El regreso a clases merma la presencia de niños y jóvenes
Refuerzan pejeviejitos y amas de casa campamentos de Reforma
Mujeres, pieza clave del movimiento; multiplican actividades cotidianas
Ampliar la imagen Como parte de las actividades de resistencia civil pacífica implementadas por los simpatizantes en plantón de la coalición Por el Bien de Todos, se colocó una gigantesca red amarilla, a modo de cascada, frente al Palacio de Bellas Artes Foto: Jesús Villaseca
En el primer día de regreso a clases, la señora Sofía Trejo se levantó a las 5 de la mañana para preparar a su hija, llevarla a la escuela, atender su casa y acudir al campamento de la resistencia civil, como lo ha hecho diariamente durante las últimas tres semanas.
Sentada en una mesa con varias de sus compañeras para analizar las líneas de acción dentro del movimiento, en una de las carpas de la delegación Cuauhtémoc, la mujer afirmó que sus labores de madre y ama de casa "no son impedimento para seguir en la lucha social en defensa de la democracia". Señaló que además de estar bien organizada y contar con el apoyo de familiares y vecinos, la resistencia de la que es partícipe también entra en sus obligaciones como madre.
"No quiero que mañana mi hija me reclame que me di cuenta del fraude que se cometió y no luché por dejarle un país más justo", expresó Sofía, habitante de la colonia Centro, quien como decenas de mujeres expresaron ese sentir a lo largo del corredor que va desde el Zócalo hasta la fuente de Petróleos.
Si bien en los diferentes campamentos de apoyo al candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, correspondientes a las 16 delegaciones, durante la mañana y parte de la tarde de ayer vio disminuida la afluencia de jóvenes y niños estudiantes, se refrendó la presencia de abuelas, amas de casa, empleadas y profesionistas que, afirman, continuarán en la lucha no sólo por la limpieza electoral, sino por el derecho de decisión entre los mexicanos.
"Que sea la gente del pueblo la que decida el destino del país y no un grupo de privilegiados en el poder que sólo vela por sus intereses, sin importar los de la sociedad y con base en imposiciones", es uno de los reclamos más sentidos que expresan hombres y mujeres a lo largo del corredor.
Mientras reparte volantes y convoca a los ciudadanos a unirse al boicot contra las empresas que, argumenta, patrocinaron la guerra sucia antes y después del 2 de julio en contra de López Obrador, Gilda Márquez Briseño sostiene que no permitirán que con el pretendido fraude electoral ocurra lo mismo que sucedió con los videoescándalos.
"¿Qué pasó con el nuevo video de Carlos Ahumada? Dos años después comprobamos que siempre sí se hizo un complot; pero qué nos ganamos, el mal ya está hecho. Por eso es nuestra lucha, para impedir que con el paso del tiempo se compruebe que en el 2006 se hizo uno de los más grandes fraudes de la historia en el país y nadie hizo nada", sentenció la mujer en el campamento de la delegación Venustiano Carranza.
Ante las clases, hombres acuden al relevo
Aunque ayer por momentos se vio mermada la participación de niños en los talleres infantiles o salas de dibujo, en su lugar se intensificaron las actividades informativas, la participación de adultos en tribunas abiertas, así como la proyección de películas de arte y documentales, cuyo repaso a través de la historia se remontó al fraude electoral de 1988, el paso de Vicente Fox en la resistencia civil panista hasta la difusión más reciente de las declaraciones de Carlos Ahumada desde La Habana.
En el tramo que va del Angel de la Independencia a la fuente de Petróleos, la presencia mayoritaria de hombres fue evidente. Algunos de ellos, con escobas en mano, desde muy temprano se dispusieron a hacer la limpieza de sus campamentos o a preparar sus alimentos.
¿Dónde están las mujeres?, se les inquirió al paso. ¡Al rato llegan!, respondían entre risas, los hombres, que salieron al quite para realizar las actividades cotidianas. Sin duda, las mujeres en este movimiento son pieza clave, no sólo porque nos apoyan en la cocina, sino porque también promueven actividades culturales, pero tendremos que reorganizarnos. Es más difícil, pero no hay de otra, reconoció el señor Valentín Hernández, quien en solitario desayunó un sándwich y leche con chocolate preparados en casa.
En los límites de los campamentos de Alvaro Obregón y Magdalena Contreras, a unos pasos de la puerta de Los Leones en Chapultepec, Alicia Mendoza Rangel, manifestó sus respeto por las mamás que además de atender a sus hijos llegan para apoyar la resistencia.
"Muchas viven cerca de aquí, otras tienen que trasladarse desde muy lejos, pero todo es posible cuando se tiene convicción", dijo al señalar que en su caso no tiene ningún problema, "mi hijo ya tiene 33 años y se cuida solo, por eso vengo diario desde muy temprano a repartir propaganda, informar a la gente o pedir una firma de apoyo para Andrés Manuel", comentó la mujer que todos los días acude desde Tlatelolco.