Usted está aquí: lunes 3 de julio de 2006 Política Ganamos la Presidencia y exijo respeto al voto: AMLO

Creo que este resultado es irreversible, dice en el Zócalo

Ganamos la Presidencia y exijo respeto al voto: AMLO

Poco después de que el titular del Instituto Federal Electoral (IFE), evadió dar resultados preliminares, Andrés Manuel López Obrador se declaró triunfador de la contienda presidencial y exigió a la autoridad electoral, al Ejecutivo federal y a sus adversarios respeto a esa victoria, ya que, de acuerdo con las actas que tiene en su poder y conteos rápidos, lleva una ventaja de al menos 500 mil votos sobre Felipe Calderón.

El resultado, sostuvo, "es irreversible", y agradeció el apoyo de los pobres y los humildes del país.

Primero, ante más de 800 periodistas nacionales y extranjeros, y luego en el Zócalo repleto de simpatizantes, el tabasqueño dijo que vigilará puntualmente el conteo de votos y recordó a sus contrincantes que su compromiso fue respetar los resultados de este 2 de julio, así fuera por un solo voto, y espera que todos actúen en consecuencia.

Seguro de su victoria, López Obrador mandó un mensaje a sus contrincantes y les tendió la mano. Les dijo que no es un hombre de odios, y anunció que en cuanto se concreten las cifras que lo convierten en el próximo presidente de México convocará a un gran acuerdo nacional en el que estén representados todos los sectores para dar nuevo cauce al país.

Con esta decisión de declararse triunfador, el perredista se adelantó a la posibilidad de un fraude electoral. Así lo manifestó, casi a la medianoche en la Plaza de la Constitución, donde miles de perredistas lo esperaban ansiosos para expresarle su disposición a no permitir que lo despojen del triunfo.

Entre miembros de la coalición hay temor de que se intente manipular las cifras. Incluso al concluir el mensaje del candidato, el dirigente del PRD, Leonel Cota, advirtió que ojalá el IFE sepa estar a la altura de las circunstancias, y "tenga la estatura para respetar el voto de los mexicanos". A su juicio, el consejero presidente Ugalde debió dar, aunque fuese más tarde, los resultados, "pero se prefirió cerrar las tendencias" hasta el miércoles. Afortunadamente no cayeron en la tentación de cometer el error histórico de declarar ganador a Calderón, dijo.

Las cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que el IFE estaba dando a conocer, donde Calderón se ubicaba momentáneamente unos puntos arriba, no incluían aún la mayoría de los distritos del DF, estado de México, el sureste y el centro de la República, donde se encuentra la fuerza de López Obrador.

La alocución del tabasqueño ante la prensa y en el Zócalo no dejó duda: "Escuché el mensaje de presidente del IFE y del Presidente de la República; soy muy respetuoso de las instituciones y de manera particular de lo que resuelva el instituto electoral, sin embargo quiero informar al pueblo de México que, de acuerdo con nuestros datos, ¡ganamos la presidencia de la República!"

Una ovación cerrada lo interrumpió, pero continuó: "Tenemos informaciones, con base en los conteos rápidos, de que estamos cuando menos 500 mil votos arriba. Vamos a seguir informando a los ciudadanos".

Recalcó que durante la campaña dijo que respetaría el resultado, aunque se tratara de un voto. "Exijo, pido a las instituciones electorales que respeten estos resultados. Voy al Zócalo a hablar con la gente a informarles, y creo que este resultado es irreversible. Ganamos y agradezco mucho a la mayoría de los mexicanos su apoyo. Agradezco mucho a la gente humilde, a la gente pobre, aunque en nuestro movimiento participan de todas las clases sociales, el sostén de nuestro movimiento siempre ha sido la gente humilde, la gente pobre."

Precisó que este lunes y los días que vengan, "cuando se vaya concretando este resultado, iniciaré la convocatoria para la construcción de un acuerdo nacional, un pacto nacional donde estén representados los empresarios, las iglesias, la sociedad civil los indígenas los campesinos y obreros.

"Quiero también tender mi mano franca, siempre dije que yo no odio, que soy un hombre feliz y extiendo mi mano franca para los que considero mis adversarios: nunca los he visto como mis enemigos, voy a establecer con ellos comunicación cuando sea pertinente, y vamos a poner, por encima del interés particular y de los partidos, el interés del pueblo de México."

Dos horas antes, ante periodistas, fotógrafos y camarógrafos, Jesús Ortega se presentó en la sala de prensa con los presidentes del PRD y PT, Leonel Cota, y Alberto Anaya, para emitir una declaración en la que se congratularon por la respuesta de la ciudadanía y aseguraron que la mayoría de las encuestas de salida da ventaja de dos puntos y medio a López Obrador. Con base en ello, llamaron a festejar el triunfo en el Zócalo después de las 11 de la noche.

El anuncio causó el aplauso de los simpatizantes del tabasqueño, porque rompió con la incertidumbre que se vivía por el manejo de las televisoras y por el albazo que desde las 6 de la tarde había intentado el dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, quien sostuvo que Calderón se perfilaba como ganador.

Antes de la conferencia de los presidentes de los partidos de la coalición Por el Bien de Todos, la presidenta de la encuestadora Covarrubias, Marcela Covarrubias, divulgó el resultado de un sondeo de salida, encargado por esa formación política, que daba a López Obrador, a las 8 de la noche, 37.10 por ciento de la votación, seguido de Calderón (34.60 por ciento), y el priísta Roberto Madrazo (22.30).

Explicó que se trata de un sondeo estadísticamente muy confiable, pues se aplicó a 37 mil 500 ciudadanos -la muestra más grande de todos los sondeos ayer realizados- en 881 secciones de los 300 distritos electorales del país, con margen de error de apenas .99 por ciento. Fue una tendencia constante desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la noche, siempre favorable a López Obrador.

Más tarde, cuando las televisoras decidieron no difundir los resultados de las encuestas de salida, sino esperar hasta las 11 de la noche, en que el presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, daría a conocer las tendencias, la coalición Por el Bien de Todos decidió ir al frente.

El coordinador de campaña Jesús Ortega señaló que la jornada electoral se desarrolló con tranquilidad y copiosa votación: "La ciudadanía atendió el llamado a votar; pensamos que las expectativas conservadoras sobre la participación de la ciudadanía fueron ampliamente superadas".

Recalcó que en apego al exhorto de Ugalde, López Obrador difundiría su mensaje después de las 11 de la noche, pero adelantó que durante la jornada "la mayoría de las encuestas de salida dan una ventaja a nuestro candidato a la Presidencia".

Como presión al IFE y a su presidente para que difundiera a las 11 de la noche -y en los términos acordados con los partidos- los resultados del conteo rápido, convocó a los ciudadanos al Zócalo capitalino para festejar el triunfo.

La jornada para el candidato de la Coalición por el Bien de Todos comenzó muy temprano, y con mucho optimismo. Madrugador, López Obrador salió de su casa, en la colonia Copilco, antes de las 8 horas para ir a sufragar junto a sus tres hijos.

Tras aguardar una hora a que se instalara la casilla, el tabasqueño votó, y al salir, en vilo entre una nube de fotógrafos, reporteros y simpatizantes, alcanzó a agradecer el trabajo de los medios informativos, pero se negó a comentar sobre el proceso electoral. Desde de las 9 de la mañana, y hasta las 7:20 de la noche, se mantuvo en su departamento.

Con sus tres hijos, siguió las incidencias de la jornada al mantenerse en contacto telefónico con sus principales colaboradores. Hasta el mediodía comenzó a fluir la información entorno a las tendencias. El candidato aventajaba a sus adversarios, de acuerdo con la encuesta de salida de Parametría -pagada por el PRI-, por seis puntos encima de Calderón, y 11 de Madrazo.

La tendencia se mantuvo hasta las 8 de la noche, según Jesús Ortega, pero las televisoras reflejaban otra cosa. No dieron el resultado de las encuestas de salida a esa hora, como prometieron, porque la contienda estaba muy cerrada. Ahí comenzó la preocupación entre el equipo de López Obrador y se borró la sonrisa del rostro del presidente del PRD, Leonel Cota, quien a las 5 de la tarde, en que llegó al hotel Marquis Reforma, había asegurado que todo iba muy bien.

La expectación en torno a López Obrador fue grande. Más de 800 periodistas nacionales y extranjeros se acreditaron para cubrir la información en su casa de campaña y las unidades móviles de las grandes televisoras se instalaron desde una noche antes. Allí durmieron los camarógrafos, que desde las 6 de la mañana estaban ya formados fuera del hotel, para entrar a primera hora y colocar sus equipos en los mejores lugares del salón donde el candidato hablaría.

En el Zócalo, pasada la medianoche, refrendó que no permitirá que le escamoteen el triunfo, que, aseguró, logró en las urnas.

 
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