El objetivo era documentar si la periodista había sido sometida a tortura
Pese a que estaba indicado, no se aplicó a Lydia Cacho el Protocolo de Estambul
La querella de la procuradora de Puebla, "acto desesperado que sólo busca distraer", dice
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La escritora y periodista, en imagen de archivo
Foto: Roberto García Ortiz
Si bien la Procuraduría General de la República (PGR) practicó pruebas periciales para establecer si la periodista Lydia Cacho fue objeto de tortura sicológica durante su detención en diciembre pasado, la autora de Los demonios del Edén informó que presentará una queja, debido a que no le practicó el llamado Protocolo de Estambul, como se había dicho, sino simplemente un examen sicológico.
Datos obtenidos de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia contra las Mujeres (Fevim) indican, dentro de la averiguación previa Fevim/02/03-2006, que al menos cuatro elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) fueron comisionados para realizar una "investigación exhaustiva" orientada al esclarecimiento de lo sucedido a Lydia Cacho, y la "identificación y localización de los probables responsables".
De acuerdo con documentos obtenidos, la oficina que dirige la fiscal Alicia Elena Pérez Duarte solicitó a Servicios Periciales de la PGR, mediante el oficio Fevim/CT/004/06, que designara a un "perito en materia de sicología para que determine si existe o no trastorno de estrés postraumático de Lydia Cacho Ribeiro, y en caso de existir se señale si está relacionado con una posible tortura sicológica".
Supuestamente el compromiso de la Fevim era que a la periodista se le aplicaría el llamado Protocolo de Estambul, que está integrado por diversas pruebas, para determinar si fue objeto de malos tratos y torturas de carácter sicológico a raíz y con motivo de su detención y posterior encarcelamiento en una prisión poblana.
Sin embargo, y de acuerdo con el expediente y las diligencias realizadas desde el 15 de marzo de 2006 hasta principios de junio, no existe ninguna orden o petición para que personal capacitado lleve a cabo tal prueba pericial.
Además, durante estos meses la Fevim ha obtenido pruebas documentales y de video que le han permitido establecer quiénes fueron los responsables de la detención de Cacho Ribeiro, y quiénes fueron las personas que además de los agentes judiciales de Puebla realizaron labores de escolta armada en un vehículo distinto al oficial de la procuraduría de esa entidad.
Lo anterior, luego de que el representante legal de la empresa Mayab SA de CV entregara los videos "captados del paso de vehículos del 17 de diciembre de 2005, entre las 13 y las 15 horas en la caseta de cobro de la carretera Cancún-Mérida".
Por otra parte, Lydia Cacho Ribeiro señaló que la denuncia penal que la procuradora de Puebla, Blanca Laura Villeda, interpuso en su contra y de la fiscal Pérez Duarte, "no tiene sentido y es un acto de desesperación" de la funcionaria estatal.
La periodista y escritora dijo que el sentido de esa denuncia es "distraer" la atención ante el problema de fondo, que es el proceso que se sigue contra Jean Succar Kuri por abuso sexual infantil; y que a pesar de la querella en su contra, "no me subiré al ring con ella", sino que centrará su atención en el proceso que las fiscalías Especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia contra las Mujeres y la Especializada en Delitos Cometidos contra Periodistas siguen por violaciones a sus garantías fundamentales.
La autora de Los demonios del Edén agregó que al enterarse de la denuncia en su contra habló con el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amerigo Incalcaterra, quien, aseguró, le comentó que con esa acción la procuradora "vuelve a coartar mi libertad de expresión y que la ONU lo considera amenazas en contra de mi persona".
Ante la querella, Lydia Cacho ya presentó una queja telefónica ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y el lunes entregará de manera formal un documento.