Usted está aquí: viernes 18 de agosto de 2006 Economía México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Amargura entre administradoras de fondos para el retiro

El mercado laboral ''aforable'' se desmorona mientras avanza la informalidad

Ampliar la imagen Durante la ceremonia conmemorativa del 80 aniversario de la carrera de ingeniería petrolera, el director general de Petróleos Mexicanos, Luis Ramírez Corzo, recibió un reconocimiento por ser el primer egresado de la UNAM que está al frente de la paraestatal Foto: Notimex

Las "administradoras" privadas de fondos de retiro en el país se quejan amargamente porque sus utilidades ya no crecen como antes. Por tal concepto, en el primer semestre de 2006 "sólo" ingresaron a sus arcas poco menos de mil 300 millones de pesos, es decir, apenas 7.22 millones de pesos diarios en utilidades netas. Cuántos quisieran ese amargo ingreso, en especial cuando proviene de dinero ajeno.

Sin embargo, los dueños de las Afore entraron al negocio con gran entusiasmo, porque los privatizadores gubernamentales de las pensiones de los trabajadores les prometieron un futuro económico venturoso con un mercado laboral en plena expansión.

Casi nueve años después, ninguna de las promesas se ha cristalizado. Por el contrario, la economía avanza a paso de tortuga y el mercado laboral "aforable" se desmorona, mientras -cada vez con mayor velocidad y número de trabajadores- el sector informal se desarrolla a pasos agigantados, donde la seguridad social, el ahorro, la Ley Federal del Trabajo y el futuro venturoso no existen.

Ha sido tan exitosa la "nueva cultura laboral" (léase changarrización nacional y nueva generación de emprendedores) y la explotación de la mano de obra, que hasta los "administradores" de ahorros ajenos se quejan con amargura -aunque no precisamente por los efectos sociales provocados- que la caja registradora ya no suene como antes,

Y no sólo en México se registra esta situación, como lo explica la División de Desarrollo Social de la Cepal: la cobertura de los sistemas de pensiones en América Latina ha sido segmentada y muy baja, porque un porcentaje significativo de su mercado de trabajo está compuesto por sectores de subsistencia, con baja productividad y un acceso precario e inestable a relaciones comerciales y financieras (asociados a empleos precarios, niveles bajos de ingreso y alta incidencia de la pobreza). Como resultado, los sistemas contributivos excluyen a una gran parte de los trabajadores y sus familiares de las prestaciones contra los riesgos de invalidez, vejez y muerte, observándose grandes diferencias de cobertura entre los sectores formales e informales.

La privatización de las pensiones forma parte de las "reformas estructurales" para la globalización y el "desarrollo" promovidas por los organismos financieros internacionales, que los gobiernos regionales gustosamente iniciaron cinco lustros atrás, bajo la consigna de llevarlas a cabo sin consideración alguna, pero a la hora de hacerlo se les "olvido" la situación social no sólo de México, sino de América Latina en conjunto.

El nivel medio de desarrollo de la región, detalla la Cepal, ubica al PIB por habitante apenas por arriba de los 5 mil dólares promedio, muy por encima de Africa y Asia, pero cinco veces menos que el del conjunto de países desarrollados de la OCDE. Entonces, se la considera una región de clase media, capaz de atraer capitales internacionales para satisfacer sus necesidades de desarrollo y de establecer tratados de comercio para vender sus productos en los mercados internacionales.

En realidad, lejos de fortalecer un acceso estable a tales mercados, las corrientes internacionales de capital han sido esquivas para algunos países y volátiles para otros, y el mercado de comercio sigue limitado por prácticas proteccionistas y de inestabilidad de los precios de los productos básicos. A la postre, los países de la región han visto aumentar su vulnerabilidad externa, han experimentado fuertes crisis de financiamiento y comercio, y han pasado por importantes crisis financieras y de balanza de pagos, con enormes costos sociales en las fases de ajuste.

Además, la región tiene un récord histórico de desigualdad. De hecho, si se la mide por el coeficiente de Gini, es la mayor del mundo, lo que implica amplios sectores de la población en situaciones de pobreza e indigencia, lo que obliga mayores tasas de crecimiento para superar la pobreza, algo por demás ausente.

Desde el punto de vista de la protección social, es importante observar que la economía regional se ha hecho más volátil e incierta y que las medidas de ajuste aplicadas han tenido importantes costos sociales, han presionado más al mercado de trabajo y aumentando los problemas de subempleo y desempleo. Además, estos países traen una carga histórica de desigualdad y bajo crecimiento.

Las rebanadas del pastel:

Se les agota la estancia en Los Pinos y por lo mismo aceleran la de por sí voluminosa producción de sandeces, y en este sentido el vocero Rubén Aguilar pelea el premio: "no son tanquetas (las ídem antimotines apostadas en el Palacio Legislativo de San Lázaro); son vehículos que arrojan agua; en todo el mundo nadie las conoce ni como tanquetas, ni como tanques, son vehículos que arrojan agua; son usadas por la mayoría de las democracias consolidadas en el mundo y sirven para no golpear o dañar a los manifestantes" y para regar las plantas, algo parecido a las "balas de plástico, no de goma" contra los indocumentados, de Luis Ernesto Derbez.

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