Usted está aquí: jueves 14 de septiembre de 2006 Capital Cumplió su ciclo el plantón; sigue otra etapa de lucha: participantes

Preparativos para la noche del Grito y la convención nacional democrática

Cumplió su ciclo el plantón; sigue otra etapa de lucha: participantes

Expresan nostalgia, al levantar campamentos en el corredor Zócalo-Reforma

ERIKA DUARTE Y ROCIO GONZALEZ

Ampliar la imagen Ayer comenzó el retiro del plantón en apoyo de Andrés Manuel López Obrador. Las imágenes corresponden al campamento ubicado en Paseo de la Reforma y Chivatito Foto: Francisco Olvera

Ampliar la imagen Ayer comenzó el retiro del plantón en apoyo de Andrés Manuel López Obrador. Las imágenes corresponden al campamento ubicado en Paseo de la Reforma y Chivatito Foto: Francisco Olvera

A dos días de que se levante el plantón que desde hace mes y medio se mantiene del Zócalo a la fuente de Petróleos, la actividad no decae en algunos puntos, sobre todo los más cercanos a la Plaza de la Constitución, mientras en los más alejados los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador comienzan a guardar sus pertenencias, realizar labores de limpieza y preparar los festejos del día de la Independencia.

Mientras se acerca la noche del Grito y el inicio de la convención nacional democrática se combinan entre simpatizantes y activistas ánimos de entusiasmo y nostalgia. Por un lado destaca el dinamismo de personas como Clara Franco Campos, a quien se le observa tan activa como el primer día de resistencia. Lo mismo reparte volantes con información sobre el movimiento e invita a la gente a expresar su opinión, que exhorta a inscribirse a la convención y acudir el día 15 al Zócalo en apoyo de Andrés Manuel López Obrador.

"Pásale a escribir lo que gustes"; "te esperamos mexicano, no dejes de participar, México te necesita en su lucha", son algunas de las frases que repite en voz alta frente a una de las carpas de la delegación Cuauhtémoc, ubicada en la calle Madero, donde la afluencia de visitantes y la presencia de activistas mantiene vivo el movimiento.

Ahí, personas como Clara, quien es madre soltera de cuatro hijos y combina esta responsabilidad con la de su militancia partidista, han aportado no sólo su tiempo, sino también su entusiasmo para hacer de ese tramo del corredor uno de los más dinámicos, ya que, señalan, así lo demandan los cientos de simpatizantes del movimiento de resistencia civil que diariamente se dan cita en el lugar, para informarse sobre la situación de la lucha, ver documentales, escuchar conferencias, participar en las tribunas ciudadanas o acudir a la asamblea informativa de López Obrador.

La contribución de aquellos que de manera espontánea se sumaron a la lucha tampoco se ha visto mermada. Muestra de ello es la labor que realiza la doctora Sonia del Toro Arias, quien desde hace 46 días dejó de abrir por las mañanas su consultorio particular para atender a integrantes de los campamentos desde el Barrio Móvil, ubicado a un costado del Hemiciclo a Juárez, y "aquí seguiré mientras haya gente que continúe en esta lucha", sostiene con fortaleza.

A sus 96 años iba y venía de Puebla

En la recta final de esta primera etapa de la resistencia civil, la nostalgia ha permeado entre activistas y algunos asiduos visitantes, como Juan Antonio Torres Ramírez, de 96 años, quien iba y venía de su comunidad, Santa Rosa, en Puebla, para apoyar en las labores de información en una de las carpas de la delegación Magdalena Contreras. "Yo vine como representante de mi pueblo, porque allá hay pura pobreza y las tierras están en el abandono. Queremos un cambio y creemos que sólo puede darse con Andrés Manuel", expresa este hombre jubilado de las Fuerzas Armadas, quien, dice, participó en la Segunda Guerra Mundial.

Señala que diariamente salía de su pueblo a las tres de la mañana y llegaba a los campamentos a las nueve. "Algunas veces los camioneros me daban un aventón y llegaba más temprano". Indica que está consciente de que la lucha debe comenzar otra etapa, pero "ojalá el plantón no se vaya".

En tanto, Graciela Rivera Martínez, quien el 30 de julio dejó su casa en San Pedro, en Tláhuac, para apoyar en la cocina del campamento de esa demarcación ubicado sobre Paseo de la Reforma e Insurgentes, subraya: "Yo no quisiera que se levantara, ¿por qué no pasa el Ejército por las laterales?, pero bueno, hay que respetar y si se acordó, qué le vamos a hacer". Añade que los días en el plantón le dejaron gratas experiencias.

Otro nostálgico es Eduardo Flores, quien pernocta en el campamento de Iztacalco; señala que "aunque la etapa del plantón ya cumplió su cometido y ahora la lucha continuará en otro tipo de manifestación, se va a extrañar la convivencia, las muestras de solidaridad y las lecciones de humanismo que aprendimos aquí, entre personas que al principio éramos desconocidas, pero la causa que nos unió nos permitió vernos como una sola familia".

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.