Excluyen informes de sus reporteros en México
Diarios de EU se erigen en juez y parte del proceso
Falta claridad en cifras oficiales, dice el Washington Post
Ampliar la imagen Alberto Anaya, Leonel Cota, Manuel Camacho y Ricardo Monreal en la rueda de prensa que ofrecieron ayer Foto: José Carlo González
Nueva York, 4 de julio. A pesar de que es día de la independencia aquí, varios medios estadunidenses no dudaron en no respetar la independencia del país vecino y decidieron proclamarse árbitros de la elección mexicana.
En nombre de la "institucionalidad" del proceso democrático en México, varios proclamaron un triunfo de Felipe Calderón, aconsejaron a Andrés Manuel López Obrador rendirse y advirtieron contra el "peligro" que representa el perredista si permite que la crisis electoral se exprese "en las calles".
El diario Los Angeles Times, en un editorial cuyo subtítulo es "el impasse electoral revela un candidato populista con tendencias no democráticas", opinó que "el domingo por la noche, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos demostró por qué probablemente no sería un gran presidente de México", ya que poco después de informarse que no habría anuncio oficial sobre un ganador, el "ex alcalde izquierdista" se declaró el ganador.
"El grado hasta el cual López Obrador es un demagogo que se considera por encima de la ley fue una interrogante debatida a lo largo de la campaña. Sus acciones después de que cerraron las urnas ofrecieron una respuesta definitiva. Por fortuna para México, López Obrador parece haber perdido esta competencia tan reñida entre tres."
Curiosamente, el editorial no hace ninguna mención de que Calderón hizo lo mismo poco después.
Demostrando su ideología, el rotativo opina: "es alentador que los votantes mexicanos resistieran el populismo del viejo estilo y el intervencionismo estatal propagado por López Obrador. El problema de México no es que el capitalismo de libre mercado se haya vuelto frenético; más bien es que no hay suficiente de él".
Tras señalar que mucha de la economía está controlada por monopolios privados y estatales, se pronuncia en favor de promover las "reformas" necesarias. "El sector energético de México, para nombrar un ejemplo prominente, necesita desesperadamente inversión privada y extranjera, pero la oposición nacionalista, izquierdista continúa romantizando la noción de que 'el pueblo' debería ser dueño de las reservas petroleras de la nación."
Concluye que el IFE se ha manejado bien y "lo que ahora requiere la democracia mexicana es que los contendientes demuestren más calidad de estadista y madurez de lo que hizo el perredista la noche del domingo".
Por su parte, el Washington Post elogió el comportamiento "responsable" del IFE, aunque criticó que "el peligro" está en que los dos candidatos punteros no demostraron la misma moderación que las autoridades electorales. Luego de indicar que ambos aspirantes proclamaron su triunfo a pesar de "la falta de claridad" en los resultados oficiales, opinó que Calderón "tiene más justificación (para hacerlo), ya que aventajaba con unos 400 mil votos".
Aunque señaló que los dos contendientes afirmaron que sus conteos eran igual de importantes que los del IFE, aconsejó que "a menos de que existan pruebas concretas de errores o mala conducta del instituto electoral, ambos candidatos deberían aceptar sus conclusiones". El Post indica que el triunfador, sea quien fuere, necesitará fortalecer todas las instituciones democráticas del país, y aquí opina que "el historial de López Obrador es causa de preocupación. Ha demostrado una disposición en el pasado a pasar por alto leyes que estorbaban sus iniciativas políticas".
Recuerda que el presidente Vicente Fox y el Partido Acción Nacional intentaron descalificar a López Obrador de la contienda y señala "que para su crédito, se echaron para atrás", y por ello el tabasqueño logró hacer una campaña para la Presidencia. Si el triunfo de Calderón es confirmado, dice el Post, deberá buscar el apoyo de los pobres que favorecieron al perredista y "promover una mayor liberalización económica, incluyendo reformas laborales, que generarán más empleo".
El rotativo concluye: "será crucial para la democracia en México que el perredista no busque desafiar el resultado con manifestaciones callejeras u otras irrupciones. Más que cualquier supuesto salvador político, México necesita la consolidación de un imperio de ley institucionalizado".
El Chicago Tribune opinó que, a pesar de un ejercicio electoral exitoso, el país podría retroceder políticamente, ya que "la población agriamente dividida y sus larga historia de elecciones manipuladas son una combinación volátil, la cual López Obrador, populista con talento para movilizar protestas callejeras, parece dispuesto a explotar". Advierte que a lo largo de la campaña hubo indicios de que las fuerzas del candidato opositor estaban dispuestas a impugnar los resultados electorales, y recuerda que sus opositores habían dicho que Hugo Chávez, presidente de Venezuela, podría patrocinar tales acciones. López Obrador, añade, recordó a sus simpatizantes los hechos electorales de 1988, pero el Tribune opina que "no hay razón, más que provocar a las masas, para recordarlo", insistiendo en la integridad del IFE.
"López Obrador no ha ofrecido ninguna prueba de que la integridad del voto del domingo esté en duda. Sus palabras no inspiran confianza en su respeto al proceso electoral antes de que concluya, y mucho menos después", opinó.
Concluye revelando la razón de su posición editorial, la cual no es la consolidación de la democracia o la integridad del IFE: "Para el bien de México -y de Estados Unidos-, la esperanza es que la ventaja tan delgada como una navaja de Calderón se sostenga". Tras sostener que las políticas económicas propuestas por el perredista llevarían a consecuencias negativas, y que Calderón promoverá las reformas de libre mercado iniciadas por Fox, afirma que "no es el momento para un giro duro hacia la izquierda".
Cabe señalar que las notas de sus reporteros en México publicadas por estos rotativos han informado que el IFE es quien declaró que los resultados preliminares no son definitivos ni oficiales, y que, por tanto, los argumentos fundamentales de estos editoriales son nulos, si ellos mismos van a prestar atención a esa autoridad electoral.
Además, en gran medida los reportajes desde México no corresponden a las evaluaciones de los candidatos que los editorialistas se dan la libertad de hacer en sus textos. Eso sí, revelan que los encargados de definir la posición editorial de estos influyentes rotativos ya habían formado su opinión sobre la mejor opción para el futuro de México antes de que los mexicanos expresaran la suya.