Usted está aquí: jueves 14 de septiembre de 2006 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Empresarios: de la complacencia a la crítica abierta

Con organismos cúpula así, para qué buscar "peligros" en otra parte

Lo repitieron hasta la ignominia y, según ellos, el "peligro para México" estaba en la tienda de enfrente, no en ese gran centro de negocios privados que algunos llaman gobierno del "cambio". Eso dijeron, gritaron y advirtieron: el "peligro para México" tiene sobrenombre de pez, de tal suerte que es prioritario no dejarlo llegar; evítense "experimentos" que impliquen "retrocesos".

Pues resulta que no. Cumplióse el calendario electoral, fraude incluido, y como por arte de magia los dirigentes de los organismos cúpula del sector privado, oportunistas a más no poder, descubrieron que Vicente Fox y eso que él llama su gobierno no sólo ha sido una tomadura de pelo, sino que ha estado atiborrado de incapacidad, errores, violaciones al estado de derecho, incertidumbre jurídica y reacciones tardías, focos rojos que, según ellos mismos, hasta el pasado 5 de septiembre no aparecían por ningún lado.

Como en anteriores sexenios, en el de Fox la cómplice dirigencia de los "hombres de negocios" rindió pública pleitesía al inquilino de Los Pinos. Lamieron botas durante el "cambio" (no gratis, desde luego), pero ahora que según ellos el aparato de Estado "legitimó" al "carismático" michoacano, Vicente bien se puede ir al rancho con todo y tomadura de pelo, porque el suyo fue un gobierno que no dio una.

"Cerrada la cortina" del "cambio" con tres meses de anticipación -aunque la nueva versión foxista fija el 30 de septiembre como cierre sexenal-, la dirigencia cupular del sector privado de la noche a la mañana abandonó su silencio, su alineamiento y levantó la voz, justo en tiempos de vendimia poselectoral, para evitar, dice, "mayores daños a la economía".

De la complacencia absoluta en el pasado inmediato, la cúpula empresarial ha pasado, aparentemente sorprendida, a la crítica abierta y rigurosa contra los resultados del foxismo. No es que su crítica carezca de sustento. El problema es que permaneció callada, públicamente cabizbaja, servicial a lo largo del sexenio, en estricto cumplimiento de sus prácticas "del pasado" (léase tiempos tricolores, que cada vez más se asemejan a los blanquiazules) que tanto daño han causado al país.

A lo largo de cinco lustros la cúpula empresarial ha exigido cambios a modo, transformaciones, ajustes, "reformas" y demás, para que -según dice- el país progrese. Se los han concedido todo, y los resultados están a la vista. Veinticinco años de saga neoliberal y esa cúpula no puede deslindarse de ellos. ¿Por qué no abrió la boca cuando era oportuno? ¿Por qué no advirtió a tiempo sobre la tomadura de pelo y el rosario de incapacidad, errores, violaciones al estado de derecho, incertidumbre jurídica y reacciones tardías del presidente Fox? ¿Por qué no lo hizo cuando debió, "para corregir a tiempo"? Porque business are business, y ahora éstos se llaman Felipe Calderón.

Con una cúpula empresarial así, para qué buscar "peligros" en otra parte.

Y mientras hace negocios con el Felipillo, la American Chamber de México ya encendió focos rojos en plena "continuidad". De acuerdo con la economista en jefe de ese organismo privado, Deborah Riner, el próximo sexenio "arrancará con al menos cuatro variables económicas críticas": desaceleración económica en Estados Unidos, falta de liquidez mundial, precios del petróleo y efectos en las inversiones nacionales por problemas de gobernabilidad. En el peor de los escenarios, la economía crecería 2.6 por ciento en 2007; en el mejor, 3.7 por ciento. Para generar un millón de empleos por año, tendría que ser, mínimo, de 5 por ciento.

Las rebanadas del pastel:

De los lectores, sobre la "exitosa" política laboral en foxilandia: "no sólo no se han generado empleos, sino que los sueldo son más bajos que hace seis años. Además, la mayoría de plazas que encuentras son por honorarios profesionales, sin prestación alguna. Es una suerte encontrar un trabajo dónde te den prestaciones. No vacaciones, no aguinaldo, no antigüedad, no Seguro Social, nada, y tienes que elaborar tus recibos (que no son nada baratos y que sólo tienen vigencia de 2 años y tienes que mandar a hacer mínimo 100, me parece; sólo usas 24 al año y tienes que contratar a un contador para poder presentar tu declaración). Soy secretaria bilingüe y hace seis años ganaba casi 12 mil pesos. Los últimos tres meses de 2005 busqué empleo y los salarios van de 3 mil a 8 mil y, por supuesto, sin ninguna prestación. Las plazas que pagan 10 mil pesos son para asistentes secretariales (secretaria, contabilidad y recepcionista al mismo tiempo). Si no fuera porque están muy mal pagados estos empleos se aceptarían aunque no hubiera prestaciones. Si sólo te dan un cheque con tu quincena y a cambio das un recibo de honorarios a nombre de tu jefe, cuando se supone que trabajas en una empresa, y estos recibos no son enviados a la contadora que elabora las declaraciones de la empresa y tampoco son enviados con los recibos para las declaraciones de tu jefe, ¿qué se supone que está pasando? ¿Es para evadir impuestos? A mi me pareció que esa situación no era del todo legal". ([email protected])

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