Aunque reservadamente, cambia la postura oficial de rechazo a ese sector de la población
Asumen en Cuba como error la persecución a los homosexuales en los años sesenta
Los derechos de la diversidad en AL, tema dominante en conferencia internacional en Canadá
Montreal, 28 de julio. La situación de los derechos de la diversidad sexual en Latinoamérica fue uno de los temas que dominaron el segundo día de sesiones de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transgéneros que se realiza en esta ciudad, como preámbulo a las olimpiadas gay, denominadas Outgames.
En este contexto, no dejó de llamar la atención la presencia de una delegación cubana representada por la sobrina de Fidel Castro, Mariela Castro Espín (hija de Raúl Castro Ruz, el segundo hombre en importancia en el gobierno de la isla), directora del Centro Nacional de Educación Sexual, quien expuso el trabajo desarrollado en favor de las personas transexuales de su país.
La pregunta era inevitable, pero Mariela salió de inmediato al paso: "no hay represión a los homosexuales en Cuba, lo que existe es una reacción sociocultural como la hay en otros países".
Según su dicho, el Partido Comunista Cubano (PCC) reconoció como un error la persecución realizada en los años 60 contra esa población y la disposición de no aceptar a los homosexuales en puestos directivos del partido y del gobierno que se dio una década después.
Sin embargo, tal rectificación nunca fue pública, se trató de una "cuestión interna", respondió a nuestra pregunta en entrevista. Pero están de acuerdo en que no se pueden cometer los mismos errores, añadió.
"En el caso de las y los transexuales hemos estado estableciendo acuerdos con el Partido Comunista, con los sindicatos y las organizaciones campesinas", afirmó Castro Espín, y añadió que incluso la organización de mujeres acordó otorgarles la membresía a las que son hombres transformados en mujeres aun cuando no se hayan operado, y ya hay algunas que son dirigentes de base.
Mariela Castro está impulsando una Ley de Identidad de Género y Cambio de Sexo Legal en su país, que posibilitará cambiar la identidad de una persona transexual sin que se someta a la intervención quirúrgica para cambio o reasignación de sexo, porque no todas están dispuestas a someterse a tal operación. Son 25 personas las que están solicitando la adecuación de sexo a su identidad, dos de ellas de mujeres a hombres.
Por otro lado, en varios de los 200 talleres y plenarias que componen esta conferencia se reconocieron los avances legislativos en materia de no discriminación por motivo de orientación sexual en los países latinoamericanos, como Ecuador, que en 1997 no sólo despenalizó la homosexualidad, sino que fue más allá al introducir enmiendas constitucionales no discriminatorias.
Sin embargo, Orlando Montoya, uno de los promotores de la despenalización ecuatoriana, advirtió que los cambios legales sólo son el comienzo del verdadero cambio. "Hay que convencer a la población gay de que esos cambios no sirven sólo para ir más tranquilos a las discotecas, sino que deben servir para ejercer y construir una verdadera ciudadanía", afirmó el activista coordinador de la organización Equidad.
El abogado colombiano Germán Rincón Perfetti coincidió con esa postura en otro de los talleres: "los cambios culturales son más importantes que los legales", y en estos últimos "hay que dar más espacio a la acción pedagógica antes que a la punitiva".
El jueves, el alcalde de esta ciudad, Gerald Tremblay, dio la bienvenida a los más de mil 500 participantes de 102 países, que se reúnen en esta urbe, una de las ciudades más progresistas del mundo, para realizar la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transgéneros, la mayor acerca de esa temática realizada hasta ahora.