Anuncia Putin el "retiro" de tropas de Chechenia
El Kremlin empieza campaña de propaganda para ocultar errores
Moscú, 12 de agosto. De unos años para acá, siguiendo un guión propagandístico que se repite con los retoques cosméticos de rigor, el Kremlin anuncia con cierta regularidad el retiro parcial de sus tropas estacionadas en la república separatista de Chechenia, sin que el número de efectivos federales disminuya en el Cáucaso del Norte.
Por el contrario, cada nuevo "retiro" -ya sea por cambio de subordinación ministerial o reubicación de tropas- poco afecta los esquemas de control militar de Chechenia y, por lo común, se traduce en un reforzamiento del ejército ruso en la región.
No parece que vaya a ser la excepción el anuncio más reciente del presidente Vladimir Putin, quien ordenó a las dependencias implicadas "considerar la posibilidad de realizar entre 2007 y 2008 el retiro por etapas de las tropas desplegadas en Chechenia con carácter temporal".
Se busca ahora dar la impresión de que, con la muerte de Shamil Basayev y otras figuras del separatismo más radical, la situación se ha estabilizado en Chechenia y las tropas nada tienen que hacer allá, toda vez que los gobernantes pro rusos, con el primer ministro Ramzán Kadyrov a la cabeza, son capaces de combatir a los independentistas por sí solos, si bien todavía requieren la ayuda de "las tropas federales estacionadas de modo permanente".
Detrás de los eufemismos emerge todo un enredo de números deliberado. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos soldados rusos hay en Chechenia, porque los ministerios de Defensa y del Interior no revelan ese tipo de estadísticas ni precisan qué unidades tienen carácter permanente y cuáles temporal.
Sin embargo, filtraciones interesadas desde la dependencia castrense rusa indican que el contingente federal suma en Chechenia 64 mil efectivos, mientras organizaciones de derechos humanos con sede en esa república consideran que hay cerca de 80 mil.
Sustentan su estimación en que el anterior "retiro" por etapas, entre 2003 y 2005, incluyó a 40 mil de los 120 mil militares que había, aunque aquellos no se fueron muy lejos al quedar reubicados en la colindante república de Kabardino-Balkaria, cerca de la frontera administrativa con Chechenia, a pocas horas de Grozny, su capital, por carretera y a minutos en helicóptero.
Para hacer más espectacular el último anuncio, fuentes cercanas al Kremlin se encargaron de difundir que las tropas rusas con carácter permanente en Chechenia están compuestas por la división 42 del ejército (13 mil hombres) y la brigada 46 de operaciones especiales del Interior (11 mil hombres), a los que se deben añadir 17 mil efectivos (en su mayoría, ex rebeldes separatistas) que integran la guardia pretoriana de Kadyrov, ahora llamada "policía chechena".
En otras palabras, hasta 2008, dando por cierto que el total son sólo 64 mil, deberán salir de Chechenia 23 mil federales, que serían los que actualmente forman parte de las unidades "temporales" de los ministerios de Defensa y del Interior.
El centro federal, al término de este nuevo "retiro" de tropas, dentro de dos años, tendría en Chechenia un contingente armado de 41 mil hombres, sin contabilizar los 40 mil que permanecen en la frontera con Kabardino-Balkaria y los 23 mil que van a salir para ser reubicados en bases militares de las repúblicas norcaucásicas de Daguestán y Karachaevo-Cherkesia, en espera de que lleguen ahí los soldados que Rusia tendrá que retirar de Georgia.
El Kremlin destaca como gran logro la intención de reducir el número de tropas en Chechenia, a sabiendas de que poco cambia con la reubicación en turno de tropas en su cercanía. Prefiere este golpe de efecto a reconocer que su fallida política en el Cáucaso del Norte genera creciente inestabilidad, lo cual obliga a reforzar la presencia militar de Rusia en la región, donde ya tiene desplegados más de 300 mil soldados y sofisticado armamento.