El atentado ocurrió en pleno centro de la capital peruana
Achacan al cártel de Tijuana asesinato de juez en Lima
Lima, 20 de julio. El cártel de Tijuana se sitúa hoy como el gran sospechoso del asesinato de un juez peruano perpetrado en Lima la noche del miércoles, según indicaron fuentes policiales.
Aunque el asesinato todavía está en investigación, las fuentes admitieron que los indicios apuntan a que el cártel de Tijuana se vengó del juez Hernán Saturno por la forma en que encaró el proceso contra los acusados de pertenecer a la ramificación peruana de esa organización delictiva.
Saturno, de 60 años, fue baleado por dos hombres jóvenes que llegaron en motocicleta a un restaurante en el que cenaba con un sobrino, a 100 metros de distancia del Palacio de Justicia, en pleno centro de Lima.
"De un momento a otro vimos caer heridos a los dos señores. Todo fue muy rápido", relató uno de los mozos del restaurante El Búnker, donde el juez perdió la vida, mientras su sobrino, Hugo Vergara, quedó herido de gravedad. "Yo sólo escuché cuatro disparos y cuando volteé vi que el doctor caía al suelo", señaló otro trabajador.
El magistrado asesinado, miembro de la primera sala penal de reos en cárcel, tuvo un papel protagónico en junio para impedir que cerca de 40 acusados de pertenecer al cártel de Tijuana, entre los que hay mexicanos, colombianos y peruanos, recuperaran la libertad por supuestos vicios de procedimiento en sus juicios.
Saturno y sus compañeros de sala, Carmen Rojassi y Carlos Escobar, se pronunciaron en contra de esa posibilidad, lo que supuestamente los puso en la mira del cártel.
El juez asesinado contaba con protección policial, pero optó por dar un descanso a sus acompañantes para ir con su sobrino, también abogado, al restaurante del que eran clientes asiduos. La viuda, Ana María Huerta, exigió que se investigue a los guardaespaldas, porque éstos conocían todos los movimientos de la víctima.
Según versiones periodísticas, el asesinato de Saturno podría regresar a "fojas cero" todo el caso del capítulo peruano del cártel de Tijuana, que comenzó en 2002 con la captura de 1.7 toneladas de cocaína lista para exportación y que ha tenido momentos críticos, como la sospechosa excarcelación del considerado máximo jefe de la conexión, el mexicano Miguel Angel Morales.