Usted está aquí: lunes 11 de septiembre de 2006 Economía México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

El país donde ''florecen las inversiones''

Diez empresarios ganaron 69% más en 2005 pero sólo emplearon 1.5% de la población ocupada

Ampliar la imagen El empresario Carlos Slim Helú, durante la conferencia que ofreció en el Foro Mundial del Agua el pasado marzo FOTOMarco Peláez

Convencido de que su ilegal intervención en el proceso electoral ha "despejado el camino", el iluso Vicente Fox -que pudo haber sido y no fue Presidente de la República- anuncia con bombo y platillo que México "seguirá siendo garantía para los inversionistas, donde florecen las inversiones que realizan, y va a seguir su camino amigable y de buen rendimiento" para los grandes capitales.

Muchas chequeras de la elite empresarial -nacional y no tanto- intervinieron en dicho proceso a favor del mini candidato panista, en el que Fox marcó la línea a seguir. Total, en el peor de los casos la "sanción" no pasaría de un "extrañamiento" de la autoridad electoral.

No podía ser de otra manera, porque el gobierno del "cambio" definióse desde un principio: "la democracia en México es de, para y por los empresarios", de acuerdo con el tempranero apotegma del gerente Fox, y -como en los sexenios de la "renovación moral", la "solidaridad" y el "bienestar para la familia"- el gran capital no tiene por qué ceder los espacios "democráticamente" acaparados. A quién le dan PAN y llora.

El magnate Carlos Slim ya se apersonó con el micro Felipillo, a quien felicitó por el acomodo en el Tribunal Electoral. ¿Quién fue el iluso que pensó que este personaje arriesgaría su imperio por una causa democrática?, conociendo que a lo largo del "cambio" incrementó su fortuna en un modesto 178 por ciento, al pasar de 10 mil 800 millones de dólares en 2000 a 30 mil millones en 2005 (Forbes), casi 5 por ciento del producto interno bruto para él solito. Y falta 2006.

En 2005, sus principales empresas (las telefónicas América Móvil, Telmex y Telcel y Grupo Carso) reportaron ventas por casi 570 mil millones de pesos (2.5 tantos más que en 2000), monto equivalente a 60 por ciento de las ventas de Petróleos Mexicanos. Obvio es que Carlos Slim es de los que "promueve un proyecto de nación viable y con visión de futuro" y no le apuesta a algo distinto (porque) implicaría retroceso", como dice el Consejo Coordinador Empresarial, con todo y "extrañamiento".

Cómo estar en contra de la "nación viable con visión de futuro", cuando sólo en 2005 sus utilidades netas se aproximaron a 71 mil millones de pesos, monto equivalente al presupuesto de egresos conjunto, para el mismo año, de las secretarías de Salud, de Desarrollo Social, y de Trabajo y Previsión Social.

Si bien es el más ostentoso, Carlos Slim no es el único. En 2005 los diez empresarios más importantes de México, de acuerdo con la clasificación de Expansión, obtuvieron utilidades conjuntas por casi 233 mil millones de pesos, cifra 69 por ciento superior al presupuesto autorizado para la Secretaría de Educación Pública para ese año. Por cada peso que el gobierno federal destinó a este renglón, esos empresarios se embolsaron un peso con 69 centavos.

Lo anterior documenta lo bien que "florecen las inversiones" y el "camino amigable y de buen rendimiento" presumido por el actual inquilino de Los Pinos. Pero si el dato es revelador, lo es más el hecho que de esos 233 mil millones en utilidades netas alrededor de 122 mil millones de concentran en tres magnates: Carlos Slim (71 mil), la pía familia Servitje (29 mil) con su Grupo Bimbo, y Lorenzo Zambrano (22 mil), el soltero más cotizado de México, con su Grupo Cemex.

Los siete magnates restantes se reparten, si bien no de forma equitativa, los otros 111 mil millones en utilidades netas logradas en 2005. En las lista aparecen José Antonio Fernández Carvajal (Femsa, a nombre de Eugenio Garza Lagüera), el protector de los mineros Germán Larrea (Grupo México), Roberto González Barrera (Maseca y Banorte), Dionisio Garza Medina, (Grupo Alfa), Carlos Fernández González (Grupo Modelo), Emilio Azcárraga Jean (Televisa, sin casinos y otras cosas) y Francisco Martín Bringas (Organización Soriana).

Los diez magnates y sus empresas reportaron ventas cercanas a un billón 200 mil millones de pesos a lo largo de 2005, monto equivalente a 65 por ciento del presupuesto de egresos de la federación autorizado por la Cámara de Diputados para el ejercicio fiscal de ese año.

Las compañías de esta decena de empresarios con un "proyecto de nación viable y visión de futuro", en 2005 emplearon a cerca de 635 mil personas, algo así como 1.5 por ciento de la población ocupada en el país. Al inicio del "cambio", las primeras diez empresas del país (entre las que se contaba Banamex, con Azcárraga, Zambrano, Servitje y Larrea entre sus accionistas) daban empleo a 575 mil personas.

Diez por ciento de incremento en su plantilla laboral, contra 100 por ciento o más de aumento en utilidades netas, es una razón de sobra para que los magnates eviten "experimentos y retrocesos", avalen la "continuidad" y certifiquen la "democracia empresarial". ¿O no?

No son los únicos. Por ello, aguanta un segundo paseo por el país "donde florecen las inversiones".

Las rebanadas del pastel:

El mini Felipillo celebra que "derrotamos al pasado...", y se apresta a continuar con el México del siglo XVI, "democracia empresarial" incluida.

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