DISQUERO
Los poderes de la respiración
La discografía del Coro filarmónico de cámara estoniano, que fundó y dirige Paul Hillier, es un collar de diamantes que suelen engarzarse al cuello los lectores del Disquero, pues una a una las joyas se han ido sumando a la cuerda en cuanto salen del horno. Ejemplos: los primeros dos volúmenes (ya existe un tercero) de la prodigiosa serie Voces Bálticas; All Night Vigil, 6 Vísperas y 8 Matutinos de Rachmaninov; Te Deum, Litany, Kanon Pokajanen y Beatus, álbumes consagrados al estoniano Arvo Pärt (ya hay otro en esta serie, Da Pacem), han sido glosados consecutivamente en este espacio.
Antes del volumen 3 de Voces Bálticas y del nuevo disco de Arvo Pärt, llegó a México una grabación anterior de estos maestros cantores estonianos: The powers of heaven (bajo el sello harmonia mundi), que recoge 11 obras maestras de la música ortodoxa rusa producida en los siglos XVII y XVIII, recopilada gracias al talento, intuición y sabiduría de Paul Hillier, también cantante y musicólogo, cuya colega Marika Kuzma hace notar en sus notas al programa los varios valores de ese juego de espejos que se deslizan y resuenan en su brillo interno y que son las voces de todos y cada uno de los cantantes involucrados en este álbum, cuya escucha torna a quien lo oye un ángel, una estatua ensimismada, una fuente brotante nutrida de fluido corporal arcangélico.
Es tal el nivel de concentración y éxtasis que se cumple el aserto de Marika Kuzma, quien desliza el conocimiento mediante la alegoría: en la tradición ortodoxa rusa, la divinidad se traduce en palabras, en iconos, en la fragancia del incienso y en la resonancia de la música, que es en realidad la respiración humana.
Pablo Espinosa