Luz prístina

El maestro Hughes de Courson es un viejo conocido del Disquero. A él se deben improntas tales como el fabuloso álbum Mozart in Egypt, en sus dos volúmenes, que ha causado sensación en el planeta entero, con sus invenciones geniales a partir de la música de Mozart entreverada con la magia, el misterio y el encanto de la música egipcia antigua.

También es autor de O Stravaganza, música celta irlandesa entrepiernada con los efluvios de Vivaldi. Un injerto anterior lo realizó con la música de Bach emparentada con los tambores y los cantos rituales de Africa. Todos esos discos han sido glosados en este espacio, donde ahora llega Lux Obscura (Virgin Classics), que en realidad es luz prístina, un brillo de esplendor que tiene como subtítulo A medieval electronic Project, consistente en la cantilación, dentro de una clepsidra de arena brillosa, del misterio de la música medieval con sonidos electrónicos, activada con instrumentos de época: flautas de pico (y pala, je), dulcimers, sacabuches, cornetos, y voces privilegiadas y expertas, en combinación con instrumentos antiguos sometidos a procedimientos electrónicos, loops de encantamiento y activaciones cibernéticas a placer (y tañer).

Con este arsenal, el maestro De Courson despliega 15 piezas extraídas del tesoro de la polifonía medieval. Destacan las composiciones de Guillaume de Machaut, uno de los artífices de la gran música que han realizado inspirados en él los autores de siglos subsiguientes, así como las de Francesco Landini y Perotinus Magnus, mejor conocido como Perotin. Un surtidor de luz brillante con baladas, motetes, saltarelos, arquitecturas sonoras que remiten irremisiblemente a los castillos, trabes, gárgolas, contrafuertes, hilos polifónicos trenzados en apasionante diapasón.