del Islam".

La asamblea de Pakistán -donde se encuentran las principales escuelas religiosas de los musulmanes- emitió una resolución en la que señaló que "los comentarios peyorativos del Papa sobre la filosofía de la jihad (guerra santa) y sobre el profeta Mahoma han herido los sentimientos del mundo musulmán y corren el peligro de extender la acritud entre las religiones".

El viernes, el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh -miembro del movimiento de resistencia islámica, Hamas-, condenó ante una multitud reunida en ciudad Gaza las declaraciones de Benedicto XVI y lo instó a "cesar ataques" al Islam. Tanto en la franja de Gaza como en Cisjordania -territorios bajo la Autoridad Nacional Palestina-, cinco iglesias fueron atacadas con bombas caseras, a manera de protesta.

Mientras en ciudad del Vaticano la guardia local reforzó las medidas de seguridad, la canciller alemana, la democristiana Angela Merkel, salió en defensa del pontífice al afirmar que "quien critica al Papa desconoce la intención de su discurso, que era invitar al diálogo entre religiones".