Opositores dudan que se concrete la nacionalización
Tras dimisión de ministro, Bolivia reanudará pláticas con petroleras
La Paz, 16 de septiembre. El gobierno boliviano anunció la continuación de las negociaciones con las multinacionales petroleras el lunes tras sortear una grave crisis provocada por la dimisión del ministro de Energía, que en mayo nacionalizó los hidrocarburos, y revertir una resolución que afectó a la brasileña Petrobras.
Las discusiones serán reanudadas el lunes con Andina, filial boliviana de la española-argentina Repsol-YPF, y proseguirán la siguiente semana con la francesa Total y la británica British Gas.
Las negociaciones con Petrobras sobre el contrato de compra-venta de gas, que incluye el rubro de los precios que Bolivia quiere reajustar, serán retomadas el 29 de septiembre, en Santa Cruz, según las autoridades.
Las pláticas acerca de la adecuación de las actividades de producción y refinación al decreto de nacionalización, momentáneamente estancadas por su complejidad, están previstas para el 9 de octubre.
Esta reunión debía realizarse el viernes, pero fue diferida a pedido del ministro de Energía y Minas de Brasil, Silas Rondeau, cuando estallaron las protestas brasileñas a causa de una resolución del ministerio boliviano de Hidrocarburos que afectaba las refinerías administradas por Petrobras.
Probable cambio de prioridades
Según el viceministro de Exploración y Producción, Guillermo Aruquipa, indígena cercano al presidente Evo Morales, la dimisión el viernes del ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, no afectará el proceso nacionalizador.
"Independientemente de los actores, esta política se va a llevar nomás adelante (...), probablemente haya unas variaciones en la priorización de los temas", sostuvo Aruquipa.
Andrés Soliz renunció aparentemente por discrepancias con el gobierno que decidió "congelar" el jueves una resolución de su despacho por la cual la estatal petrolera YPFB tomaba el control de dos refinerías administradas por Petrobras y el monopolio de la comercialización de los hidrocarburos.
Fuerte impulsor de la nacionalización, Santos Ramírez, actual presidente del Senado, dijo que se continuará con "una línea, una decisión invariable de nuestro gobierno porque el pueblo ha determinado" seguir el proceso.
"La nacionalización no es una medida del MAS (partido oficialista), del gobierno, esto tiene que ver con el futuro y la esperanza de los bolivianos", explicó.
En el bando de los disidentes, se inscriben coincidentemente, pero por distintos motivos, la unitaria Central Obrera Boliviana (COB) y la poderosa Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).
El máximo dirigente de los trabajadores, Pedro Montes, afirmó que la medida adoptada por el gobierno el 1 de mayo pasado "no es nacionalización".
"Solamente han empezado a ponerse de acuerdo (con las multinacionales petroleras) para mejorar el precio; iba a ser nacionalización si (el negocio en toda su cadena productiva) iba a estar en manos del Estado, pero no es así, sigue en manos de las petroleras", lamentó.
El presidente de la CEPB, Roberto Mustafá, deploró el manejo que hace el gobierno del asunto. "El tema más importante en Bolivia lastimosamente se maneja como una chacota, necesitamos que se replantee" la negociación, dijo.
El ex ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinacelli, opinó en tanto que las negociaciones marchan lentas y con mucho retraso a cuatro meses de haber sido promulgado el decreto de nacionalización.
Según el decreto de nacionalización, las negociaciones deben estar cerradas al 1 de noviembre, sin embargo "no vaya a ser que por el sólo hecho de cumplir el plazo el proceso no llegue a buen término", advirtió Medinacelli, antecesor de Soliz, que ocupó el cargo en el gobierno transitorio de Eduardo Rodríguez.