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Beauregard, campeón en porcentajes de ''recuperación''
De los hijos de Sahagún y sus negocios con el IPAB recuperó 0.007 centavos por peso
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El diputado Jesús González Schmal, que preside la comisión legislativa que investiga negocios de los hermanos Bribiesca Sahagún, escucha la comparecencia de Mario Beauregard, secretario ejecutivo del IPAB, en la Cámara de Diputados FOTONotimex
En eso de la "recuperación" de los recursos públicos destinados al "rescate" bancario, a lo largo de poco más de una década, el cálculo gubernamental se ha modificado de acuerdo con el funcionario en turno, la institución implicada y el creciente costo fiscal involucrado.
Así, en el arranque de 1995 Miguel Mancera, a la sazón cabeza visible del Banco de México, aseguraba que, por la crisis financiera que estalló en diciembre de 1994, ningún banco privado quebraría, que era "un problema de coyuntura" y que los recursos públicos involucrados "no pasarán de 50 millones de dólares, para efectos de liquidez".
De igual manera, como secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz Martínez (uno de los personajes clave en el vergonzoso cuan oneroso circuito reprivatización-"rescate"-extranjerización de la banca otrora mexicana) estimó en su momento que el erario "recuperaría" cerca de 40 centavos ("o un poco más") de cada peso destinado al "saneamiento" de las instituciones bancarias.
Su relevo en esa cartera, José Angel Gurría -hoy sonriente secretario general de la OCDE-, reconsideró la estimación de Ortiz, y afirmaba -ya inocultable el chiquero Fobaproa y en pleno cabildeo para el surgimiento del IPAB- que tal recuperación, en realidad, se aproximaría a 30 centavos de cada peso. Tal estimación fue cuando los pasivos del Fobaproa sumaban 552 mil millones de pesos; hoy superan el billón 250 mil millones.
Cada funcionario público involucrado en 11 años de estercolero bancario (del director del Fobaproa al secretario ejecutivo del IPAB; del secretario de Hacienda al presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores; del procurador fiscal de la Federación al presidente de la República) ha divulgado su propio cálculo sobre la citada "recuperación".
Así, algunos decían que 40 serían los centavos de cada peso; otros que 30 y algunos más que 20 o 15, monto que se fue reduciendo en inversa proporción al dinero público que ilegalmente se involucraba en el "rescate" de esa prometida banca "moderna", que tan costosa e ineficiente ha resultado para el crecimiento y desarrollo nacionales.
De hecho, la realidad aportó el dato contundente de la masacre. Tras el anuncio del gobierno federal, en sentido de que la trasnacional Santander Central Hispano había comprado Banca Serfin (el "rescate" más gravoso e inútil de los practicados en sociedades nacionales de crédito, como otrora se denominaban), se conoció que la referida "recuperación" fue de casi 11 centavos de cada peso que del erario salió para "sanear".
Es un verdadero asalto a la nación, y todavía a estas alturas algunos funcionarios aseguran que el "exitoso rescate" ha concluido, y que si llevó a efecto fue -ni más ni menos- que "por el bien de la nación".
La referencia anterior refleja la barbarie cometida (los pasivos del "rescate" superan el billón 250 mil millones de pesos, no obstante que a lo largo de los últimos 11 años del erario han salido, salen, miles de millones de pesos para "reducir" la carga fiscal del "rescate"), pero cuando se conoce la información proporcionada por la comisión legislativa que ha investigado a los cachorros Bribiesca-Sahagún y los jugosos negocios que, entre otros, han concretado con el IPAB en el sexenio del "cambio", las citadas estimaciones de Guillermo Ortiz y José Angel Gurría, aunque de origen falsas, se revelan celestiales.
Ello, porque el actual secretario ejecutivo del IPAB, Mario Beauregard, se revela como el campeón indiscutible en eso de los porcentajes de "recuperación" y las dádivas a la iniciativa privada. Si Ortiz hablaba de 40 y Gurría de 30 centavos por cada peso del erario involucrado en el "rescate", en el caso de los cachorros Bribiesca-Sahagún el ex representante del gobierno mexicano ante el Fondo Monetario Internacional destrozó cualquier pronóstico.
De acuerdo con la comisión legislativa presidida por el diputado Jesús González Schmal, en el caso de los nenes de Martita y sus negocios con el IPAB, la "recuperación" lograda por Beauregard y su equipo asciende a 0.007 centavos de cada peso, y no es error de imprenta.
La Ley de Protección del Ahorro Bancario obliga al IPAB y sus directivos obtener el mayor valor de recuperación de los activos en el menor tiempo posible, en las condiciones financieros más convenientes (se supone que para el erario).
Beauregard y su equipo lo hicieron, pero en sentido contrario, porque los nenes de Martita "pagaron" 8.2 millones de pesos por bienes valuados en mil 183 millones. Entonces, "a cerca de mil 175 millones de pesos asciende el presunto fraude causado al erario federal por la irregular adjudicación de bienes del IPAB a los hermanos Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún", de acuerdo con la denuncia de la comisión legislativa y su presidente, Jesús González Schmal. Y puede haber más.
Las rebanadas del pastel:
Once años de inmisericorde saqueo del erario (léase los bolsillos de los mexicanos), y el estercolero Fobaproa-IPAB todavía rinde para eso de los negocios privados. Los del "cambio", en esta ocasión.