"Israel bombardea todo, nada respeta", denuncian
Llegan 19 mexicanos rescatados de Líbano
Ampliar la imagen Ante la embajada de Estados Unidos, organizaciones sociales exigieron cesar la ofensiva israelí contra Líbano Foto: Roberto García Ortiz
Con llanto y muestras de alegría fueron recibidos por sus familiares 19 de los 123 mexicanos que lograron salir de Líbano, quienes arribaron anoche al aeropuerto capitalino tras ser trasladados de Estambul a Frankfurt y de allí a nuestro país.
El sufrimiento de los evacuados quedó reflejado en los comentarios que hicieron a los medios de comunicación que los aguardaban en el área internacional. Llegaron a las 19:20 horas a bordo del vuelo 428 de la aerolínea alemana Lufthansa.
Rosalía Bonilla Maldonado, mexicana casada con un libanés con quien no pudo comunicarse antes de abandonar Beirut, denunció: "Israel no tiene sentimientos. Está matando a la gente así porque sí. Bombardea a los civiles. No respeta nada ni a nadie. Destruye casas y mata niños. Todo está por los suelos en Líbano".
Narró que luego de que un bomba cayó cerca de su casa en Beirut, "logramos salir y hemos viajado sin descanso durante cuatro días". Hizo notar que tenía 21 años de residir en Líbano; que dos de sus hijas, una soltera y otra casada, "con un niño de año y medio, no pudieron salir, porque no ha parado el bombardeo. Llegué con tres de mis hijos, dos niños y una niña. Ojalá que vuelva a mis hijas y a mi esposo".
Clepatrie Estamati de Saad comentó: "cuando comenzó el bombardeo permanecimos escondidos en la montaña, de donde la embajada de México nos sacó a bordo de varios autobuses. Fue un recorrido de 39 horas, de Líbano a Estambul". Llegó con toda su familia, cuatro hijos y su esposo, de origen libanés. Dijo que de los 123 mexicanos evacuados, "unos nos fuimos a Estambul y otros a París. No pudimos sacar nada, salvo los pasaportes y papeles de la escuela de mis hijos". Señaló que la embajada mexicana les dio todo tipo de ayuda, incluidos los boletos de avión.
Carina Salcedo, con cierta serenidad, manifestó: "vivíamos en las afueras de Trípoli. Escuché el ruido de las bombas, pero no vi nada. Me espanté mucho. Mi esposo y yo decidimos salir de Líbano cuando nos dimos cuenta que era horrible lo que estaba pasando. Estamos aquí sin nada (sólo traía consigo una maleta de mano); no sé qué vamos a hacer, pero estoy feliz de encontrarme en mi país y en mi casa". Dejó en claro que una vez que pase todo, "estamos dispuestos a regresar a Líbano".
En términos generales, entre los 19 mexicanos que llegaron anoche a la ciudad de México hubo manifestaciones de dolor y llanto por lo que sucede en Líbano, y califican "de criminal lo que Israel está haciendo contra Beirut y otras ciudades".
Por otra parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que otros 24 mexicanos que abandonaron por su voluntad el territorio de Líbano arribaron sin incidentes a Chipre y en los próximos días viajarán a territorio nacional.
En la ciudad de México, por segundo día consecutivo, un grupo de jóvenes mexicanos recogió firmas entre automovilistas para enviar al embajador israelí en nuestro país, David Dadonn, una carta en la que exigen el cese inmediato de los "bombardeos indiscriminados".
Asimismo, la embajada de Estados Unidos sigue siendo centro de las protestas de organizaciones sociales por los ataques israelíes a zonas de civiles en Líbano. Paralelamente se mantiene una campaña para que México rompa relaciones diplomáticas con Israel.
Mientras, autoridades mexicanas agradecieron a los gobiernos de Turquía y de Chipre las facilidades brindadas para la evacuación de los connacionales, especialmente resaltó los espacios brindados en un buque de la armada de Chipre.
El jueves pasado, el convoy de cinco autobuses en los que fueron evacuados 113 mexicanos residentes en Líbano llegó sin novedad a Estambul, Turquía. Del total de connacionales residentes en Líbano, alrededor de 800, unos 300 habrían expresado su interés por ser desalojados, de los cuales 196 estarían registrados en la embajada. Asimismo, aproximadamente 170 se encontraban como turistas el día que comenzaron los ataques israelíes.