"Es el momento y no pude soñar un mejor final", asegura el guardameta germano
Kahn hace oficial su retiro; Klinsmann ignora si seguirá al frente de la Mannschaft
Prensa y gobernantes alemanes apoyan la moción para dar continuidad al trabajo del técnico
Ampliar la imagen Oliver Kahn tuvo su primera y última participación en el Mundial, en el encuentro en que Alemania derrotó 3-1 a Portugal Foto: Reuters
Stuttgart, 8 de julio. El guardameta alemán Oliver Kahn anunció su retiro de la selección germana, tras conquistar el tercer puesto del Mundial 2006. "Fue mi último partido internacional", dijo Kahn, de 37 años.
"El ambiente fue extraordinario, me imagino lo que pudo haber pasado si hubiéramos ganado el título. El partido resultó para mí especialmente emotivo, el más emocionante de toda mi carrera, el último y no pude soñar un mejor final.
"Juego como internacional desde 1993. Es obvio que hace mal parar, pero creo que es el momento oportuno", señaló el cancerbero teutón.
Kahn vistió 86 veces la playera de su país y lejos de su habitual dureza, se mostró conmovido por la fiesta que le deparó la afición en el Estadio Olímpico de Stuttgar.
"Es increíble lo que mueve el futbol. Faltan las palabras cuando se ve esto. Con seguridad no lo olvidaremos, todos llevaremos estos acontecimientos en el corazón. La gente volverá a la rutina, pero muchos se acordarán del esfuerzo y las ganas que este equipo puso sobre la cancha."
Por su parte, el técnico Juergen Klinsmann señaló: "En cuanto a si continuaré (al frente de la Mannschaft), no puedo decirlo. Ni yo mismo lo sé; necesito algunos días para reflexionar, necesito tiempo para mí, para digerir todo lo que pasó en este Mundial y en los dos años recientes", reiteró.
Sin embargo, ante la insistencia sobre el tema, atajó: "¡No sé si sigo, ni yo lo sé!"
La prensa y dirigentes políticos de Alemania conminaron a Klinsi para que continúe. "¿Le dijo Juergen Klinsman si seguirá al frente del equipo?", se le preguntó por televisión a la canciller, Angela Merkel. "No, pero en su nombre pido que le den un poco de tiempo. Se lo merece", respondió la gobernante.
"El mundo ve ahora a Alemania con otro prisma. Y el público nos demostró hoy que es un buen patriotismo", dijo, feliz, el presidente alemán, Horst Koehler.
Klinsmann, quien con el tercer lugar obtenido en la justa mundialista acalló las críticas a su estilo de juego -la animadversión también surgió por el lugar de su residencia, California-, prefirió elogiar a sus pupilos.
"Es algo extraordinario, in-creíble todo lo que ha pasado en este torneo y en las últimas siete semanas: cada jugador dio lo máximo para brindar un futbol rápido y atractivo. ¡Estoy orgulloso de ellos!", concluyó el campeón mundial en Italia 1990.