Breves incursiones israelíes en la frontera norte para "limpiar de milicianos" la zona

Israel intensifica los ataques sobre Líbano por aire y tierra

No pretendemos una reocupación pero ingresaremos a cualquier punto libanés: Amir Peretz

Nuestro ejército responderá en el terreno a una invasión de Tel Aviv, dice ministro de Defensa

Atrapadas entre los combates unas 15 mil personas en el sur, alerta la Cruz Roja Internacional

AFP, DPA Y REUTERS

Beirut, 20 de julio. La aviación israelí reanudó la noche de este jueves los bombardeos sobre supuestas posiciones de Hezbollah en regiones libanesas del norte, y atacó una vez más el puerto mediterráneo de Tiro -20 kilómetros al norte de la frontera con Líbano-, al tiempo que puso un ultimátum de 24 horas a la población civil para que emigre a la margen norte del río Litani -30 kilómetros al norte de la línea limítrofe-, que Tel Aviv ha señalado como referencia para establecer su "zona tapón" o franja de "amortiguamiento" entre los dos países.

Intensos combates estallaron esta noche en la frontera líbano-israelí, cuando las tropas israelíes avanzaron hacia el norte en una nueva ofensiva terrestre que fue repelida por guerrilleros de Hezbollah, con saldo de cuatro soldados israelíes muertos, según los reportes recibidos hasta el cierre de esta edición.

Con esta cifra el total de muertos libaneses desde el pasado día 12 se ubica en 331 por 31 bajas israelíes.

Los choques en tierra iniciaron en las inmediaciones del pueblo de Marwahine, al sur de Tiro, poco después de que en la zona fronteriza conocida como Marun al Ras, decenas de combatientes islámicos se enzarzaron en un combate con los soldados invasores.

Dos milicianos de Hezbollah y uno del movimiento Amal murieron en el enfrentamiento, según un comunicado de las organizaciones chiítas, que se atribuyeron la destrucción de un tanque y daños a un helicóptero de Israel.

Durante la madrugada del jueves también hubo combates en la región de Aita Chaab del sur de Líbano, según confirmó un vocero de la Fuerza Interina de la ONU (conocida como Unifil, por sus siglas en inglés).

Resistencia Islámica, la agrupación armada de Hezbollah, emitió un parte de guerra sobre esos enfrentamientos, en el que aseguró que dos blindados fueron destruidos durante la batalla. "Los soldados del enemigo sionista tratan de avanzar, en vano, hacia el territorio libanés para lograr victorias militares", afirmó la organización en referencia a las incursiones israelíes en territorio libanés, iniciadas el miércoles.

Un vocero israelí informó que hubo choques armados cerca de la localidad de Avivim, en el norte de Israel, donde murieron dos guerilleros de Hezbollah.

"No tenemos la intención de reocupar Líbano, pero si tenemos que realizar operaciones que demuestren que podemos llegar a cualquier lugar, no dudaremos", sostuvo el ministro de Defensa de Israel, Amir Peretz, al concluir el jueves por la tarde una visita de supervisión en la región fronteriza, donde "convergen" refuerzos del ejército con infantería y tanques, según reportes de la prensa israelí.

Las tropas israelíes han entrado y salido del Líbano en operaciones de corta duración y los soldados han arrasado con los arbustos que había en el área.

El propósito del ejército con esas incursiones en la frontera con Líbano es crear una zona "tapón", libre de milicianos de Hezbollah, de acuerdo con explicaciones de Peretz difundidas por la agencia Dpa.

El ejército se ha planteado "destruir posiciones de Hezbollah a lo largo de la frontera (y) es por eso que utilizamos unidades pequeñas para lanzar ataques puntuales", dijo a su vez el secretario del gobierno israelí, Israel Maimon, en declaraciones a la radio pública.

A todo esto, el ministro de Defensa libanés, Elías Murr, afirmó que las fuerzas armadas de su país responderán sobre el terreno a tropas israelíes que procedan a una invasión en Líbano.

"Ahora tenemos un ejército libanés que ha decidido defender su tierra y la unión de la sangre es más fuerte que las confesiones, religiosas o doctrinarias", dijo en una entrevista televisada. En 1982, cuando Israel ocupó Beirut, las tropas libanesas se abstuvieron de participar.

La Cruz Roja alertó por lo pronto sobre el hecho de que en el sur de Líbano unas 15 mil personas han quedado atrapadas en medio de bombardeos y combates. En reacción a ese reporte, el primero ministro israelí, Ehud Olmert, autorizó un "corredor humanitario" entre Líbano y Chipre para que organizaciones civiles puedan auxiliar a la población.

Al reanudar los bombardeos sobre Líbano, este jueves por la noche, la aviación israelí lanzó proyectiles sobre Tiro, Saida -también en el litoral mediterráneo, 40 kilómetros al sur de Beirut-, y la región de Natabiye. Otros misiles fueron disparados sobre las regiones de Balbek y Hermel, próximas a la frontera norte de Líbano con Siria.

Además de los combates y los bombardeos -después de un día de relativa calma en Beirut-, la aviación y la marina de Israel volvieron a disparar sobre zonas residenciales del sur de la capital, al caer la noche del jueves, sin que se hayan conocido reportes de víctimas, hasta el cierre de esta edición.

Durante el día, unos 40 marines estadunidenses ingresaron en una playa de la capital libanesa para ayudar en la evacuación de estadunidenses y otros extranjeros atrapados en el conflicto. El hecho significó el regreso de militares estadunidenses después de 23 años de ausencia en este país, tras de que un ataque a la embajada causó la muerte a 241 personas en la embajada de Estados Unidos.

También tras una noche de pausa, Hezbollah reanudó sus ataques sobre localidades israelíes y un total de 20 cohetes cayeron sobre Carmiel y Tiberiades, a orillas del mar de Galilea, así como Safed y Amiam, según Dpa. La policía israelí indicó que un total de 26 cohetes cayeron en el norte del territorio, sin precisar la ubicación. Destacó que en los días anteriores, la cantidad fue cuatro veces superior.

El liderazgo de Hezbollah "no está golpeado": Nasrallah

Menos de 24 horas después de que Israel dejó caer 23 toneladas de explosivos sobre el supuesto búnker de Hezbollah, el líder de la organización, Hassan Nasrallah, afirmó "sin caer en exageraciones, porque esto no es una acción de guerra sicológica, que el liderazgo no fue golpeado".

La declaración de Nasrallah -quien también advirtió que los soldados israelíes secuestrados la semana pasada sólo podrán ser liberados mediante un intercambio de presos en cárceles árabes y en negociaciones "indirectas"- fue difundida por televisoras libanesas y regionales en momentos en que en Israel surgen críticas de analistas sobre la escasa efectividad de los bombardeos y sobre la posibilidad de que la operación Recompensa Justa se extienda más de lo previsto y el conflicto entre en un "empantanamiento".

"Israel está en entredicho y el ejército sobreestimó su capacidad de destruir a Hezbollah", dijo el experto en temas militares Reuven Pedatzur, quien precisó que el riesgo es que el ejército lleve a cabo una "vasta operación terrestre en el sur de Líbano, que lo haría vulnerable a las acciones guerrilleras de Hezbollah".