El nuevo poemario de Dana Gelinas retrata sus primeros 15 años de vida
Altos Hornos refleja las influencias del desierto y la actividad industrial
"Es una especie de despertar a la conciencia; quise plasmar lo que se me grabó como un surco"
Ampliar la imagen La autora Foto: Renata Contreras Gelinas
Una evocación de la infancia y la adolescencia en el desierto es lo que se plasma en Altos Hornos, nuevo libro de la poeta Dana Gelinas (Coahuila, 1962), quien recientemente fue distinguida con el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2006.
Como un adelanto para La Jornada, la autora, cuyos primeros años los vivió en Monclova en torno a una planta metalúrgica, comentó que Altos Hornos es un libro sobre la manera en que creció, la creación del acero y al mismo tiempo del forjamiento de la conciencia de la mente de una escritora.
Publicado por editorial Praxis, aunque todavía no está en circulación, el volumen, explicó la poeta, "da cuenta de mi infancia en el desierto, lugar donde crecí, con su vegetación y maravillosos crepúsculos naturales, pero también aquellos irreales -con sus púrpuras, magentas y escarlatas y olor azufre- cercanos al apocalipsis, generados no por la naturaleza, sino por las calderas de una planta metalúrgica, industria en torno a la que se desarrollaron mis primeros 15 años de vida".
No es sólo una descripción del lugar, señala, "sino la manera en que crecí. Es una especie de despertar de la conciencia, ya que viví en un ambiente completamente industrial y sólo una brizna de hierba. Nada más. Era un milagro que creciera algo en ese paisaje.
"Sin embargo, de alguna manera, con ciertas actividades que realizaba, como pasear en bicicleta, patinar, jugar, bailar, era lo más parecido a la felicidad. Quise plasmar las cosas que se me quedaron grabadas en la memoria y en el alma como surcos. Desde la brutalidad del sol y lo difícil que era respirar cuando las casas estaban muy calientes y se llega a perder el apetito, la egoísta conciencia de la infancia, hasta los paisajes y viajes por carretera, donde a sus orillas se venden animales y la gente subsiste precariamente.
"Eso es de lo que trata el volumen, aunque también una especie de despertar de la conciencia de la escritura."
Altos Hornos es también el titulo del primer poema que se presenta en el libro. "Integrado por 21 fragmentos, comienza con un poema acerca del nacimiento y termina con otro sobre cómo me fui de ahí para buscar otros horizontes. A ese poema le siguen los titulados La poza de la Becerra y Otros poemas del Norte. El tono de todo el poemario es de cierta melancolía".
Inexplicable situación de los mineros
Gelinas terminó de escribir el libro poco antes del accidente de Pasta de Conchos, en el que fallecieron 65 mineros, y no tiene que ver con esa otra lamentable realidad. Sin embargo, como poeta coahuilense, lamenta que las minas funcionen todavía en esas condiciones. "No me explicó cómo todavía ellos tienen que bajar al centro de la tierra a buscar cosas. No sé por qué la ciencia, la tecnología no sustituye esos materiales, por medios químicos u otras vías. No es justo que alguien esté haciendo ese trabajo y menos en esas condiciones tan terribles".
El pasado miércoles 26, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes fue comentado su anterior poemario, Boxer, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2006, por Hugo Gutiérrez Vega, Lucía Rivadeneyra y Roberto Arizmendi. Publicado por la editorial Joaquín Mortiz.
Boxer, "con humor, ironía y un tono lúdico, es un poemario construido como un recorrido el día de San Valentín, por los departamentos y espacios de un centro comercial, en busca del regalo perfecto. En ese sentido se convierte en un recorrido simbólico por el ideario de las sociedades de consumo. Dividido a la manera de una tienda, por departamentos (lencería, departamento de caballeros, artículos de piel, ropa casual, electrónicos, joyería, farmacia, baratas, libros y revistas, departamento de crédito y cobranzas), cada poema es el escaparate de un inconsciente colectivo que muestra contradicciones, deseos, frivolidades y carencias, productos de la modernidad en que vivimos", señalaron los ponentes.