Es el número 55 después de haber estado en el 31, según el Foro Económico Mundial

México bajó en competitividad 24 lugares a escala mundial en el sexenio de Fox

Al jefe del Ecutivo le faltó capacidad para negociar reformas, afirma director del IMCO

EDUARDO MARTINEZ CANTERO

En materia de competitividad México experimentó una baja de 24 lugares dentro del ranking mundial durante la administración del presidente Vicente Fox Quesada, debido en gran medida a la falta de capacidad del Ejecutivo para negociar las reformas estructurales con los miembros del Congreso, quienes a su vez mostraron una actitud "necia" en lo que se refiere a su tarea legislativa, aseguró el director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Roberto Newell García.

De acuerdo con información del Foro Económico Mundial, el país se encuentra en el número 55 en una lista de 177 países, después de que en 2000 ocupaba el lugar 31. Uno de los sectores con mayor atraso, según el informe global, es precisamente el papel de los responsables de la elaboración de las leyes, que ha colocado a la economía mexicana en el rango 106.

Al respecto, en entrevista, el representante del organismo patrocinado por empresas del sector privado manifestó que si se tuviera que dar una calificación a la actual administración y a las legislaturas que aún están vigentes en la Cámara de Diputados y en el Senado, "sería muy baja", pues no han logrado ponerse de acuerdo en lo esencial para lograr reformas en materia fiscal, laboral y energética.

"La administración del presidente Vicente Fox Quesada acaba con una calificación muy baja en lo que a competitividad respecta, pues hizo una buena advertencia del tema, le dio mucha importancia en su gestión y entendió de qué se trata, sin embargo, estuvo mal, porque le pasó lo que al alumno que entiende, pero no aprovecha las prácticas de laboratorio. Lamentablemente salió bastante mal en las prácticas", criticó el director del IMCO.

El entrevistado explicó que una de las tareas que el gobierno actual dejará pendientes tienen que ver con el mercado laboral, donde todavía hay una reforma por aprobar que permitiría la flexibilización de este componente tanto a las empresas como a las autoridades. En los últimos cinco años, manifestó, el costo del empelo ha aumentado entre 3 y 4 por ciento, mientras que la productividad va hacía la baja, lo cual crea una situación de fragilidad ante otros países que compiten por llevar inversión a sus economías, "esto lo debimos haber resuelto en este sexenio", mencionó el analista de temas de competitividad.

Tal es el caso, citó, de la industria manufacturera, que en lo que va de este periodo presidencial ha perdido más de un millón de empleos, directos e indirectos.

Pero, la falta de inversión, según Newell García, no sólo ha sido visible en la baja de productividad del mercado laboral. Sectores clave como el energético y el de desarrollo de infraestructura física (carreteras, puertos, aeropuertos y telecomunicaciones) han padecido la ausencia de políticas enfocadas a poner en práctica el aprendizaje de las mejores prácticas para competir en el entorno internacional.

El sector energético presentó una subinversión, pues según el IMCO, éste necesita de recursos por 25 mil millones de dólares al año para tener un óptimo desempeño, pero aunque en el periodo foxista los montos de inversión fueron mayores a los de la administración anterior, sólo llegaron a los 10 mil millones de dólares anuales. Por ello, apremió a abrir estos sectores a la inversión privada, ya que los recursos petrolíferos con los que cuenta el país son de mala calidad y el costo para extraerlos es cada vez más alto.

Agregó que es en este punto donde más se siente la ausencia de una reforma fiscal, la cual permitiría tener los recursos para financiar la inversión que requieren las empresas paraestatales para la modernización de sus procesos