Ofrece cifras de conteos rápidos y encuestas de salida

Felipe Calderón se proclama vencedor

Respeta llamado del IFE, pero presume supuesta ventaja

CLAUDIA HERREA BELTRAN Y GEROGINA SALDIERNA

El candidato del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, se proclamó anoche vencedor de la contienda por la Presidencia de la República, teniendo como base las encuestas de salida y los conteos rápidos de cuatro empresas, así como las primeras cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que a las 23:30 horas aún no eran determinantes.

Aunque dijo respetar el llamado del consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, a los aspirantes presidenciales a no autoproclamarse ganadores de los comicios, luego de que el conteo rápido no permitía dar resultados contundentes, el michoacano insistió en su triunfo y hasta adoptó un discurso de presidente electo al convocar a la reconciliación y la unidad nacional. Prometió además que defenderá y cuidará los votos emitidos en su favor.

Flanqueado por el dirigente del blanquiazul, Manuel Espino; su esposa, Margarita Zavala, y la coordinadora de su campaña, Josefina Vázquez Mota, aludió al hecho de que su principal adversario, el perredista Andrés Manuel López Obrador, minutos antes se había declarado vencedor de la jornada electoral, y por eso también presumió su presunta ventaja.

Del festejo a la decepción

Los señalamientos del panista ocurrieron cerca de la medianoche, luego de una larga jornada en que militantes y simpatizantes del PAN pasaron de la incertidumbre al festejo anticipado por las primeras cifras del PREP, y luego a la decepción frente a las evidencias de que no hay un ganador claro y que será hasta el miércoles próximo cuando se conozca quién será el presidente del país.

En busca de no dejar espacios en los medios de comunicación, a Calderón no le importó que el propio presidente Vicente Fox también había advertido, minutos antes, que no existían condiciones para determinar el triunfo de un candidato.

Frente a los panistas que no ocultaban su desconcierto, el abanderado del PAN declaró ser respetuoso de las autoridades electorales, pero presentó una danza de cifras que el propio IFE descartó como indicadores, y llamó a esperar los computos distritales que empezarán el miércoles.

Señaló que la encuesta de Arcop, que trabaja para el blanquiazul, le dio 37 por ciento de la votación, al PRD 35 puntos y al PRI 23. GEA-ISA: 36.6 por ciento al PAN; 33.4 al PRD, y 25.5 al PRI. Ulises Beltrán: 37 por ciento para Acción Nacional y 35 puntos al perredismo. La de Marketing Político: 38 por ciento al PAN y 34 al PRD.

"Con estos datos no nos cabe la menor duda que hemos ganado la elección presidencial, y se corroborará en el IFE", dijo en medio de tímidas consignas que lanzaron sus simpatizantes. Salvo algunos incidentes, agregó que los comicios se caracterizaron por la alta participación ciudadana, por ser la más competida y más democrática.

El candidato presidencial panista mantuvo silencio durante más de siete horas, tras emitir su voto en la colonia Las Aguilas. Acompañado de sus familiares cercanos se recluyó en su casa para revisar el discurso que pronunciaría en la noche y sólo interrumpió su tarea cuando salió a saludar a un grupo de niños minusválidos que fue llevado al lugar.

Poco después de las 19 horas dejó el inmueble para dirigirse a la sede nacional panista. Todavía en Las Aguilas aseguró que estaba muy contento y se congratuló de la amplia participación en los comicios.

La falta de certeza sobre quién ganó las elecciones presidenciales se evidenció por la noche, pero desde el mediodía se podía percibir la situación en el PAN, pese a que algunos dirigentes insistían en que tenían una ventaja de dos puntos porcentuales.

Por la mañana, la plana mayor del partido y de la casa de campaña votaron en sus casillas correspondientes, y fue hasta las primeras horas de la tarde cuando se acuartelaron en el tercer piso de la sede nacional del blanquiazul. Ahí estuvieron Manuel Espino, Josefina Vázquez Mota, Juan Camilo Mouriño, Juan Molinar Horcasitas, César Nava y Gerardo Priego.

Salvo los integrantes de la dirigencia que fungen como voceros, nadie se asomó a la planta baja para dar alguna señal. Sólo después de las dos de la tarde comenzaron a surgir números: unos decían que Calderón y López Obrador estaban empatados, otros que el primero llevaba la delantera por un punto, y después, casi en la noche, la cifra fue de dos y hasta tres.

A las 15 horas, un integrante del equipo de campaña del michoacano mostraba su inseguridad. "Estoy cagado, estoy cagado", decía en alusión a que, según su información, el panista sólo llevaba una ventaja de 0.7 por ciento sobre el perredista.

Federico Döring, candidato a senador, quien se hizo famoso por llevar a Televisa los videos que involucraron a ex miembros del PRD en actos de corrupción, también hizo evidente la incertidumbre que a esas horas imperaba sobre los resultados electorales. Al teléfono comentó: "Yo creo que (Luis Carlos) Ugalde va a decir que no puede dar una información concluyente sobre la elección presidencial. Nadie se atreve a decir quién ganó".

Los panistas no tenían más remedio que contenerse. Juan Hernández, uno de los aliados del foxismo heredados al blanquiazul y que tuvo un paso efímero en la oficina de la Presidencia para los migrantes, tampoco se atrevió a festejar. Con su sonrisa indeleble, sólo atinó a comentar: "Se siente calor, se siente la electricidad. Vamos arribita, no seis o siete puntos, es un triunfo que haya una elección reñida".

En busca de dar certeza a sus seguidores y reducir la ansiedad que provocaba la cerrada votación, Manuel Espino apareció a las seis de la tarde ante los medios de comunicación para declarar, con base en sus encuestas, que su partido ganó tres de los cuatro comicios locales: Jalisco, Guanajuato y Morelos.

Sabedor de que en el Distrito Federal perdió el PAN, rehuyó dar cifras sobre el caso, pero confió en que iban a obtener una votación "muy superior a la esperada".

En suma, "la cosecha ha sido abundante para Acción Nacional", proclamó el sonorense, quien junto a César Nava y José Espina, miembros del CEN, sonreían ante las cámaras de televisión, pero fuera de ellas mantenían una actitud moderada. Ni el festejo exultante, ni la derrota total.

Aun así, en la sede del PAN se había armado el escenario para el festejo. En el patio central se colocaron sillas, una gran pantalla, luces tipo discoteque y globos que daban un ambiente de bar lounge, mientras a las afueras cerraron la circulación de Coyoacán y José María Rico y dispusieron otro gran templete.

Comenzaron a llegar algunas figuras del panismo, como Rodolfo Elizondo, secretario de Turismo; Santiago Creel, ex secretario de Gobernación y candidato plurinominal al Senado; Eduardo Romero, secretario de la Función Pública; José Luis Luege, secretario del Medio Ambiente; Ignacio Loyola, procurador del Medio Ambiente, y Javier Usabiaga, ex secretario de Agricultura y miembro del equipo de Calderón, y el controvertido embajador dormimundo, Carlos Flores.

No faltaron actrices y deportistas que han apoyado a Calderón, ni los empresarios. La primera en hacer presencia fue Leonorilda Ochoa y luego llegaron Sherlyn, Laura Zapata, Eduardo Manzano, el ex timbiriche Diego Shoening, el ex futbolista Carlos Hermosillo y el ex presidente de la Asociación Mexicana de Bancos, Héctor Rangel Domene.

Los simpatizantes panistas y personajes de la farándula ensayaron porras. "¡Felipe Calderón ya ganó! ¡Felipe Calderón ya ganó!", coreaban mientras levantaban largos globos, pero lo cierto era que en ese momento no se podía asegurar nada, como más tarde confirmó Luis Carlos Ugalde.

Luego de este anuncio y de que el perredista Jesús Ortega proclamó la victoria de López Obrador, Manuel Espino señaló que serían respetuosos de la disposición del IFE de no autoproclamarse ganadores.

No obstante, dijo que casas encuestadoras como GEA-ISA y Marketing Político le daban cifras favorables al PAN, las mismas que más tarde serían citadas por el candidato del blanquiazul. Sin embargo, ni ese anuncio fue suficiente. El festejo se canceló ante el hecho de que no hay candidato presidencial ganador.