Una incursión no autorizada en busca de separatistas chechenos, la causa
Tiroteo entre policías de Ingushetia y Chechenia deja 7 muertos y 21 heridos
Ampliar la imagen
El vicepresidente del Banco Central ruso, Andrei Kozlov, fue balaceado ayer en las inmediaciones del club de futbol Spartak, en Moscú, y se encuentra herido de gravedad, informaron medios locales. Las autoridades ignoran los motivos del ataque, pero analistas especulan que pudo ser por la estricta línea que adoptó para otorgar licencias a los bancos comerciales. En el lugar de los hechos en la imagen quedó muerto su chofer
Foto: Reuters
Moscú, 13 de septiembre. La práctica viciosa de suplantar funciones -tanto de las fuerzas federales como de sus colegas en la región del Cáucaso del Norte- por parte de la policía del régimen pro ruso de Chechenia, al realizar incursiones punitivas en territorio de las repúblicas vecinas, acabó este miércoles en balacera, con saldo de 7 muertos y 21 heridos.
El grave incidente ocurrió, esta vez, en la frontera administrativa entre Ingushetia y Chechenia, cuando una columna de vehículos de la guardia pretoriana del primer ministro checheno, Ramzán Kadyrov, ahora reconvertida en policía formalmente supeditada a las autoridades federales, rechazó identificarse y someterse a revisión rutinaria en un retén de la policía ingush, en teoría sus compañeros de armas.
Los hombres de Kadyrov regresaban a Chechenia con el "trofeo" enésimo de su habitualmente impune cacería extrajudicial, un presunto combatiente separatista, secuestrado en territorio de Ingushetia. La captura se llevó a cabo sin avisar al mando de las tropas federales ni a la policía de la república colindante, y mucho menos se llegó a plantear como una operación conjunta dentro de la ley.
Se desató la balacera en el momento en que los uniformados chechenos se negaron a dar explicaciones sobre un hombre, encapuchado y esposado, que se encontraba en el vehículo de quien resultó ser el jefe del estado mayor de la unidad de asalto de la policía chechena, Buvadi Dujiyev.
Dos policías ingushes y cinco chechenos murieron durante el intenso fuego cruzado, que también dejó numerosos heridos -10 ingushes y 11 chechenos reconocidos de modo oficial hasta el momento-, entre ellos Dujiyev, el cual recibió varios impactos de bala.
En un intento de minimizar el enfrentamiento armado, Kadyrov lo atribuyó a un "lamentable malentendido", dando a entender que la incursión de sus hombres se llevó a cabo con el visto bueno de las autoridades de Ingushetia. Hasta que saltó al ruedo de las declaraciones su jefe, la versión chechena era que esta "operación secreta" no se puso en conocimiento de la policía ingush para "evitar fugas de información sensible", explicación que no gustó nada en la vecina república.
El senador Issa Kostoyev, que representa a Ingushetia en la Cámara alta del Parlamento ruso, exhortó a la población ingush a repeler con "picos, palas, escopetas, lo que se tenga al alcance de la mano, a cualquiera que sin órdenes judiciales y sin la presencia de policías ingushes, se arrogue el derecho de realizar cateos o detenciones en nuestras casas".
Según Kostoyev, en los años recientes han muerto cerca de 300 policías ingushes, como consecuencia de las incursiones no autorizadas de sus colegas chechenos y, en menor grado, norosetios.
Apenas a finales de la semana pasada los hombres de Kadyrov, al llegar a un control fronterizo para salir de Ingushetia, se agarraron a golpes con los policías que pretendieron revisar sus documentos, tras lo cual siguieron camino hacia Chechenia disparando ráfagas de ametralladora al aire.
La balacera de hoy sugiere que la paciencia ingush está llegando a sus límites y, por lo pronto, las autoridades federales optaron por desplegar esta noche tropas rusas y carros blindados en la franja limítrofe para impedir que la tensión derive en un derramamiento de sangre mayor.