Usted está aquí: miércoles 16 de agosto de 2006 Opinión Bajo la Lupa

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

La guerra de EU (e Israel) que sigue: Irán

Ehud Olmert se prepara para la próxima guerra contra Hezbollah a quien no perdonarán su osadía de haber detenido a uno de los más poderosos ejércitos del planeta

Ampliar la imagen Ehud Olmert Foto: Ap

Ampliar la imagen Tom Regan demuestra con un apabullante cúmulo de referencias que Estados Unidos ayudó a Israel en su plan de ofensiva contra Líbano Foto: Ap

Mientras los autonombrados profetas del Armagedón gobiernen en EU e Israel (la coalición de cristianos sionistas: la mezcla contra natura de neoconservadores straussianos-jabotinskianos y fundamentalistas tele-evangelistas bautistas-sureños y texanos) será muy difícil detener la dinámica de la guerra global en proceso que la banca israelí-anglosajona desea convertir en una "tercera guerra mundial" (ver Bajo la Lupa, 16/7/06, 9 y 13/8/06), cuando el entorno financiero global ha entrado a su fase delicada (Stephen Roach; Morgan Stanley, 14/8/06).

Los geopolitólogos Federico Bordonaro y Jean-Philippe Miginiac aducen que "con la rápida emergencia de Hezbollah y su líder como fuerza dominante en Líbano, hay que esperar que Israel y EU consideren todas las opciones a la mano para destruir lo que perciben como una amenaza inaceptable. Debido al involucramiento profundo de Teherán en Líbano a través de Hezbollah, el escenario está puesto para una nueva fase en el conflicto EU-Irán" (Power and Interest News Report, 15/8/06).

El cese al fuego de la ONU (más disfuncional que nunca), después de un mes de hostilidades, representa una pausa y Ehud Olmert se prepara para la próxima guerra contra Hezbollah (Ap, 14/8/06) al que no perdonarán su osadía de haber detenido a uno de los más modernos y poderosos ejércitos del planeta y, peor aún, haber puesto en ridículo el sistema antimisilístico israelí-estadunidense frente a proyectiles rústicos rusos de la Segunda Guerra Mundial: los Katyusha, ni haber desfondado el tanque perfecto, el Merkava IV, ni una embarcación ultramoderna: "no serán perdonados (sic). Los perseguiremos todo el tiempo y en todos lados y no pediremos permiso a nadie (sic)", espetó el primer ministro Olmert ante el parlamento israelí a cuyas amenazas bélicas se sumó el jabotinskiano Bibi Netanyahu, anterior vendedor de productos electrodomésticos y líder del partido opositor Likud: "nos encontramos en un periodo transitorio entre guerras".

En una entrevista con Allister Heath (AH), el superhalcón Netanyahu adelanta la guerra que Bush emprenderá contra Irán (The Spectator, 12/8/06). AH comenta que "para Netanyahu el ascenso del régimen extremista iraní es el evento definitorio de nuestros tiempos; el mundo entero (sic) está en su mira, no solamente Israel". ¿Habrá sopesado Netanyahu sus mendacidades, siendo uno de los políticos más violentos del mundo y quien echó a andar hace una década la maquinaria bélica en Medio Oriente con su documento Clean Break ("Ruptura limpia") en alianza con los cristianos sionistas?

AH resume que Netanyahu "se encuentra absolutamente (sic) convencido de que EU (...) prevendrá que Irán acceda al mundo nuclear, y esto ocurrirá en algún momento durante los dos años tres meses que le quedan a Bush en la presidencia".

En plena degenerescencia cerebral, a sus 88 años el israelí-británico Bernard Lewis asegura que el próximo 22 de agosto Irán lanzará sobre Israel las bombas nucleares que aún no posee, si aceptamos los asertos amenazantes de Netanyahu, quien afirma que los servicios de inteligencia israelíes consideran que la teocracia chiíta producirá "una (sic) bomba en los próximos tres años".

Aunque no se ponen de acuerdo sobre la dotación de armas nucleares iraníes, el jabotinskiano Netanyahu aboga por la "resurrección de guerras religiosas" y retoma el cliché del retorno del "Imán oculto" que maneja Lewis: "un hecho que los chiítas creen será acompañado de un Apocalipsis". Obviamente que Netanyahu no dice nada sobre el Armagedón apocalíptico de sus aliados consustanciales: los cristianos sionistas, en cuyas primeras filas participa ferozmente William Kristol, hacedor de los discursos islamófobos de Baby Bush y director del Proyecto del Nuevo Siglo Estadunidense (PNAC, por sus siglas en inglés), quien alucina el "cambio de regímenes" en todo Medio Oriente al unísono de la doctrina Wolfowitz y del choque de civilizaciones del racista Huntington (quien degradó en su reciente libro a una guerra religiosa entre anglosajones protestantes blancos y guadalupanos morenos).

El nihilista neoconservador Kristol proclamó en la revista ultrafascista que dirige (Weekly Standard, 24/7/06) que la guerra de Israel en Líbano constituía "nuestra guerra: Bush debe (sic) ir a Jerusalén y EU debe (sic) confrontar a Irán". Totalmente desquiciado, el israelí-estadunidense Kristol vocifera que "la civilización (¡súper sic!) democrática (¡extra-sic!) liberal (sic)" (¡cómo se dan cuerda solos!) se encuentra en peligro de muerte por el radicalismo (sic) islámico iraní y exige que EU realice la tarea sucia que Israel, por lo visto, no ha podido emprender: bombardear las plantas nucleares de Irán.

Desde el punto de vista racional y geopolítico, Irán emergió como gran triunfador sin disparar una sola bala debido a la derrota estratégica de la fallida invasión unilateral anglosajona a Irak, donde no pudo capturar su riqueza petrolera. Lo demás es propaganda negra para oligofrénicos que gustan manejar (debido a su misantropía inherente y gracias a su control de los multimedia globales) los amanuenses de la banca israelí-anglosajona totalmente quebrada y que pretende paliar sus pérdidas mediante una "tercera guerra mundial".

El mismo Baby Bush confesó que la guerra de Israel en Líbano era "de EU contra Irán por procuración" (The Financial Times, 11/8/06), lo que ya se sabía desde hace mucho: "EU ayudó en el plan de ofensiva de Israel contra Líbano", según demuestra en forma impecable Tom Regan, de The Christian Science Monitor"(14/8/06), con apabullante cúmulo de referencias, entre las que destacan los hallazgos del San Francisco Chronicle.

Pero ningún descubrimiento ha puesto más furibundos a los hacedores de la política de EU e Israel, exhibidos en su obscena colusión bélica para atacar a Irán, que el que acaba de publicar en la revista The New Yorker (14/8/06) el israelí-estadunidense Seymour Hersh (SH), uno de los mejores investigadores del periodismo en el mundo, y con fuentes íntimas en el Pentágono, quien demuestra la participación directa del vicepresidente Dick Cheney en la planeación de las represalias de Israel: la destrucción o el desarme de Hezbollah en Líbano facilitaría el ataque preventivo de EU a las instalaciones nucleares de Iran. Bush deseaba dos cosas: "atacaría a Irán como parte de su eje del mal y sus instalaciones nucleares, y estaba interesado en atacar a Hezbollah" (para que no lanzara sus cohetes a Israel en represalia por el bombardeo a Irán).

Cita a un "diplomático occidental" sin identificar quien considera que el grupo de Cheney y Elliot Abrams (notable neoconservador straussiano-jabotinskiano y criminal convicto por el putrefacto Irán-contras de contrabando de cocaína por armas) lleva la batuta en el gobierno bushiano para imponer la agenda contra Irán. SH concluye con las aprensiones del diplomático de marras de que la "crisis realmente empezará a finales de agosto, cuando los iraníes digan no al ultimátum de la ONU para cesar su enriquecimiento de uranio".

 
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