Anuncia Kofi Annan que el cese de hostilidades entra en vigor a las 7 horas del lunes
Israel pacta tregua con Líbano, pero amplía invasión en zona sur
Tel Aviv desembarca cientos de tropas, tanques y helicópteros para lanzar nueva ofensiva
La resolución de la ONU, "injusta porque nos atribuye la culpa de la guerra": Hezbollah
Ampliar la imagen Muhamed Sameer Mousa, de 11 años de edad, convalece en un hospital de la ciudad de Tiro, Líbano, luego que le fueron amputadas las piernas por las lesiones que sufrió durante un bombardeo israelí Foto: Reuters
Beirut, 12 de agosto. Tropas de infantería, pelotones de asalto, tanques y helicópteros israelíes empezaron hoy una ofensiva terrestre de gran envergadura para extender la invasión sobre el sur del territorio libanés, a pesar de la resistencia de las milicias chiítas de Hezbollah en el terreno y de la convocatoria hecha el viernes por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) para un cese "inmediato" de hostilidades.
La guerra continuaba este sábado en diversos frentes, mientras altos funcionarios de Líbano e Israel dialogaban con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para acordar la hora precisa del alto el fuego. En un comunicado difundido este sábado, Annan informó que Beirut y Tel Aviv decidieron poner fin a las hostilidades el lunes 14 de agosto a las 5:00 horas (GMT), es decir, a las siete de la mañana local.
En la madrugada de este sábado, no obstante los planes de paz, Israel comenzó la mayor operación militar desde la guerra regional de Yom Kippur, en 1973. Las fuerzas armadas israelíes utilizaron unos 50 helicópteros para desembarcar cientos de tropas en suelo libanés, como parte de una ofensiva aprobada esta semana por el gabinete de seguridad y el primer ministro Ehud Olmert.
Triplicó Tel Aviv el número de soldados
El jefe del Estado Mayor israelí, el general Dan Halutz, reveló este sábado que Tel Aviv triplicó el número de soldados en Líbano, al pasar de 10 mil a unos 30 mil.
A lo largo del día, mandos militares y civiles israelíes rechazaron fijar fecha para finalizar las operaciones ofensivas contra Líbano. En cambio, dijeron que la escalada militar podría durar "días y hasta semanas" antes de acatar la solicitud de la ONU de cese de hostilidades, que no fue establecida con precisión en la resolución 1701, aprobada el viernes.
Más aún: el jefe de operaciones de la región militar norte, el general Alon Friedman, aseveró que "de ser necesario iremos más allá del río Litani", que delimita la franja sur de Líbano. "Es una operación por etapas. La primera durará varios días, para que podamos controlar el terreno. La segunda, que consistirá en limpiarlo, durará días más, inclusive semanas", declaró Friedman a la radio pública de Israel.
Al proseguir la ocupación de Líbano, los soldados israelíes tomaron una colina estratégica que los sitúa cada vez más cerca del río Litani -unos 30 kilómetros al norte de la frontera-, la cual, en la invasión de 1978, fue declarada como límite fundamental.
Tras duros combates con el brazo armado de Hezbollah, la Resistencia Islámica, unidades israelíes ocuparon el pueblo de Ghandouriyeh, situado a unos 20 kilómetros al este de Tiro y a unos 12 al oeste de la frontera entre Líbano e Israel.
Once soldados murieron y 60 resultaron heridos en Ghandouriyeh y otros puntos de choque con la Resistencia Islámica, según una portavoz de las fuerzas armadas israelíes, quien además dio cuenta de que 30 milicianos chiítas fueron abatidos.
Los combates en el sur de Líbano fueron aparentemente la causa de que la Resistencia Islámica redujera sus ataques con cohetes hacia territorio israelí, donde hoy sólo cayeron 30 obuses, dejando un saldo de tres civiles heridos.
Durante el desembarco, un helicóptero de Tel Aviv fue derribado por guerrilleros chiítas en la localidad de Yater, 16 kilómetros al sureste de Tiro, que se ubica, a su vez, a 10 kilómetros al sur del río Litani.
En nuevas incursiones tácticas sobre varias regiones del país, la aviación israelí bombardeó este sábado al amanecer una central eléctrica que está próxima al puerto de Saida, en el suroeste de Líbano -en lo que constituyó el segundo ataque sobre la localidad en 32 días de guerra-, dejando un saldo de tres muertos.
También en el sur libanés, los cazabombarderos de Tel Aviv dispararon contra el pueblo de Rachaf, donde 15 personas fallecieron. Minutos antes de la embestida, milicianos de Hezbollah y soldados israelíes se enfrascaron en tiroteos.
Los proyectiles israelíes también alcanzaron los suburbios del sur de Beirut, carreteras en la meseta de Akkar, cerca de la frontera con Siria; torres e instalaciones del servicio de electricidad cercanos a Sidón y Tiro, y la autopista que comunica a la capital libanesa con Damasco.
Las aeronaves israelíes abrieron fuego sobre el camino que conduce al puesto fronterizo de Arida, el último punto abierto para transportar artículos de ayuda humanitaria para los cientos de miles de refugiados que ha causado la invasión.
Al menos mil 61 libaneses y 124 israelíes han muerto en la guerra que comenzó el 12 de julio, cuando las milicias de Hezbollah capturaron a dos soldados israelíes, cuya liberación exige la resolución 1701, aprobada el viernes.
La movilización militar al sur del río Litani y las incursiones tácticas de la aviación en el resto de Líbano tuvieron lugar a unas horas de que el gabinete celebre su reunión semanal del domingo, en la que esta vez tienen prevista la discusión sobre la resolución de Naciones Unidas.
Portavoces del gobierno anticiparon el viernes que el primer ministro -un político con raíces políticas en el partido derechista Likud- recomendará al gabinete la aprobación del texto votado favorablemente en Nueva York el viernes.
Además de llamar al cese de hostilidades, el órgano decisorio de la ONU aprobó en la resolución 1701 el despliegue de una fuerza multinacional de hasta 15 mil hombres en el sur de Líbano, para lo cual Francia e Italia ofrecieron participar en los contingentes.
El gabinete libanés aceptó la resolución de manera unánime
En la capital libanesa, el texto del Consejo de Seguridad fue "aceptado unánimemente" por el gabinete, pese a que "hay algunas reservas", declaró el ministro de Información, Ghazi Aridi, al terminar una reunión de ministros, entre quienes hay dos miembros del movimiento Hezbollah.
Previamente, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, afirmó que la resolución es "injusta, porque atribuye a la organización la responsabilidad de haber iniciado la guerra". Advirtió, sin embargo, que los combatientes mantendrán "la resistencia mientras el enemigo prosiga su agresión".
A su vez, el viceprimer ministro israelí, Shimon Peres, celebró que el documento de la ONU considere a Hezbollah como "agresor" y reclame la liberación de los militares israelíes.