Plantea abordar el problema desde la perspectiva médica, sociocultural y epidemiológica
Propone experto crear comisión para abatir el abuso de cesáreas
La iniciativa, de Arnoldo Guzmán, incluye cursos de capacitación y establecer comités de evaluación de procedimientos
No dañar al cuerpo por la expulsión, otro factor del incremento
La falta de información y, en ocasiones, la creencia de las gestantes de que pueden dar a luz de una manera más fácil respecto del parto normal, sin dolor y sin "dañar" a su organismo al momento de la expulsión, están entre las causas del incremento del número de operaciones cesáreas.
En otras ocasiones, prevalece el supuesto de que si ya hubo una cirugía previa, la segunda gestación también se resolverá de esa manera, lo cual no siempre es cierto, señalan los especialistas.
Arnoldo Guzmán Sánchez, jefe del Servicio de Obstetricia del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara, explicó que de 1918 a 1920, las incisiones para la cesárea se realizaban en la zona donde se ubica la matriz y por eso había el riesgo de que en el siguiente embarazo, ese órgano se rompiera. Actualmente, indicó, la cirugía se realiza en la parte baja del útero, con lo que se elimina por completo esa posibilidad.
El experto refirió una investigación realizada en mil mujeres con cesárea previa, y en quienes para el segundo parto se intentó que fuera vaginal: 65 por ciento de ellas logró dar a luz de manera natural.
En 1997, durante un coloquio sobre cesáreas organizado por el Comité Promotor por una Maternidad sin Riesgos, la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Perinatología, la investigadora Ana Langer advirtió sobre la necesidad de contar con estrategias dirigidas a las mujeres. Lo primero, apuntó, es evitar que las cesáreas sean el vehículo para que las pacientes accedan a otras cirugías como la ligadura tubaria, o a la anestesia -por el temor al dolor de parto.
También, apuntó la especialista, entonces directora de la oficina regional para América Latina y el Caribe de Population Council, se debe proporcionar información a las embarazadas durante la atención prenatal sobre el riesgo de las cesáreas para su salud, la de sus hijos y embarazos subsecuentes.
Por su parte, Guzmán Sánchez, quien elaboró una propuesta de ley para la formación del comisionado nacional y estatales de reducción de cesáreas, impulsó la introducción de la enseñanza de la Norma Oficial Mexicana para la atención del embarazo, parto, puerperio y del recién nacido, en el plan de estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara.
En busca de estrategias
Además, en el hospital civil donde labora, a diario se realiza una sesión con médicos residentes -en formación- y algunos adscritos para analizar los motivos que llevaron a la práctica de operaciones cesáreas el día anterior. De esa manera, el especialista busca reducir la cantidad de cirugías, de las cuales 32 por ciento son innecesarias, señaló.
El mismo médico comentó que en Jalisco, en 2003, murieron 60 mujeres por causas relacionadas con el parto, de las cuales a cuando menos 40 se les realizó una cesárea.
En 2004, el doctor Ignacio Lee Santos, del Hospital General de Zona número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Nuevo Laredo, Tamaulipas, publicó un artículo en la Revista Médica de esa institución, da cuenta de los resultados de la investigación que demostró que en un periodo de 10 años se incrementó el número de cesáreas en esa unidad médica, pero sin ningún efecto positivo para reducir la tasa de mortalidad materna y perinatal.
El especialista concluyó que la reducción de los casos innecesarios de cesárea representa un reto en la gestión de los hospitales, principalmente en México, donde existe una limitada inversión en salud.
De acuerdo con Guzmán Sánchez, del total de muertes de mujeres que cada año se reportan en México por causas asociadas a la maternidad, en cuando menos a la mitad de los casos se le hizo una cesárea necesaria o innecesaria. De ahí que, aseguró, reducir este tipo de procedimientos tendría impacto en la cantidad de decesos y complicaciones en la salud de las madres y los bebés.
Entre las propuestas que han surgido para abatir la cantidad de operaciones cesáreas, está la del doctor Guzmán Sánchez, sobre una ley para la creación del comisionado nacional y estatales de reducción de cesáreas.
El documento, que fue entregado al secretario de Salud, Julio Frenk, a la señora Marta Sahagún, y a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, plantea que los comisionados abordarían desde una perspectiva multifactorial (médica, sociocultural y epidemiológica) la problemática de las cesáreas.
Tendrían la responsabilidad de vigilar que las instituciones de salud cuenten con comités de evaluación de los procedimientos que se realizan, la frecuencia de las cesáreas, efectuar análisis sobre el número de gestantes a quienes se les practicó la cirugía y murieron, así como cuantificar el número de cesáreas que tuvieron complicaciones mayores y menores.
La propuesta señala que entre las actividades a desarrollar por los comisionados está la organización de cursos de capacitación para médicos generales, ginecobstetras, enfermeras y paramédicos; acciones de educación continua dirigida a la población en general; gestionar la presencia de acompañantes durante el trabajo de parto y parto, entre otras.