Usted está aquí: viernes 21 de julio de 2006 Política La lucha por Presidencia, "pleito de prostitutas"

Obispo de La Paz la compara con un pasaje bíblico

La lucha por Presidencia, "pleito de prostitutas"

La CEM convoca a jornada de oración por la unidad

ALMA E. MUÑOZ

El pleito por la Presidencia de la República entre Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa fue comparado ayer por el obispo de La Paz, Baja California Sur, Miguel Angel Alba Díaz, como el que sostuvieron dos prostitutas -según cita bíblica-, quienes ante el rey Salomón disputaban a un infante, a quien cada una consideraba su hijo.

Al igual que esa anécdota, aseveró, ambos políticos creen que "el niño es suyo y no están dispuestos a renunciar a sus supuestos derechos, aunque nuestra patria sufra más". Lamentó que el país esté dividido y en riesgo de confrontación y violencia.

Por separado, el presidente del departamento de relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), obispo Abelardo Alvarado, advirtió que esa polarización puede provocar el adiós a la democracia mexicana, y señaló que no podemos permitir que por la vía de la fuerza se resuelvan las cosas.

Oficiante de la misa por la peregrinación de las diócesis de Tijuana, Mexicali y La Paz a la Basílica de Guadalupe, Alba Díaz recordó que días atrás un pastor evangélico comentó con él que México y sus tribunales electorales requerían, para encontrar solución "a la confusa e incierta situación que vivimos" a causa de lo cerrado de la contienda presidencial, de "la sabiduría que Dios otorgó a Salomón".

Con base en el Libro de Reyes, capítulo 3, versículos 16 al 28, rememoró el más famoso juicio realizado por ese rey de Israel, cuando dos prostitutas se presentaron ante él y una acusaba a la que cargaba a un niño de habérselo robado mientras dormía: "lo tiene como fruto del engaño, del robo y del fraude". La acusada replicó: "eso es mentira. Este niño es mío, ella quiere despojarme injustamente de él".

El jerarca católico resaltó que ambas discutían sin ceder y, dado que en esos tiempos "no había pruebas de ADN ni ningún tipo de elementos que pudieran dar certeza objetiva y jurídica sobre la filiación de aquel infante", el rey sentenció: 'traigan una espada, partan en dos al niño y den la mitad a cada una de estas mujeres'. Una apoyó la decisión y otra pidió que se lo dejaran a su rival, por lo que Salomón sentenció que esta última se quedara con el menor porque demostró que lo amaba más que a sí misma".

Tomando como parámetro ese juicio, aseveró que después de las elecciones del 2 de julio México está dividido, "nuestras comunidades de Baja California también, y no sólo hay división, sino también riesgo de confrontaciones y violencias".

Cuestionó que en el equipo de Calderón y en el de López Obrador "haya apasionamientos y provocaciones imprudentes", y pidió no pensar que de un lado están los buenos y del otro los malos. "Ambos contendientes aseguran que el niño es suyo. El que lo tiene parece convencido de no haberlo robado, y el que alega parece convencido de que lo han despojado inicuamente de lo que es legítimamente suyo".

Pero lo cierto, afirmó Alba Díaz, "es que ambas partes quieren quedarse a cualquier precio con él", pero deben saber amar a México "más que a sí mismos, más que a sus ambiciones e intereses, y estar dispuestos a renunciar a sus supuestos derechos antes que permitir que nuestra patria sufra".

Confió en que el tribunal electoral actúe "con verdad y justicia y (sus magistrados) reciban la sabiduría que tanto necesitan" para resolver. Además, pidió que las fuerzas políticas "actúen con honestidad y madurez cuando las autoridades den el fallo, y estén dispuestas a aceptarlo por el bien de México, incluso renunciando a derechos que pretendidamente crean haber ganado".

En conferencia previa, Abelardo Alvarado aseguró que siempre hay peligro de violencia social si no se respeta la ley. Señaló que "hasta este momento no hay razón para pensar que se esté violentando el orden público, fuera de la preocupación por la violencia verbal entre algunos actores políticos".

Insistió en que es necesario confiar en las instituciones y en los magistrados, porque de lo contrario "adiós a la democracia. Se tira por la borda todo lo que se ha logrado en decenas de años en México, y entonces sí vamos a querer resolver nuestros problemas por la vía de la fuerza".

Señaló que la CEM invita a una jornada de oración por la unidad, del 31 de julio al 6 de agosto.

 
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