Adelantó casi un año "los programas definitivos" a los afiliados a la Caniem

Una farsa, la consulta de la SEP sobre las reformas para secundaria

El secretario de Educación avaló las acciones, revela correspondencia de Gómez-Morin

KARINA AVILES

Con el aval del titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Reyes Tamez, el subsecretario de Educación Básica, Lorenzo Gómez-Morin, entregó desde agosto de 2005 "los programas de estudio definitivos" de la reforma a la enseñanza secundaria, pero sólo a los editores afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), lo cual evidencia que la dependencia nunca tuvo la disposición de incluir las observaciones resultantes de la consulta y del plan piloto que auspició, de acuerdo con correspondencia enviada por el presidente de la Caniem, José Angel Quintanilla, a sus agremiados, que está en poder de este diario.

Por el contrario, la enmienda educativa "más discutida" de México, según palabras de Reyes Tamez, fue entregada a los editores casi un año antes de que se publicara en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 26 de mayo de 2006. Eso pese a que los resultados de la consulta sobre la reforma -que se inició el 22 de agosto y concluyó el 28 de octubre de 2005- y las observaciones al plan piloto que implementó la SEP en el ciclo escolar que está por concluir supuestamente tenían el objetivo, de acuerdo con la dependencia, de "mejorar" dichos cambios.

Con ello, una vez más, la SEP dio ventaja a los editores de la Caniem, pues éstos obtuvieron los programas en agosto de 2005, por lo que tuvieron tiempo suficiente para hacer la impresión de sus libros y entregarlos a la Subsecretaría de Educación Básica (SEB) a partir del 30 de mayo pasado, apenas cuatro días después de que la reforma con los nuevos planes de estudio se publicó en el DOF. En cambio, los autores independientes y las editoriales no afiliadas a esa cámara -generalmente pequeñas- tuvieron acceso a los programas siete meses después -el 31 de marzo de 2006, cuando se publicaron en la página de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer)- y, en algunos casos, hasta nueve meses más tarde, el 26 de mayo de este año, fecha en que salieron en el Diario Oficial.

La correspondencia

Esa correspondencia por correo electrónico, entregada a La Jornada por algunos editores que recibieron la información de José Angel Quintanilla, confirma la manera en que la SEP impuso la reforma, a espaldas del marco legal y de los procedimientos que ella misma estableció. Sin embargo, en su intento por dar la apariencia de que se iba a hacer una transformación educativa consensuada, dejó la evidencia de que ya todo estaba "amarrado".

Lo anterior queda al descubierto en una serie de comunicaciones -todas correspondientes al año 2005- enviadas por José Angel Quintanilla a los "editores de libros para enseñanza secundaria" de la cámara que preside, producto de sus encuentros con el titular de la SEP y con Lorenzo Gómez-Morin.

El 20 de julio de ese año, Quintanilla les dio a conocer lo siguiente: "De la entrevista que sostuve con el subsecretario de Educación Básica esta mañana, me permito informarles: 1. Sí van adelante los cambios en el nivel secundaria. 2. Han acordado con el sindicato iniciar el piloteo este ciclo escolar 2005-2006, con los libros que se han adquirido ya por la SEP, a través de la Conaliteg. 3. Se iniciará el cambio de programas para el ciclo escolar 2006-2007 con el primer grado de secundaria.

"4. En el ciclo 2007-2008 se hará el cambio para segundo grado, y en el 2008-2009 se realizará el de tercer grado. 5. En la primera mitad de agosto del presente (probablemente en la primera semana) se nos entregarán los programas de estudio definitivos. Me avisarán la fecha lo más pronto posible y la haremos del conocimiento de todos de inmediato. 6. Los cambios más fuertes, como ya lo esperábamos, se darán en la materia de historia, que será en dos años, y se dividirá el programa de Formación Cívica y Etica en dos años, para dar espacio a historia. 7. El subsecretario estará pendiente de que las condiciones y los tiempos de trabajo de la industria editorial sean las mejores posibles, y agradece la paciencia que los editores han tenido para esperar las modificaciones."

Antes, en un correo electrónico con fecha 25 de mayo, Quintanilla informó a sus agremiados respecto de una reunión que sostuvo con el titular de la SEP sobre las modificaciones a dichos planes: "(Reyes Tamez) me propuso (que) solicitáramos al maestro Lorenzo Gómez-Morin Fuentes la última versión de los nuevos programas, advirtiéndome que todavía podrían sufrir algunos cambios, pero que serían menores. El día de ayer envié al maestro Gómez-Morin el comunicado adjunto, por lo que estoy a la espera de su respuesta para informar a ustedes".

Los editores consultados aseguraron que en realidad el compromiso de funcionarios de la SEP para darles mucho antes los cambios curriculares comenzó en una reunión celebrada en enero de 2005, en las oficinas de la Caniem, en la que estuvieron Lorenzo Gómez-Morin; la directora general de Materiales Educativos, Elisa Bonilla; otros funcionarios de la subsecretaria, Quintanilla y representantes de editoriales privadas afiliadas a la cámara antes citada.

Ahí, dijeron, "planteamos a Gómez-Morin que la SEP tendría que darnos tiempo suficiente para elaborar" los libros con los cambios. Y desde entonces ese funcionario "nos informó que los programas ya estaban listos y que no sufrirían grandes cambios", a pesar de que no se había realizado la consulta y el plan piloto de la reforma.

Entonces, Gómez-Morin "hizo el compromiso de entregarnos los programas en marzo de 2005". Sin embargo, "a mediados de abril de ese año todavía no los habíamos recibido", por lo que a partir de ese mes empezaron los encuentros entre Tamez Guerra y Gómez-Morin con el presidente de la Caniem, a partir de los cuales se iniciaron las comunicaciones citadas, añadieron.

Por ello, esa correspondencia vía electrónica -con fechas 28 de abril, 25 de mayo, 7 de junio, 20 de julio y 27 de octubre de 2005- dan cuenta de la seguridad que siempre tuvo la Caniem de que los funcionarios de la SEP cumplirían su compromiso de darles los planes prometidos -que al final fue así, aunque con retrasos-, pero que no obstante logró su objetivo de tener el tiempo necesario que permitiera a sus agremiados imprimir esos textos, con los que obtendrán ganancias millonarias.