En Uruapan envían a la fosa común cuatro de los seis cuerpos localizados el sábado
Ola de violencia en Michoacán y BC deja 4 muertos
La violencia relacionada con el crimen organizado dejó este domingo cuatro víctimas fatales, una en Baja California y el resto en Michoacán. En esta segunda entidad fueron enviados a la fosa común cuatro de los seis cuerpos hallados el viernes anterior en una narcofosa, y una de las cinco cabezas arrojadas a un centro nocturno el miércoles pasado.
Dos personas fallecieron por las lesiones que sufrieron la tarde del sábado en una agresión con armas tipo AR-15 y AK-47, ocurrida en un restaurante a la orilla de la carretera Morelia-Alvaro Obregón, en la que se dio muerte a los hermanos Lorenzo y Jaime Moreno González.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) dio a conocer que los dos nuevos finados eran Jaime Bautista Contreras, propietario de un restaurante ubicado en la periferia de Morelia, y Eleodoro Moreno Contreras.
Además, la madrugada del domingo falleció Manuel Ventura García, de 30 años de edad, vecino de la comunidad Buenos Aires, en el municipio de Lázaro Cárdenas, quien tenía un tiro en la frente.
Mientras, autoridades de la Subprocuraduría Regional de Justicia con sede en Uruapan enviaron a la fosa común cuatro de los seis cuerpos localizados en una narcofosa, y una de las cinco cabezas arrojadas a la pista de baile del centro nocturno Sol y Sombra, pues no fueron identificados ni reclamados.
Comentaron que debido al avanzado estado de descomposición de cuatro de los seis cuerpos no fue posible conservarlos más tiempo y fueron sepultados.
Añadió que de las seis personas asesinadas, descubiertas entre la noche del jueves y la madrugada del viernes pasados, sólo fueron reconocidos Rubén Aburto Cervantes, de 30 años, y su sobrino Genaro Barragán Macedo, de 26, quienes fueron levantados (secuestrados sin intención de obtener rescate) días antes en la cabecera municipal de Uruapan.
En tanto, la policía municipal de Mexicali, Baja California, descubrió en un camino vecinal un cadáver hasta la fecha no identificado. La PGJE bajacaliforniana inició indagatorias al respecto, bajo la hipótesis de que fue una ejecución por ajustes de cuentas entre narcotraficantes.
El hallazgo fue resultado de una denuncia anónima, que llevó a los uniformados a encontrar los restos de una persona en el camino de terracería al poblado Coronitas, paralelo a la carretera al puerto de San Felipe.
Según una fuente consultada en la PGJE, el cadáver corresponde a una persona de alrededor de 25 años de edad, que vestía ropa ligera color verde.