Un detenido confiesa haber fabricado la bomba detonada
Atentado en mercado moscovita deja 10 muertos; no se descarta xenofobia
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Rescatistas trasladan el cuerpo de una de las víctimas mortales del ataque con bomba, ayer, en el concurrido mercado de Cherkizovo, en Moscú, Rusia
Foto: Ap
Moscú, 21 de agosto. La xenofobia, practicada por grupos ultranacionalistas con la complacencia de un sector de la sociedad rusa, y a veces ante la mirada indiferente, cuando no cómplice, de policías locales, podría estar detrás del atentado que dejó hoy en esta capital 10 víctimas mortales, entre ellas dos niños, y más de un centenar de heridos.
Es la principal hipótesis que manejan las autoridades, de acuerdo con los primeros resultados de la investigación, filtrados esta noche a la prensa, para esclarecer el estallido de una bomba en el concurrido mercado de Cherkizovo, en Moscú, dividido en zonas bajo control de comerciantes de las antiguas repúblicas soviéticas y de países asiáticos más lejanos.
Trascendió que hay dos detenidos, uno de los cuales, químico de profesión, confesó haber elaborado el artefacto, desprovisto de metralla y con una potencia equivalente a kilo y medio de trilita.
La bomba de fabricación casera estalló en el pabellón Evrazia, donde se concentran los puestos de chinos y vietnamitas. Por lo anterior, la procuraduría de Moscú tampoco descarta que se haya tratado de "una disputa por áreas de influencia o un simple ajuste de cuentas entre bandas criminales", según dijo su titular, Yuri Siomin.
Hasta donde se sabe, no se han encontrado evidencias de que los vendedo- res azerbaiyanos y uzbekos, que representan los grupos étnicos más numerosos en el mercado de Cherkizovo -ubicado cerca del bazar de artesanías de Izmailovo, muy frecuentado por turistas extranjeros, y el estadio del Lokomotiv, en el que también se celebran partidos internacionales de futbol-, tuvieran algún conflicto serio con sus colegas de China y Vietnam.
En los años recientes han ocurrido en Moscú, donde vive un cuarto de millón de chinos y más de 100 mil vietnamitas, muchos de ellos como indocumentados, numerosos enfrentamientos entre las llamadas mafias asiáticas que operan en Rusia, pero sería la primera vez que un mismo atentado mata a nacionales de ambos países.
En cambio, varias personas vieron cómo tres jóvenes de apariencia eslava dejaron abandonada una bolsa deportiva, dentro de una cafetería administrada por vietnamitas, y huyeron cuando un guardia de seguridad intentó alcanzarlos para decirles que habían olvidado una de sus pertenencias.
Algunos vendedores pensaron que eran ladrones y los persiguieron hasta detener a dos, ya fuera del pabellón Evrazia, en el momento en que la onda expansiva de la explosión, multiplicada en potencia devastadora al producirse cerca de los varios tanques de gas que tenía la cocina de la cafetería, destruyó una superficie de 200 metros cuadrados.
De inmediato murieron 10 personas y, 55 de las más de cien heridas, fueron hospitalizadas en estado grave.