Ojarasca 111  julio 2006

Oaxaca

Hacia un gobierno del pueblo
 

Algo sucede en Oaxaca. El reciente movimiento magisterial de la sección 22 del SNTE

rebasó los límites de un movimiento gremial independiente y concitó la unión

del abigarradoy contradictorio mosaico político-social del estado en un proyecto

de gobierno popular que sobrepasalas proclamas de las organizaciones políticas

y se nutre, sobre todo, de la legitimidad realde lascomunidades indígenas.

Ojarasca consultó a Joel Aquino y Aldo González, dos de nuestros másconspicuos autores,

ambos zapotecos, quienes han representado a sus comunidades en las

buenas y en las malas. Si bien son sólo dos voces en el vasto coro que hoy recorre

tierras oaxaqueñas,por su constancia y experiencia su visión de lo que ocurre

merece consideración.


Para Joel Aquino, de Yalálag, la situación "es de explosión pero se debe fundamentalmente al odio acumulado por la incapacidad de los gobernantes, no sólo por la incapacidad política si no por su alto grado de corrupción". Y recapitula los tres últimos gobiernos priístas: "De la época de Diódoro Carrasco todos recuerdan como masacró a los zapotecos de Loxicha. Ese sentimiento está profundamente guardado en el corazón y la conciencia de muchos oaxaqueños. José Murat cometió atrocidades en diferentes partes del estado y contaminó las cabeceras municipales propiciando la corrupción y el desvió de recursos destinados. Ustedes recuerdan la matanza de Agua Fría 2002, y cómo corrompió a las organizaciones sociales, encarceló, reprimió y descabezó a las autoridades municipales electas democráticamente. Al llegar Ulises Ruiz se dieron muertes de maestros rurales en Estancia Grande, y Huautla de Jiménez, que quedaron en absoluta impunidad".

Aquino señala que en Oaxaca existe una ley de derechos de los pueblos y comunidades indígenas propiciada a raíz del levantamiento zapatista. "Ésta es de carácter avanzado. Pero el gobierno de manera sistemática trata de someter y corromper a las autoridades municipales, electas tanto por el sistema de partidos como por las normas tradicionales. Lo han vivido los pueblos como una afrenta a su dignidad y una razón para destituir al gobernador. Esto revela la descomposición que hay en Oaxaca y que las instituciones públicas encargadas de administrar justicia no funcionan.

"Los maestros plantearon sus reivindicaciones económicas y el gobierno no dio respuesta. Cuando el movimiento iba creciendo y repercutiendo en las comunidades, el 14 de junio el gobierno decidió reprimir, y provocó un levantamiento social. Son setenta mil trabajadores de la educación, que tienen familiares en diferentes comunidades de los 570 municipios y las 10 mil comunidades. Cada uno contribuye a levantar conciencia. En nuestra historia ha habido levantamientos sociales, pero no de este alcance.

"Los universitarios tumbaron al gobierno de Zarate Aquino en 1977, pero la dimensión social de aquel movimiento no se compara con la del actual. Este movimiento llega hasta los últimos rincones del estado. El gobierno no ha podido con el movimiento magisterial porque lleva 26 años de vida, y cuando estalló antes ya se había hecho un trabajo con los trabajadores de base y tenía el apoyo de la sociedad, los padres de familia, las comunidades y las autoridades municipales".

Contra lo que propicia la política neoliberal en todo el país, Oaxaca posee una población políticamente conciente y participativa. Y por increíble que parezca, Aquino considera que "la pobreza ha disminuido", y lo atribuye al vicario volumen de divisas que provienen de Estados Unidos, fruto "del esfuerzo y el sacrificio de los oaxaqueños que llevan trabajando ahí mas de treinta años".

Aldo González, de Guelatao, añade: "Desde el mismo día de la represión en Oaxaca la gente dijo 'ya, esto ya no puede ser'. Muchas organizaciones pensaron que se destituyera al gobernador; el magisterio oaxaqueño leyó esa demanda popular, se pudo engarzar con las organizaciones sociales, y se instaló la Asamblea Popular del Pueblo Oaxaqueño (APPO), que tiene como principal demanda la destitución de Ulises Ruiz Ortiz.

Las movilizaciones ocurridas tras la represión "son gigantescas", comenta González. Pero "los medios de comunicación nacionales las ignoran, como si no estuviera pasando nada". También hay un proceso de organización en torno a la APPO, "y se piensa en instaurar un gobierno paralelo".

Respecto al proceso electoral del 2 de julio, y la histórica debacle del voto duro priísta, González dice: "Los pueblos no se prepararon para las pasadas elecciones, lo que sucedió es que en el contexto de la represión al magisterio muchas organizaciones hartas del 'exgobernador', como se le dice ahora, dieron un voto de castigo al PRI y al pPAN. El resultado electoral es un rechazo a las políticas que lastiman al pueblo. La gota que derramó el vaso fue la violenta agresión al magisterio. En Oaxaca han estado en la cárcel más de 200 dirigentes recientemente. Hay conflictos en muchos municipios indígenas de usos y costumbres, o de partidos políticos. El gobierno, en lugar de solucionarlos, los administró para inducir el voto del pri y fortalecer cacicazgos. Ya no funcionó".

González considera que "la gente se va a seguir movilizando en defensa del voto y sobre todo en defensa de la soberanía popular oaxaqueña". Prevé que los oaxaqueños "se van a engarzar con los movimientos sobre los resultados electorales, para defender el proyecto propio que se construye desde la APPO".
 

Por su parte, la reportera Nancy Davies informa que la APPO se declaró como cuerpo de gobierno de Oaxaca el 5 de julio. "Durante una marcha de estudiantes en que participaron miles de personas, la Asamblea convocó a representantes de las regiones estatales y municipales, sindicatos, organizaciones no gubernamentales, cooperativas y padres de familia para decidir los próximos pasos". Cabe recordar que el gobernador en caída libre Ulises Ruiz convirtió el palacio de gobierno en museo y se replegó a los suburbios.

El 5 de julio, la APPO reabrió el palacio simbólicamente para dar lugar al "gobierno del pueblo".

El proceso oaxaqueño es complejo. Los maestros decidieron reanudar clases para cancelar el ciclo escolar e interpelar a sus comunidades, enmedio de las protestas postelectorales y tras negociaciones que no todos ven con confianza. Según Davies, "la intención de la appo es instalar una Asamblea General de Ciudadanos como principal autoridad de Oaxaca, preparando un plan de desarrollo municipal, estatal y nacional, con honestidad y ética de servicio".

La destitución del gobernador sigue siendo la demanda que unifica la lucha. "Con la rebelión en manos de la appo, corresponde a los abogados imaginar qué recursos legales son factibles para destituir a Ruiz como parte de las nuevas resposabilidades que implica la lucha de las organizaciones sociales y no gubernamentales. El establecimiento del Gobierno Popular del Estado de Oaxaca es un intento de revitalizar y ampliar la histórica forma de gobierno familiar que es parte de lo que se denomina usos y costumbres, y está reconocida como legítima en la Constitución estatal. Los usos y costumbres no reconocen partidos políticos. La APPO aspira a expandir la tradicional idea de asambleas generales de ciudadanos. La idea de gobernar por consenso permanece como parte de la herencia cultural común. La appo incluye a representantes de otros grupos, más las autoridades municipales, delegados regionales, organizaciones sin ánimo de lucro, sindicatos, grupos sociales". Ojarasca
 
 

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Con información de Eugenio Bermejillo, Hermann Bellinghausen y la agencia Narconews.


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