Usted está aquí: jueves 14 de septiembre de 2006 Sociedad y Justicia Critica teólogo que los países de AL estén sujetos al neoliberalismo

El Estado debe procurar el bien común, señala

Critica teólogo que los países de AL estén sujetos al neoliberalismo

LAURA POY SOLANO

En América Latina, como en el resto del mundo, el Estado debe asumir un papel preponderante en la búsqueda del bien común, pues de lo contrario se ahondarán las condiciones de desigualdad, pobreza y violencia que vive la región, aseguró el filósofo y teólogo argentino, Juan Carlos Scannone, quien destacó que la primera función de un Estado es "buscar lo justo aquí y ahora".

En el tercer día de actividades del segundo Congreso Latinoamericano de la Doctrina Social de la Iglesia, que reunió a representantes de las 22 conferencias episcopales de la región, afirmó que la "misión social del Estado es una de sus tareas fundamentales, de manera que si el Estado no cumple esa función se convierte en una banda de ladrones, citando al propio San Agustín".

Luego de participar en una conferencia magistral sobre las aportaciones del magisterio latinoamericano a la doctrina social de la Iglesia católica, reiteró que es "lamentable" que en una región con tantos problemas como América Latina y el Caribe, los países estén tan condicionados a un modelo económico globalizado que lleva a una creciente brecha entre ricos y pobres, no sólo en un país, sino en toda la región.

Por ello, consideró que entre los retos más urgentes que deben afrontar las naciones latinoamericanas está la lucha contra la desigualdad, ante la aplicación de un modelo económico neoliberal que impone una "ciencia económica que no se autocritica ni reconoce los presupuestos antropológicos que tiene esta forma de concebir al mercado, olvidando que es sólo un instrumento y no un fin ni centro de la vida social, ya que de seguir con esta visión se genera bien para unos cuantos y mal para muchos".

Al insistir sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos que permitan a los países latinoamericanos conformar una comunidad "más unida y poderosa frente a las grandes superpotencias hegemónicas", indicó que la integración de la región no debe ser sólo económica, "también política y cultural, donde se pueda construir una dimensión política supraestatal y con una soberanía ampliada que no limite las libertades a los ciudadanos, pero que establezca y resguarde la primera función que debe ser garantizada, el bien común".

En el encuentro, convocado por el Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (Celam), aseguró que la ética es uno de los valores más importantes para establecer condiciones de igualdad y bienestar social, ante una violencia institucional y una estructura de dominación hegemónica.

Insistió que a pesar del creciente deterioro de las condiciones de vida en la región, los pueblos no han perdido sus valores éticos, ya que a escala social "tienen un claro sentido de lo justo y de lo injusto, por lo que es quizá en las elites políticas, y no en todas, donde se puede percibir que cuando están respaldadas por poderes hegemónicos y trasnacionales, así como por intereses económicos y financieros, se convierten en mediadores de estos poderes y dejan de cumplir el objetivo básico de un Estado, que es el bien común, convirtiéndolo entonces un bien particular".

 
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