El cantautor cubano, Silvio Rodríguez, habló en entrevista sobre la situación actual de AL
"El conteo voto por voto no sólo es necesario, sino imprescindible"
Ante la socarronería de los políticos debemos recurrir a la poesía, zona que no pueden manchar con sus astucias, dijo
Erase que se era, su álbum más reciente, contiene temas de finales de los años 60
Ampliar la imagen "Siempre he preferido la sobriedad y la discreción a la espuma momentánea del triunfalismo", declaró Silvio Rodríguez a La Jornada, durante la entrevista electrónica. En la imagen, el cantautor en su estudio de grabación, en Cuba
Erase que se era, la más reciente producción del cantante cubano Silvio Rodríguez Domínguez, rescata canciones compuestas, en su mayoría, entre 1967 y 1970. Ninguna figura en su discografía personal.
"La idea es parte de una necesidad que arrastro desde siempre... Para Días y flores (1975), mi primer disco, tuve que escoger 12 canciones de entre los varios cientos que ya tenía compuestas entonces", cuenta uno de los fundadores de la nueva trova cubana, en entrevista electrónica con La Jornada.
Ahora, un Silvio Rodríguez maduro, saca del cajón algunas piezas y las interpreta.
Erase que se era es un álbum doble con 25 canciones, entre ellas algunas joyas no tan conocidas, como Oda a mi generación y Canción de la trova, y algunas harto famosas y celebradas, como El papalote y Fusil contra fusil, además de un video reproducible en computadora.
En entrevista, habló sobre Cuba, América Latina (AL) y México: "El conteo voto a voto no sólo es necesario, sino imprescindible".
También afirmó que "se ha dicho tanto, en tantos idiomas y de tantas maneras" acerca de la situación del mundo, "que hasta los mismos políticos lo repiten socarrones y satisfechos, aparentando que no se trata de ellos mismos. Quizá por eso haya que recurrir a lenguajes que definitivamente no dominan, como la poesía, zonas de la expresión que no pueden manchar con sus astucias".
En el ejército descubrió su manía
En 1967, Silvio Rodríguez era un joven de 20 años (nació en noviembre de 1946). Recién había terminado el servicio militar, donde descubrió su "manía" por inventar canciones: "Aquellas criaturas se me habían aparecido para entretenerme en las interminables noches de campamento.
"Mis familiares y amigos estaban acostumbrados a que les guitarreara lo último que se me había ocurrido, aunque en la escena acumulaba sólo un modesto quehacer trovador: el de mis opacas incursiones en los festivales de aficionados del ejército. Por eso me fue pavoroso verme cantando en un programa estelar de televisión, justo al día siguiente de haber firmado el documento que me liberaba del uniforme", recuerda Silvio en el libro Canciones del mar.
En 1969 se enroló en el motopesquero Playa Girón. El mar le regaló, durante esos cuatro meses y dos días, decenas de composiciones, entre ellas algunas de las más reconocidas, como Debo partirme en dos y Playa Girón.
Letras esenciales en la rocola colectiva
Los cantos de Silvio Rodríguez han sido fundamentales en la formación sentimental de varias generaciones progresistas latinoamericanas. El trovador es, además, ampliamente conocido en Europa, Africa y Norteamérica.
Ciertas canciones suyas son imprescindibles en la rocola colectiva de la segunda mitad del siglo XX latino; entrañables himnos, ya sea al amor (Ojalá), a las ganas de construir una sociedad nueva (La era está pariendo un corazón), o a ambos (Hoy mi deber).
En entrevista, Silvio opinó sobre Cuba, su hogar: Se encuentra "con cierto mejoramiento económico y aún con problemas que siguen reclamando soluciones. Acaban de entregarle a (George W.) Bush nuevos planes (que no son nuevos) para acabar con la Revolución, y él ha aprobado 80 millones de dólares con ese propósito (el pasado 10 de julio aprobó un aumento de ese monto para patrocinar actividades de la disidencia cubana y ejercer mayor control de las sanciones de Washington contra la isla). Una prueba pública del nivel de cinismo y descaro con que actúan los poderosos -y ya veremos que nadie protesta por esto.
"Por nuestra parte, creo que nos sigue haciendo falta profundizar, definir y establecer aspectos de las relaciones de los cubanos con nuestro país. No me refiero a los derechos humanos, sino a los derechos cubanos. Si lo conseguimos seremos más inexpugnables."
Respecto de cómo percibe América Latina, en general, dijo: "Veo con optimismo el surgimiento de dirigentes y gobiernos progresistas. Hay que pasar por la unión latinoamericana para dignificar la vida de nuestros pueblos y también para hacer nuestro aporte a la justicia universal. Por otra parte, siempre temo que algunos se confíen, que se envanezcan con los logros y que el exceso de entusiasmo envalentone y eche a perder no sólo lo avanzado, sino todo lo que falta por hacer. El progreso tiene enemigos muy viejos, mañosos y destructores. Toda la vida he preferido la sobriedad y la discreción a la espuma momentánea del triunfalismo".
El cantautor siempre ha mantenido una relación muy cercana con nuestro país y es muy querido por lzos mexicanos.
En esta ocasión, ante la pregunta de cómo percibe el conflicto poselectoral mexicano, respondió: "Cuanto sucede en México siempre ha sido de enorme importancia para los cubanos. Sólo a título personal, porque usted lo pregunta, y con todo respeto por la soberanía mexicana, me atrevo a decir que el conteo voto por voto no sólo es necesario: es imprescindible. Aunque algunos medios -que ya se sabe a quiénes responden- hayan dado por terminada la elección presidencial, en estos momentos el mundo continúa en vilo, mirando hacia México. No realizar el conteo puede infligir un daño incalculable a la nación mexicana, pero también a la credibilidad de las democracias a escala universal.
"Supongo que otra pregunta que sería necesario hacer es quiénes van a realizar ese conteo."
Silvio Rodríguez no tiene planeado venir a México pronto, pero, eso sí: "Tengo muy presente nuestra última visita: las tres presentaciones en el Auditorio Nacional y el broche de oro de aquel Zócalo inolvidable" (mayo, 2005).
Silvio Rodríguez, a sus 23 años, tenía ya tanta nostalgia en el corazón como para nombrar una pieza Erase que se era y cantar: "Yo no sé si fue el tiempo/ que lo vuela todo,/ o si fuimos nosotros/ detonando el tiempo, / pero nos fragmentamos/ como una granada./ Erase que se era una vez".
Hoy, tantos mañanas después, a poco de cumplir 60 años, canta lo que hace tantos ayeres sentía: "Yo no sé si ha servido/ de algo o de nada/ que haya habido pasado/ y que quede recuerdo./ Yo no sé si mañana/ pensaré lo que hoy vivo./ Erase que se era una vez..."
Y queda la duda en el aire: hoy, que llegó ese mañana, ¿piensa lo que ayer vivió?