Los aficionados silbaron a los Guerreros durante los últimos minutos del partido

América sentencia cese de Graniolatti en Santos, único equipo sin ganar en el torneo

Mosqueda dio el pase para que Salvador Cabañas anotara su quinto gol del certamen

AGENCIAS

Torreon, Coa., 10 de septiembre. El América consiguió su tercera victoria del torneo, al imponerse 1-0 al sotanero general Santos Laguna, lo que definiría la salida del entrenador uruguayo Wilson Graniolatti, quien comentó que su continuidad dependía del resultado de este encuentro.

Los Guerreros sufrieron su cuarta caída del certamen y son el único equipo que no ha ganado, luego de siete fechas del torneo Apertura 2006. Por su parte, las Aguilas treparon al subliderato del bloque tres, al llegar a 11 unidades, pero con mejor diferencia que los Pumas.

Los aficionados se dedicaron a silbar durante los últimos 15 minutos del partido, a pedir la salida del técnico y de la directiva de Santos, además de que surgieron algunas broncas en las pobladas tribunas del estadio Corona.

El duelo fue mediocre. Sin Cuauhtémoc Blanco, quien ni siquiera hizo el viaje, ni Claudio López, también lesionado, el equipo amarillo anduvo muy limitado, pero no tuvo que emplearse a fondo para superar a un Santos que es una auténtica nulidad ofensiva y tiene muchos problemas a la defensa.

Con la guillotina sobre su técnico Graniolatti -a quien la directiva le dio el ultimátum de que ganaba al América o sería despedido-, los locales se lanzaron con entusiasmo sobre la meta de Guillermo Ochoa en los minutos iniciales.

Tuvieron llegadas de Carlos Cariño, Eliomar Marcón y Rodrigo Ruiz. La más clara fue del brasileño, quien se encontró un esférico en el área y quiso bombear, pero sólo lo entregó al guardameta.

Sin embargo, los pupilos de Luis Fernando Tena tuvieron el gol en una de sus primeras llegadas. Fue al minuto 33, cuando el novato Juan Carlos Mosqueda mandó un pase elevado que superó al central Francisco Gabriel de Anda y llegó a Salvador Cabañas, quien dentro del área mandó disparo raso que el portero Mauricio Caranta alcanzó a tocar, mas no evitó la anotación.

Santos resintió el golpe y de plano se cayó al 40, cuando el argentino Walter Jiménez dio una artera patada a José Castro, en jugada en media cancha, y el árbitro Héctor Gómez lo expulsó.

Con pocas alternativas en la banca, Graniolatti mandó al segundo tiempo al delantero Oribe Peralta, quien mostró entusiasmo, pero sin trascender.

El brasileño Marcón volvió a fallar otra gran oportunidad, al 59. Eliomar recibió el esférico a la entrada del área, pero se tardó en disparar y su tiro fue detenido con el pecho por Ochoa, quien realizó una oportuna salida.

Peralta estuvo cerca del empate al 51, al mandar un potente tiro-centro que el arquero amarillo desvió a una mano.

El novato Mosqueda, de lo poco rescatable del plantel capitalino, respondió con un tiro potente desde banda izquierda que Caranta desvió a dos manos.

Luego ingresó Matías Vuoso por Nelson Cuevas, quien inició el partido luego de que en la semana su mamá había protestado al timonel Tena. Pero ambos delanteros brindaron un pésimo juego, además de que el argentino fue silbado por sus ex aficionados cada vez que tocaba la pelota, lo que por cierto realizó en pocas ocasiones.

Otra oportunidad para la escuadra de La Comarca fue al 66, en tiro libre que cobró el Pony por lado derecho a segundo palo, donde Gabriel de Anda conectó con la cabeza, pero entregó el balón a Ochoa.

Carlos Cariño siguió insistente con los tiros de media distancia y forzó a Ochoa a emplearse a fondo para desviar a corner un potente remate.

Y eso fue todo en la cancha. A 11 minutos del final Graniolatti decidió relevar al Pony Ruiz y entonces se incrementaron las protestas de los fanáticos, que se olvidaron del pobre espectáculo de la cancha y con gritos de "¡fuera-fuera!" increparon al entrenador y al palco de los directivos.

El silbante Gómez quiso compensar en los minutos finales y en forma rijorista, por doble tarjeta amarilla, expulsó al americanista Oscar Rojas.

Los jugadores santistas salieron cabizbajos del campo. "Es normal que la gente se desespere, pero nosotros debemos mantener la calma y corregir los errores", dijo el zaguero Jorge Campos, mientras Cariño fue más certero: "Tenemos que ser más cabrones dentro de la cancha, ya que en jugadas insignificantes nos meten los goles".

En tanto, Elgabry Rangel admitió que existe desesperación en el plantel, pero destacó que "si bajamos los brazos será peor".