Carece de valor jurídico el concepto "guerra contra el terrorismo", señalan
Cerrar centros de detención secretos, exigen ONU y OEA a Washington
La CIDH demanda al gobierno estadunidense castigar a culpables de tortura en Guantánamo
Ginebra, 28 de julio. El Comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) instaron por separado al gobierno republicano del presidente estadunidense, George W. Bush, a cerrar todos los centros de detención secretos y rechazaron el concepto de "guerra contra el terrorismo", al afirmar que no tiene ningún valor jurídico.
En un informe difundido en Ginebra, el comité de la ONU, integrado por 18 juristas independientes, manifestó su preocupación respecto a los métodos antiterroristas utilizados por Estados Unidos fuera de sus fronteras, fundamentalmente en Afganistán, Irak y Guantánamo en Cuba.
Las informaciones sobre los lugares de detención secretos son "creíbles e irrefutables", afirmó este comité, que contradijo los desmentidos de la delegación estadunidense.
Washington "debe suprimir inmediatamente todas las instalaciones de detención secretas. También debe garantizar un acceso rápido del Comité Internacional de la Cruz Roja a toda persona detenida en relación con un conflicto armado", declaró el comité en un informe de 10 páginas.
Este grupo, encargado de examinar el respeto del Pacto Sobre los Derechos Civiles y Políticos por cada uno de los 156 estados signatarios, estudia el informe de Estados Unidos, presentado con siete años de atraso.
Además, los expertos rechazaron el concepto de "guerra contra el terrorismo", comúnmente utilizado por Bush. Para los especialistas, según los términos de las Convenciones de Ginebra, un Estado puede retener a un prisionero de guerra hasta el final de un conflicto.
"La guerra contra el terrorismo es completamente semántica, eso no tiene valor jurídico alguno", destacó la jurista francesa, Christine Chanet, integrante del jurado.
Si se toma al pie de la letra, esta expresión significa que "la gente puede ser detenida eternamente", denunció Sean Shearer, un miembro australiano del comité.
De su lado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA también apremió al gobierno de Bush a que cierre Guantánamo y castigue a los responsables de torturas y abusos que hubieran ocurrido allí.
La CIDH aseveró que luego de que cierre la prisión de la base naval en Cuba, la administración Bush deberá transferir a los allí detenidos "respetando el derecho internacional", y asegurándose que no corran riesgo de ser torturados en el país a donde sean enviados.
La comisión exhortó además a Estados Unidos a "cumplir su obligación de investigar, juzgar y castigar toda instancia de tortura u otro trato cruel, inhumano o degradante que pueda haber ocurrido en el centro de detención de Guantánamo, incluso en caso de que dicho centro de detención sea cerrado".
Asimismo, la comisión dijo que Washington debe "tomar todas las medidas necesarias para asegurar que los detenidos tengan acceso a un proceso justo y transparente ante una autoridad imparcial e independiente".
Otros organismos nacionales e internacionales se han ocupado de este tema. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU exhortó a cerrar el centro de detención de Guantánamo en febrero, y la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos decidió en junio que los detenidos no pueden ser juzgados por los tribunales militares creados por el gobierno de Bush.