La institución castrense no debe meterse para retirar a la gente, considera el general
Garfias: ofendería AMLO al Ejército si ''impide'' el desfile del 16 de septiembre
Ni siquiera en momentos críticos, como el 68, se ha suspendido la parada militar, comenta
En caso de que Andrés Manuel López Obrador ''impida'' la realización del desfile militar del 16 de septiembre en el Zócalo de la ciudad de México, ello significaría ''un grave insulto y una grosería a las fuerzas armadas'', aseveró el general de división Luis Garfias Magaña. En entrevista con este diario, el militar retirado dejó en claro sin embargo que la institución castrense ''no debe meterse para retirar a la gente'' de la Plaza de la Constitución, porque eso es responsabilidad exclusiva de las autoridades capitalinas y, en todo caso, del gobierno federal.
''Es muy grave que en estos momentos de la vida nacional alguien que pretende gobernar a México insulte al Ejército, porque la columna que sostiene al país son las fuerzas armadas. ¡Quiéranlo o no, éstas sostienen al país y al gobierno!'', señaló tras afirmar que ''prudencia'' significa ''no meter al país y al Ejército en circunstancias críticas''.
De seguir con este tipo de actitudes, indicó, la imagen de López Obrador ante las fuerzas armadas se vería muy dañada.
La Plaza de la Constitución, añadió, es ''alfa y omega'' de la historia del país; ahí han tenido lugar los hechos más importantes (...) además de que ''no es propiedad de ningún partido político, sino de todos los mexicanos'', y en caso de que el candidato de la coalición Por el Bien de Todos impidiera la parada militar estaría insultando no sólo al Ejército, sino también a la Armada y a la Fuerza Aérea.
El divisionario, quien fue agregado militar de México en Argentina, diputado federal por el PRI y posteriormente titular de la Comisión sobre las Fuerzas Armadas del PRD, señaló que ni siquiera en los momentos más críticos de nuestra historia -como fue en septiembre de 1968 y 1969-, los soldados dejaron de marchar el 16 de septiembre.
Conocedor de la historia militar de México, Garfias comentó que esta fiesta, ''que es de todos los mexicanos'', se inició durante el gobierno de Porfirio Díaz y que en 1910 tuvo lugar el ''desfile del centenario'', bajo el mando del general ''conservador'' Francisco Vélez; con el inicio de la Revolución la parada militar se reanudó hasta 1917, fecha desde la cual ésta se ha llevado a cabo de manera ininterrumpida.
Interrogado sobre la posibilidad de que sea el Ejército quien tome la decisión de ''liberar'' el Paseo de la Reforma y el Zócalo para que se lleve a cabo el desfile, el militar respondió que la institución castrense ''no tiene por qué hacerse a un lado ni meterse para levantar a la gente (del plantón)'', porque esa es responsabilidad de la policía preventiva de la capital y/o de la Policía Federal Preventiva. En este contexto señaló que las autoridades ''no deben confundir prudencia con pusilanimidad'', y que toda prudencia tiene sus límites.
Asimismo, cuestionó la posibilidad de que López Obrador encabece el 15 de septiembre la ceremonia del Grito en la Plaza de la Constitución, porque esa es una noche de fiesta popular de todos, sin distingo de partidos políticos, además de que al estar reunida la gente podría prestarse la situación para que provocadores irrumpieran y se suscite un zafarrancho de consecuencias lamentables.
Luego de explicar que los batallones de las tres fuerzas armadas ya se preparan para el desfile, en cuanto a contingentes, tiempos, uniformes, logística, etcétera, Garfias indicó que ''para los soldados es una cosa de profundo orgullo y satisfacción el que el pueblo vea a su Ejército, que aprecie la disciplina, la marcialidad las banderas de los destacamentos, las bandas de guerra''.
Indicó que la logística de un desfile de estas dimensiones requiere que cuando menos 48 horas antes queden listas las calles por las que marcharán los soldados; en este caso 5 de Mayo, Madero, avenida Juárez y Paseo de la Reforma deben quedar libres para la parada militar.