Entregará un país "tranquilo y progresando", insiste
Pronto se confirmará al próximo presidente: Fox
"¡Soy un demócrata!", espeta a quienes añoran el pasado
Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox Quesada, durante el Quinto Foro Ciudadano de Salud, en la residencia oficial Foto: Marco Peláez
Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox Quesada, durante el Quinto Foro Ciudadano de Salud, en la residencia oficial Foto: Marco Peláez
Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox Quesada, durante el Quinto Foro Ciudadano de Salud, en la residencia oficial Foto: Marco Peláez
Un día después de haber provocado un escándalo en el ámbito político cuando declaró a Felipe Calderón Hinojosa "claro ganador" de los comicios del 2 de julio, el presidente Vicente Fox fue más lejos y ayer, en clara insinuación de que dispone de información acerca de tal resolutivo, afirmó que el próximo presidente de México "habrá de ser pronto confirmado y decidido" por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), aun cuando este órgano colegiado tiene hasta el 6 de septiembre para calificar la elección.
Por la mañana, en Actopan, Hidalgo, Fox Quesada se expresó en términos similares: "en unas cuantas semanas estaré entregando la estafeta al próximo presidente de la República, que será definido ya, muy próximamente, por el tribunal electoral". Entregará a su sucesor, prometió, un país "tranquilo y progresando".
Además, planteó que "ante el embate a las instituciones", la respuesta debe ser la unidad de los mexicanos para defenderlas. Y pidió lo mismo para la democracia, la cual "no va a dar marcha atrás". "En este momento histórico", señaló, esa protección debe extenderse a la legalidad y el estado de derecho "por los que lucharon Morelos, Juárez y Madero".
Ya en la ciudad de México, Fox se defendió de la acusación que le han hecho Andrés Manuel López Obrador y la coalición Por el Bien de Todos de ser un traidor de la democracia. "¡Que lo entiendan los que siguen añorando el pasado: soy un presidente demócrata!"
En sus dos presentaciones públicas de ayer, Fox hizo apología del diálogo y de las instituciones nacionales, y en una ocasión, sin citarlo por su nombre, pareció dar respuesta o intentar un mentís contra López Obrador: "En el México de hoy las imposiciones ya no tienen cabida", dijo. Las instituciones garantizan que prevalezca el interés supremo de los mexicanos "por encima de puntos de vista, de intereses de particulares y de ambiciones personales".
La defensa de la libertad de expresión, enfatizó, no puede pasar "nunca" por el ataque a la democracia; nadie puede imponer sus ideas, "porque la sociedad es plural y respetuosa de todas las posiciones".
Las instituciones, expuso, no son patrimonio de alguna autoridad, gobierno, partido político, grupo o persona. Muchos hombres de México dieron su vida por ellas, y la historia ha enseñado que no hay democracia sin instituciones sólidas, pues entonces aquélla se derrumbaría.
Citó al poeta Octavio Paz y planteó que el diálogo sólo puede establecerse si primero se reconoce al otro, a quien es diferente. La unidad de los mexicanos, indicó, "debe ser resultado del reconocimiento del otro, del reconocimiento de la pluralidad, de la búsqueda del diálogo respetuoso y abierto".
Insistió en su convicción de que al entregar "la estafeta" dejará un país en paz, tranquilo, en marcha, trabajando por la justicia, por las familias y por la sociedad, y pidió no desviar el rumbo ni dejar espacio a las distracciones, pues el trabajo en unidad es el único camino y la vereda corta al desarrollo.
En Actopan, mientras inauguraba la Unidad Médico Familiar número 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el recinto fue acordonado por policías estatales y jóvenes con corte de cabello tipo militar, vestidos de negro, quienes colocaron vallas para impedir el paso a unos cien seguidores del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Luego de lanzar consignas contra el propio Fox Quesada y Felipe Calderón, los manifestantes bloquearon los cuatro carriles de la carretera federal México-Laredo durante media hora.
Expresaron su repudio mediante carteles, pancartas, mantas y de viva voz, y sus protestas alcanzaron a Cuahtémoc Cárdenas, a quien acusaron de querer ser "empleado de Fox".
Mientras, en la unidad médica del IMSS, Fox Quesada sostuvo que "donde no hay instituciones se quiebra la confianza entre las personas, surgen las dudas, la incertidumbre, las descalificaciones, los odios y las tentaciones de violencia".
Después dio cifras de los logros de su sexenio: la tasa a junio es de 5.1 por ciento de crecimiento del producto interno bruto (PIB); se han generado 675 mil nuevos empleos y "seguramente le vamos a rascar al millón de nuevos empleos en el año"; crecimiento de la economía mediante el ingreso fiscal, producto del impuesto sobre la renta y el impuesto al valor agregado que "viene creciendo a una tasa del 18 por ciento por encima del año pasado".
Acerca del IMSS, dijo que en seis años construyó 59 unidades de medicina familiar y se han remodelado, expandido y equipado otras 230, además de que se pusieron en servicio 45 unidades de atención médica ambulatoria, 17 hospitales de segundo nivel y se han modernizado 189 hospitales generales y regionales.
Así, en seis años, se han puesto en marcha 540 nuevos hospitales del IMSS. En suma, en este sexenio son ya más de 2 mil 500 hospitales nuevos.
El Seguro Social, dijo, tiene ya 13 millones 780 mil afiliados; es decir,
13 millones 780 mil personas con empleo fijo, y antes de finalizar el año la cifra superará los 14 millones de derechohabientes, a los que habrá que sumar otros 5 millones 100 mil familias con Seguro Popular, además de 2 millones y medio de personas que trabajan en el servicio público y son derechohabientes del ISSSTE.
Afuera del inmueble, los simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos discutían con representantes del Estado Mayor Presidencial, quienes sólo accedieron a recibir una manta con consignas contra Fox, cuando les pidieron que presentaran sus peticiones por escrito. Al mismo tiempo, otro grupo colocaba calcomanías en los uniformes de los militares que resguardaban el acceso, con la caricatura de López Obrador y la palabra "sonríe".