"Por desgracia hay quienes deciden no usar el diálogo político para resolver los problemas"
Abascal "invita" a López Obrador a no marginarse de las instituciones
Ampliar la imagen Carlos Abascal, Mariano Azuela Güitrón, Jorge Zermeño y el presidente Vicente Fox en la ceremonia por el 196 aniversario del inicio de la Independencia Foto: María Luisa Severiano
En cada línea, en cada párrafo del mensaje oficial por el 196 aniversario del inicio de la Independencia, rondó la figura de Andrés Manuel López Obrador, a quien el gobierno federal "invitó" -sin mencionarlo explícitamente- a no marginarse de las instituciones.
Como orador central, el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, apoyó su texto en sucesos clave de la historia, como herramienta para llamar a la unidad y al diálogo eficaz, "aun cuando haya naturales diferencias emanadas de un proceso electoral tan competido como el que acabamos de vivir (...) La República es una e indivisible", advirtió.
A un costado del remozado Monumento a la Independencia y unas horas antes de la realización de la convención nacional democrática, impulsada por el político tabasqueño, el funcionario habló insistentemente de las "instituciones", palabra que mencionó en su discurso 14 veces. También ensalzó la unidad y la conveniencia de mantener el diálogo eficaz para mantener a flote al Estado.
"México ha aprendido mucho de su ya larga lucha por la democracia; la transición democrática pacífica que ha vivido como ningún otro país sobre la Tierra, ha venido edificándose sobre las leyes y las instituciones vigentes, nunca desde cero", expresó.
Indicó que ni la soberanía ni la democracia, ni la libertad ni la política "se defienden solas, porque la política requiere demócratas y la democracia reclama políticos comprometidos con el diálogo".
La oratoria de Abascal incluyó advertencias -unas directas y, las más de éstas, tácitas- para el ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos.
"Las naturales diferencias que emanan de un proceso electoral tan competido como el que acabamos de vivir no pueden ser pretexto para que alguien se margine de la tarea que realizan las instituciones que todos los mexicanos nos hemos dado para preservar la soberanía, derrotar la pobreza y construir la justicia social y el bien común", señaló.
El texto para conmemorar el inicio de la gesta de Independencia fue escrito personalmente por el secretario de Gobernación y revisado varias veces, con la asesoría de tres historiadores.
Esas cuartillas, retocadas una y otra vez, incluso al vuelo de la lectura, parecían una suerte de round de sombra entre el gobierno federal y aquella frase dicha por el político tabasqueño en la asamblea pública del primero de septiembre: "¡Vamos a la convención (nacional democrática) porque vamos a tener un gobierno de la República. ¡Que se vayan al diablo con sus instituciones!"
Con voz ronca, provocada por el esfuerzo de alzar hasta el máximo el tono de la voz, Abascal Carranza hizo un recorrido por la historia patria reciente: los albores del siglo XIX, las "luchas fratricidas" e ideológicas de las que surgieron las constituciones políticas que ha tenido nuestro país, pero también, añadió el funcionario, en la fractura del territorio y en la muerte de muchas personas.
Ante el presidente Vicente Fox y miembros de su gabinete legal y ampliado, el secretario de Gobernación hizo un recuento del origen del Estado mexicano y la cimentación de sus instituciones como fruto de la lucha por la Independencia.
Como quien trata de disuadir, de una y otra forma, planes insistentemente anunciados, Abascal citó el pensamiento republicano de José María Morelos y Pavón, expresado en el Congreso Constituyente de Apatzingán en 1913 y, por supuesto, extrajo un párrafo de los Sentimientos de la Nación:
"La soberanía emana inmediatamente del pueblo, el que sólo quiere depositarla en sus representantes, dividiendo los poderes de ella en Ejecutivo, Legislativo y Judiciario, eligiendo las provincias sus vocales y estos a los demás, que deben ser justos, sabios y de probidad."
Con ese hilo discursivo, Abascal advirtió: "siempre que se ha debilitado la unidad nacional que está fundada en la ley y sus instituciones, los mexicanos, en especial los más pobres, han sufrido grandes perjuicios. El maniqueísmo, particularmente del siglo XIX, le ha costado mucho al país".
Pese al señalamiento anterior, el mensaje (estrictamente en orden cronológico), osciló en juicios tajantes respecto de los hechos históricos.
Ese análisis incluyó el reconocimiento a la "visión republicana, federalista y creadora de instituciones" de Benito Juárez, y a los revolucionarios de 1910 que "se dieron a la tarea de recobrar el concepto de soberanía popular, fundando la democracia en el voto secreto, universal, directo y efectivo".
También colocó a las fuerzas armadas como las responsables de preservar las instituciones del Estado.
Comentó que en 2000 (año en que Fox ganó la Presidencia de la República) muchas "mujeres y hombres visionarios" asumieron el desarrollo institucional del país para perfeccionarlo, no para desecharlo, en especial con la ciudadanización de las instituciones electorales.
Abascal delineó un juego de palabras en el que mencionó los nombres de todos los partidos políticos nacionales, otra vez, para hacer un llamado a convivir en el marco de la ley y las instituciones.
En una nación democrática, agregó, la unidad es fruto de los acuerdos; ésta no se dicta por decreto, por lo que exhortó a dialogar, aglutinados alrededor de leyes e instituciones.
Porque, "como dijo don Miguel Hidalgo, 'si nosotros no peleamos contra nosotros mismos, la guerra está concluida y nuestros derechos están a salvo'".
Así concluyó Abascal su intervención en la ceremonia del 196 aniversario de la Independencia, pero apenas unas horas después, en el programa radiofónico Fox contigo siguieron las posdatas a la convención nacional democrática y a "quienes hoy todavía no acaban de asimilar los resultados electorales", dijo.
Sin dar nombres, otra vez, el funcionario aseguró que hoy, por desgracia, hay quienes deciden no usar el diálogo político para enfrentar y resolver los problemas.
Un político de verdad, aseguró, jamás puede renunciar al diálogo; un político de verdad lo primero que busca es cómo enfrentar el problema y lo resuelve con el resto de los actores políticos.
Una vez más, sin decir nombres, dijo en entrevista que se sentía "reconciliado", al ver Paseo de la Reforma libre, luego que los simpatizantes de López Obrador la ocuparon por más de 40 días. "(El retiro), no es una dádiva graciosa, simplemente se restablece el orden y la paz".