Una biblioteca pública posee la obra más reciente de Jesús Alvarez Amaya
''Los muralistas somos los maestros mayores de la historia de México''
Con más de medio siglo de trayectoria, aprendió el oficio trepado en los andamios de Rivera
Hoy los edificios son de cristal y no se destinan espacios para ese arte, deplora
Ampliar la imagen Dos aspectos de La comunicación postal, mural que el maestro Jesús Alvarez Amaya (quien aparece sobre estas líneas) terminó hace unos días en la biblioteca pública Vicente Guerrero, en la Alameda del Sur Foto: Cristina Rodríguez
Ampliar la imagen Dos aspectos de La comunicación postal, mural que el maestro Jesús Alvarez Amaya (quien aparece sobre estas líneas) terminó hace unos días en la biblioteca pública Vicente Guerrero, en la Alameda del Sur Foto: Cristina Rodríguez
Jesús Alvarez Amaya pinta desde hace más de medio siglo. Aprendió el oficio en el mejor lugar para hacerlo: trepado en los míticos andamios de Diego Rivera. Ayudante aprendiz.
El mural más reciente lo terminó hace unos días, en la biblioteca pública Vicente Guerrero, de la Alameda del Sur.
A pesar de su importancia en la historia del arte mexicano, los tiempos actuales no son propicios para el muralismo. Lo sabe Alvarez Amaya y por eso considera un triunfo la conclusión de su nuevo mural.
-Tenía 10 años que no pintaba uno. Ahora todos los edificios son de cristal y no se destinan espacios para murales, aunque hay lugares donde se podrían hacer. Por ejemplo, en el Metro hay muchos muros para pintar. Que nos los faciliten.
-¿Por qué?
-Porque los muralistas somos los maestros mayores de historia de México. Historia viva y coloreada. Los mensajes de un mural son claros, contundentes, cualquiera los puede entender. También cualquier extranjero que vea un mural puede tener una idea de nuestra historia. Por eso es un género que no pierde vigencia.
La comunicación, trascendental
El mural de la biblioteca Vicente Guerrero se llama La comunicación postal. Tiene 80 metros cuadrados y fue financiado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes por conducto del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Una semana antes de terminar el mural, al pie del andamio, con su bata de trabajo y las manos impregnadas de pintura y otros materiales, Alvarez Amaya describió y explicó el contenido: varios momentos decisivos de la historia de México en los que la comunicación -en sus distintas formas- jugó un papel trascendental.
''A la izquierda vemos la Ordenanza del señor Cuahutémoc, que representan la conquista. Es un texto casi desconocido rescatado por el biógrafo de Cuauhtémoc, Héctor Pérez Martínez, en el que dice, entre otras cosas, que defendió la ciudad, que la conquista es una gran aflicción pero que se la encarga a los hijos, los nietos, los bisnietos que la gobernarán en el futuro.
''Después vemos una cerradura que representa el mensaje que Josefa Ortiz de Domínguez le envía a Hidalgo cuando su marido la encierra porque descubre que anda en líos contra el reino de España. Entonces Hidalgo levanta al pueblo y dice '¡Vamos a coger gachupines!'"
El tercer mensaje representado en el mural es una carta que Benito Juárez escribió a Maximiliano en respuesta a la invitación que el aristócrata le hace para que se integre a su gobierno. ''Es una carta importante, cargada de sentido. Durante mucho tiempo -asegura el artista- se le consideró apócrifa. Afortunadamente hace como 15 años descubrieron el original en Bucarest, Rumania".
Alvarez Amaya también incluye la reproducción de una postal, de su autoría, con el rostro de Emiliano Zapata, que representa a la Revolución. Enseguida plasma distintos medios que ha usado el ser humano para comunicarse a lo largo de la historia: el caballo, el ferrocarril, el correo postal y el avión hasta llegar a Internet.
El avión es una reproducción pictórica del que usó el escritor Antoine de Saint-Exupéry, autor de El principito, cuando era correo aéreo entre Uruguay y Argentina, antes de la Segunda Guerra Mundial.
Otros elementos simbólicos pintados por el muralista son varias hojas sueltas en las que escribió la frase inicial de tres novelas fundamentales de la literatura en español (El Quijote, Cien años de soledad y Pedro Páramo) y versos de dos poemas (uno de Ramón López Velarde y otro de Jaime Sabines).
Muestra con retratos de Juárez
Jesús Alvarez Amaya es director del Taller de Gráfica Popular desde hace 40 años y uno de los iniciadores del Jardín del Arte que cada domingo se pone entre las calles de Sullivan y Villalongín: ''Fue el Partido Comunista el que impulsó la creación de organizaciones como la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios y el propio Taller de Gráfica Popular. Todo lo hacíamos en razón de una actitud política. Hubo un momento en que eso llevó al taller casi a desaparecer. Eramos muy sectarios y el sectarismo cierra los ojos de las personas.
''En ese tiempo no podías hacer un cuadro de flores o un paisaje porque te decían: oiga compañero, hay que hacer obra en favor del pueblo. Esa era la mentalidad que teníamos. Afortunadamente lo hemos superado y ahora inclusive podemos hacer obras abstractas. En lo personal pienso que el arte abstracto es un ejercicio vano, pero tiene sus valores. Y en el taller no olvidamos que fue abierto para servir a la lucha social, pero no como en aquel tiempo, sino en un sentido cultural y educativo."
Pero no por asumir una posición política -sostiene el entrevistado- al arte puede olvidarse de los valores estéticos.
Una vez concluido el mural La comunicación postal, Alvarez Amaya se dispone a inaugurar una exposición con los retratos que ha hecho de Benito Juárez, en el contexto de las celebraciones por los 200 años de su nacimiento.
Los Juárez de Amaya se llama la muestra que será abierta al público el 18 de julio, fecha en que se cumplirán 134 años de la muerte del prócer oaxaqueño.