Apremia la ONU a frenar el tráfico de armas ligeras
Nueva York, 26 de junio. Con llamados a la adopción por los gobiernos de un tratado para poner fin al tráfico de armas ligeras comenzó hoy en la sede neoyorquina de la Organización de Naciones Unidas (ONU) una conferencia internacional, que fue inaugurada por el secretario general Kofi Annan.
"Esas armas pueden ser ligeras, pero lo cierto es que son la causa de destrucciones masivas", declaró Annan en la apertura de la conferencia, que reúne hasta el 7 se julio a unos 2 mil representantes de gobiernos y organizaciones internacionales y no gubernamentales.
La reunión se inició con el envío a Annan de una petición firmada por un millón de personas de 160 países en pro de un control estricto de estas armas, por iniciativa de la agrupación Controlar las Armas, formada por casi 600 organizaciones no gubernamentales.
La petición representa al millón de personas que fueron muertas por estas armas desde la creación de esta organización en 2003, a razón de unas mil víctimas por día.
Además, un fusil Kalashnikov gigante, construido con miembros artificiales, quedó expuesto delante del edificio de la ONU para simbolizar el costo en vidas humanas del tráfico de armas.
Especialistas estimaron en unos 640 millones el número de armas ligeras y de pequeño calibre que circulan en el mundo. El comercio ilegal de esas piezas se estima en unos mil millones de dólares por año.
"La proliferación de armas ha propiciado algunas de las peores tragedias de nuestro tiempo, matanzas, deportaciones masivas, torturas y violencias", declaró Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.
"Sin embargo, la venta y la transferencia de armas ligeras hacia algunos de los peores violadores de los derechos humanos prosigue, debido a la hipocresía, codicia y pasividad", añadió.
La conferencia despertó la hostilidad del poderoso lobby de armas de fuego en Estados Unidos, la National Rifle Association, que la considera preludio de un tratado mundial que prohíba la posesión de armas, un derecho que la Constitución de Estados Unidos reconoce a sus ciudadanos.
En respuesta, Annan precisó que la conferencia no se proponía negociar una prohibición general. "Nuestro blanco son los traficantes inescrupulosos de armas, los narcotraficantes y otros delincuentes que llevan la muerte y el caos a las comunidades", añadió.