Usted está aquí: jueves 24 de agosto de 2006 Política No soy cacique ni líder moral, sino dirigente de mexicanos libres: AMLO

En Guanajuato, Calderón hace suya la bandera del perredista para ayudar a los pobres

No soy cacique ni líder moral, sino dirigente de mexicanos libres: AMLO

El candidato de la coalición vuelve a criticar la cerrazón informativa de la mayoría de los medios, que afecta al movimiento civil pacífico

ROBERTO GARDUÑO

En medio de la crítica incesante a la cerrazón informativa que afecta al movimiento civil pacífico, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, aclaró que él no pide apoyo incondicional a nadie, ''porque no soy cacique ni líder moral, sino dirigente de mujeres y hombres libres y con criterio''.

Minutos después de la granizada que asoló el centro de la ciudad de México, miles de personas se congregaron para escuchar el mensaje de López Obrador, quien reconoció la fortaleza de los ciudadanos al aguantar las inclemencias del tiempo, empujados por la convicción de defender sus derechos.

''Vamos a continuar con la resistencia civil pacífica. Como su palabra lo indica, es resistencia y todo lo que resiste, apoya. Si no hubiese esta resistencia, entonces podrían fácilmente instaurar una democracia simulada, un régimen autoritario y es a lo que nosotros nos oponemos, por eso estamos aquí".

Al comentar una resolución del tribunal electoral en torno al proceso de calificación de los comicios, adujo que los magistrados usan el término voto espurio, e ''imagínense si con votos espurios van a poder imponer a un presidente espurio. ¡Eso no! No nos vamos a dejar. Ellos, que aparentan ser gente de bien, la verdad es que son unos reverendos ladrones. Nos quieren despojar, nos quieren robar la Presidencia''.

Mientras en Chiapas continuaba el recuento final para la elección de gobernador, López Obrador comentó cómo varios medios de comunicación desvirtuaron declaraciones del candidato de la coalición, Juan Sabines, sobre un eventual reconocimiento a Calderón. Lo que querían, dijo, ''era destacar eso y sacaron de contexto lo que dijo; en titulares de algunos periódicos desplegaron esa nota con toda la manipulación a que están acostumbrados. Pero yo les digo también a nuestros adversarios que nosotros no pedimos apoyos incondicionales a nadie, que quede muy claro. Nosotros apoyamos a Juan Sabines porque lo que él representa es la posibilidad de que el pueblo de Chiapas viva mejor. Pero yo no soy cacique, que no se confundan, ni líder moral. Yo soy dirigente de un movimiento ciudadano y soy dirigente de mujeres y de hombres libres, con criterio. Ya parece que le voy a decir a un dirigente, a un candidato, oye te voy a apoyar, pero tienes que ser fiel, tienes que hacerme caso. Eso corresponde al comportamiento de un político tradicional, eso corresponde a los caciques, no a un dirigente que tiene una visión distinta. Y si quieren abrir casillas allá estamos totalmente de acuerdo: voto por voto, casilla por casilla''.

El candidato prosiguió con el reclamo a los medios de comunicación. Tal como lo hiciera la víspera señaló que el estado de cosas no puede continuar como hasta ahora golpeando el movimiento civil pacífico. ''No creo que los medios, y subrayo, con honrosas excepciones, vayan a seguir por el camino de la simulación, insistiendo en esto que se ha dado a partir del 2 de julio: convalidar el fraude, hacerle el juego a la derecha, actuar, aunque suene duro hay que decirlo, como alcahuetes del régimen, de la derecha. No creo que se vayan a ir de largo por ese camino, porque entonces no estarían cumpliendo con su responsabilidad de informar de manera profesional y con objetividad''.

La crítica de López Obrador desde el templete desató insultos de los asistentes a los reporteros que cubren la asamblea popular: ''¡cochinos!, ¡corruptos, son cómplices de los ricos, hijos de la chingada, digan la verdad!''

López Obrador sostuvo que si los medios ''no van adelante de la sociedad, si no son vanguardia de la sociedad, que no se queden atrás, que no se queden en la retaguardia; cuando menos actúen a la par, vayan al mismo paso que va la sociedad en esta transformación democrática''.

En estos momentos, que definen la marcha histórica del país, dijo, ya no funciona la manipulación; la gente no se chupa el dedo, ya cambió la mentalidad y no se puede poner vino nuevo en botellas viejas; se necesita que haya un cambio en cuanto al manejo de la información.

''Hay que decir que de finales de 1996 hasta el 2 de julio, de una u otra manera se abrieron espacios en la televisión y había cierto equilibrio. ¿Pero qué está sucediendo del 2 de julio a esta fecha? Han de nuevo echado atrás lo que ya se había logrado y ahora de nuevo están apostando a cerrar los espacios a las fuerzas democráticas de oposición. Yo no quiero confrontarme con los medios, pero sí quiero dejar muy en claro que estamos dando un seguimiento a su comportamiento, porque es necesario que se cumpla el derecho a la información''.

Emitió un llamado respetuoso a los medios para que actúen con responsabilidad y profesionalismo. ''No vamos a amenazar a nadie, somos respetuosos de la libertad de prensa, pero considero que es nuestro deber estar demandando apertura, que se dé información. No es posible que se la pasen nada más calumniándonos, que se la pasen únicamente con reportajes que agreden a nuestro movimiento y que guarden silencio sobre estos asuntos que son fundamentales, como la elección fraudulenta del 2 de julio y la intención de imponer a un presidente espurio. ¿Quieren debate? Vamos a tenerlo, no hay que rehuir a este debate tan importante''. También advirtió al gobierno que no abrigue esperanzas de deserciones en la coalición, y criticó que los medios continúen difundiendo a través de la politiquería fracturas que no existen. ''Brincos dieran si realmente hubiese deserciones o actos de traición en la dirección del movimiento; Convergencia, PT, PRD, las redes, todos estamos unidos. ¿Se acuerdan cómo hablaban de que ya habían tendido puentes de entendimiento e iban hacia una negociación? Puras mentiras''.


Los paisanos de Fox cobran facturas

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Guanajuato, Gto., 23 de agosto. Arropado por el Grupo Guanajuato, Felipe Calderón, candidato presidencial del PAN, hizo suya la bandera del perredista Andrés Manuel López Obrador y señaló que si hubo algún mexicano que votó por otro aspirante pensando en la promesa de ayudar a los pobres, él también será un presidente que trabaje ''incansablemente'' para ellos.

En este bastión panista, se comprometió a ser un mandatario que promueva la unidad nacional, precisamente porque no implica renunciar a sus convicciones partidistas, y al abrazar la causa de los pobres anunció que su gobierno romperá la ''marca'' del presidente Vicente Fox, destinando la mayor inversión social de la historia del país.

Al adelantarse al tribunal electoral, declaró que la campaña quedó atrás y que para el Presidente de la República ''las banderas dejan de ser partidistas. Hoy las banderas de todos los mexicanos serán las del Presidente de México''.

Calderón eligió la tierra de Fox y el segundo estado donde obtuvo mayor votación para hacer su cuarta visita de ''agradecimiento'' por el interior del país. En el acto central estuvo acompañado por el gobernador Juan Carlos Romero Hicks y por la plana mayor del llamado Grupo Guanajuato, en el que se ubican foxistas y miembros de El Yunque.

Sin llegar a los niveles del panismo de Jalisco, que pidió abiertamente puestos en el gabinete -especialmente para el gobernador saliente, Francisco Ramírez Acuña-, los guanajuatenses también le extendieron la factura por los votos que recibió el 2 de julio.

Juan Manuel Oliva, gobernador electo, recordó que en esta entidad el panista tuvo un millón 150 mil sufragios. Por eso, dijo, ''Felipe viene a decir gracias a Guanajuato y también a recibir un gracias''.

La estancia de sólo un día del michoacano no estuvo exenta de protestas del PRD. Primero platicó con directivos de medios, después con empresarios turísticos, luego tuvo una charla privada con el gobernador de Guanajuato, comió con diputados, alcaldes, regidores, síndicos y funcionarios del gobierno estatal, y al final encabezó una reunión con mil 500 promotores del voto.

Pasada la elección y seguros de que el tribunal le dará el triunfo en la contienda presidencial, los panistas de Guanajuato cerraron filas con Calderón. Inclusive, Oliva y Javier Usabiaga, antaño adversarios por la candidatura a gobernador, aparecieron juntos.

Desde su primer discurso ante empresarios turísticos, Calderón reivindicó a Fox al señalar que su propuesta para superar la pobreza no parte de cero. ''Hemos logrado ya la estabilidad económica, hoy ha llegado el tiempo del crecimiento con justicia''.

Los panistas locales aprovecharon para recordarle la cuota de votos que aportaron el 2 de julio. Según Eduardo Romero Hicks, hermano del gobernador y alcalde electo de Guanajuato, en la comida con candidatos ganadores ''Oliva le pidió que no se olvide de nosotros y le dijo que con el millón 150 mil votos que Guanajuato le aportó a Felipe habíamos cumplido''.

De acuerdo con el político guanajuatense, el abanderado reconoció esa ''deuda''. A decir de Romero Hicks, ''si en 2000 vivimos una ola azul, en 2006 fuimos un tsunami azul. Yo creo que nos deben mucho, que aportamos muchos votos''.

Al término de la reunión, se le preguntó al líder estatal del PAN, Fernando Torres Graciano, si esperan que algún guanajuatense se incorpore al gabinete del próximo gobierno.

--No sé, espero que sí. Pero no hablamos del tema, ya vendrán esos tiempos.

Aunque acompañaron al michoacano los Romero Hicks y el propio Oliva, a quienes se les vincula con El Yunque, fue notoria la ausencia de Elías Villegas, considerado líder de esta organización y quien recientemente fue nombrado miembro del equipo de transición del gobernador electo.

Torres Graciano explicó que fue invitado, pero no asistió''.

-¿No será que quieren desvincular a Calderón de El Yunque?

-Eso me da risa, pero no. Villegas está en Guadalajara.

En el auditorio del estado, Calderón tuvo un encuentro con mil 500 promotores del voto, que integran el nuevo corporativismo azul. Ahí se encontraban líderes campesinos, del deporte, redes del magisterio y de colonias populares. Oliva puso a disposición del michoacano esta ''estructura del PAN''.

Luego de declararse ''amigo'' del futuro gobernador y orgulloso de los avances democráticos, Calderón recordó sus promesas de campaña para retomar la bandera de López Obrador de la lucha por los pobres. ''He dicho que sería y voy a ser el presidente del empleo, porque sé que la pobreza se cura con empleo''.

Sin mencionar al perredista, señaló: ''Quiero ser presidente para todos los mexicanos y no sólo para los que votaron por Acción Nacional; que si hubo algún mexicano que votó por nuestra causa en función de la bandera del empleo, a él le cumpliré, pero que si hubo algún otro que votó por otro candidato o partido político pensando que ese candidato ayudaría a los pobres, quiero que sepan que también voy a ser el presidente que trabaje incansablemente para los pobres de México''.

Por eso, aseguró que será el presidente que promueva la unidad de los mexicanos combatiendo la desigualdad, la marginación y la pobreza y encabezando un gobierno siempre comprometido con las causas sociales. También hizo suya una propuesta de campaña de quien fuera su otro contrincante, el priísta Roberto Madrazo, al decir que si hubo un mexicano dolido de la inseguridad que se vive el país y votó por algún otro candidato, él también será el presidente que luche incansablemente por combatir ese problema.

Aun cuando esta entidad es bastión blanquiazul, el abanderado presidencial no se salvó de las protestas del Partido de la Revolución Democrática. Al inicio del día, en el hotel Gran Plaza, unos 50 seguidores de López Obrador lo recibieron con pancartas que demandaban el conteo "voto por voto". El candidato ya no escuchó los gritos de ''¡Obrador, Obrador!'', porque a bordo de su camioneta pasó en medio de las vallas que mantuvieron a distancia a los perredistas.

Al frente de ellos iba el dirigente estatal del PRD, José Luis Barbosa, quien declaró que acudieron para demostrarle al presidente Fox que las movilizaciones no se reducen a una calle de la ciudad de México.

 
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