Presenta Pablo Helguera su proyecto artístico en la Casa del Lago
Busca la Escuela Panamericana del Desasosiego integrar al continente
Entre la persecución de un ideal y la concreción de un sueño. Ese es el terreno en el que oscila la Escuela Panamericana del Desasosiego, el más reciente proyecto emprendido por el performancero, curador y crítico de arte Pablo Helguera.
Iniciativa que tiene como fin delinear los trazos culturales de una nación ficticia llamada Panamérica y que consiste en un recorrido, de punta a punta, del continente americano -de Anchorage, Alaska, a Tierra del Fuego, Argentina- llevando a cuestas una escuela móvil.
Una empresa artística, cultural, antropológica, sociológica y humana -"el proyecto de arte público más extenso nunca antes emprendido en la historia", en cuanto a territorio abarcado, a decir de su creador- que se emparenta en mucho con esos periplos emprendidos por exploradores y aventureros decimonónicos.
Convergen en ella, en cierto sentido, la búsqueda de El Dorado, la mítica ciudad que tanta ambición despertó entre los conquistadores españoles, y la consecución de la unidad americana propuesta por Bolívar, Martí y Vasconcelos.
Una furgoneta Chevrolet Cargo 1994, comprada en Alaska, y una estructura arquitectónica portátil en forma de una escuela de campo, son los elementos de los que dispone Helguera en este recorrido que implicará más de 35 mil kilómetros abarcados y que lo llevarán por más de una treintena de ciudades de 20 países.
El banderazo de salida tuvo lugar el 5 de mayo con una ceremonia en Ellis Island, Nueva York, la principal puerta de entrada para las inmigraciones que habrían de edificar lo que hoy es Estados Unidos.
De allí, el recorrido pasó a Anchorage, Alaska, y en el transcurso de este mes y medio, la ruta ha sido en dirección de norte a sur del continente, pasando así por ciudades de Canadá y Estados Unidos.
De esa forma es que la propuesta del creador se encuentra ya en la ciudad de México, y el viernes pasado, bajo su cobijo, se efectuaron tres mesas redondas en relación con el papel del arte público en el país.
Este sábado, en tanto, se realizó un performance en Casa de Lago, que consistió en una ceremonia protocolaria de la constitución oficial de Panamérica, con discursos de una solemnidad tan extrema que se cayó deliberadamente en el rídiculo. También se presentó el himno nacional de Panamérica, escrito por Helguera.
"La Escuela Panamericana del Desasosiego es un proyecto artístico independiente, sin fines de lucro, que busca generar conexiones entre las diferentes regiones de las Américas a través de discusiones, performances y talleres, muestras de video, intervenciones y colaboraciones a corto y largo plazos entre individuos y organizaciones", define su creador en entrevista.
"El proyecto, que en su curso físico por el hemisferio trata de promover la forma literal de la noción misma del panamericanismo, se inspira en los itinerarios de viaje de muchos de aquellos que cruzaron el continente, desde exploradores, misioneros, científicos, revolucionarios, intelectuales, escritores y otros.
"Una vez terminado el viaje (en septiembre), la documentación de éste se presentará al público en forma de publicación, documental y exposición itinerante."
En su proclama emitida como parte del performance realizado ayer, Helguera enfatizó: "Busco a Panamérica, confieso, a veces con desapego, con escepticismo, pero al mismo tiempo, con la esperanza de redefinir, y recobrar, una palabra que ha sido manipulada, distorsionada, y hasta secuestrada por la ideología y al retórica".
Quizá la busco porque deseo saber si su verdadero espíritu murió con las desilusiones económicas y sociales a las que se vio sometida Latinoamérica en el siglo XX, agregó.
"Quizá buscó a Panamérica porque ansió recobrar el sentido de propósito que caracterizó a nuestros antecesores. Quizá la nombro porque el sentido de unidad, de integración, y la dimensión de responsabilidades que nos otorgaba cierta identidad, ha desaparecido. Hoy vivimos a base de escepticismo y miedo y frustración."
Pese a ello, resaltó que mantiene su búsqueda porque "al final nos une la educación, la integración social, los tangos, los boleros, y las telenovelas, y el aceite, y el grano y el turismo. Quizá porque somos identidad en busca de nuestro autogobierno. Quizá porque somos aun un joven continente, en pleno desasosiego, y reconstrucción".
Los siguientes paradas de Escuela Panamericana del Desasosiego serán Puebla y luego Mérida. De allí, viajará a Guatemala como puerta de entrada para todo la región centroamericana.