Critica EU prueba de misiles iraníes de corto alcance
Parar el enriquecimiento de uranio "no está en la agenda", afirma Irán
Teheran, 20 de agosto. Dos días antes de que concluya el plazo que Irán se impuso para responder a la petición de las potencias atómicas de parar su producción de combustible nuclear, el gobierno iraní anunció que no suspenderá actividades en las plantas especializadas e informó sobre la ejecución de pruebas de misiles balísticos de corto alcance, de fabricación nacional.
El vocero de la cancillería, Hamid Reza Assefi, dijo hoy que el gobierno iraní dará el próximo martes una respuesta "multidimensional" a las peticiones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero adelantó que "el cese del enriquecimiento de uranio no está en nuestra agenda, aunque preferimos una solución mediante el diálogo".
En junio, los países con armas nucleares y poder de veto en la ONU -Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China, que tienen un escaño permanente en el Consejo de Seguridad- ofrecieron a Irán un plan para que renuncie a producir su propio combustible nuclear, a cambio de tecnología e insumos necesarios para mantener activas sus centrales de generación nucleoeléctrica.
Irán no ha dado ninguna señal de que aceptará la oferta hecha por las potencias hace dos meses, en la culminación de un proceso de negociación con las autoridades iraníes, cuyos antecedentes se remontan a las inspecciones iniciadas por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en 2003, con la participación de Gran Bretaña, Francia y Alemania, en nombre de la Unión Europea.
La ausencia de acuerdos llevó al consejo de gobernadores de la AIEA a tomar el asunto en sus manos, para turnarlo finalmente al Consejo de Seguridad el 4 de febrero pasado. El órgano ejecutivo instó en marzo a Teherán, por primera vez, a suspender la producción de combustible nuclear por medio del enriquecimiento de uranio. El 31 de julio el Consejo de Seguridad retomó el asunto y estableció en la resolución 1696 un ultimátum que fijó el 31 de agosto como límite para que el gobierno iraní suspenda sus actividades nucleares o, de lo contrario, le imponga sanciones.
Las gestiones de las potencias nucleares, más Alemania, han estado guiadas por la idea de que Irán tiene planes para fabricar secretamente armas nucleares, lo cual ha sido negado por Teherán, que sin embargo ha reconocido la realización de pruebas de proyectiles balísticos, con capacidad para portar ojivas nucleares y recorrer distancias de hasta dos mil kilómetros.
En las maniobras militares denominadas Ataque de Zolfanghar -cuyo objetivo es preparar a las fuerzas armadas para responder en caso de agresión exterior- Irán probó un misil tierra-tierra con un alcance de 80 a 250 kilómetros. Los disparos fueron hechos en la región de Kashan, unos 200 kilómetros al sur de la capital, cerca del golfo Pérsico, y fueron mostrados por la televisión gubernamental.
Al reaccionar a este hecho, la presidencia de Estados Unidos emitió un comunicado en el que manifestó que "la demostración de Irán de su fuerza militar, en el momento en que continúa el desafío a las demandas de la comunidad internacional sobre su programa nuclear, nos recuerda los peligros de sus ambiciones atómicas".