Asegura que su gobierno no actuaría como un comité al servicio de una minoría rapaz
Advierte López Obrador al CCE que no le va funcionar la campaña "del miedo"
Ampliar la imagen La Plaza de los Mártires de Toluca fue abarrotada por simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, quien así cerró su campaña por el estado de México Foto: Carlos Ramos Mamahua
Morelia, Mich., 26 de junio. Ante la campaña mediática impulsada en su contra por el PAN y el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), José Luis Barraza, Andrés Manuel López Obrador aseguró que "los empresarios del CCE, que traen esas campañas, son los principales, los más tenaces promotores en contra nuestra; son los que han hecho jugosos negocios al amparo del poder público, son traficantes de influencias. Ya no quiero dar nombres, tengo toda la información. Todos ésos que están diciendo que hay que seguir por el mismo camino, es claro que no quieren que las cosas cambien en el país."
Por la noche, antes de regresar a la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador se reunió en privado, en una oficina aledaña al aeropuerto de Morelia, con el gobernador Lázaro Cárdenas, con quien conversó sobre la elección del 2 de julio próximo.
Este diario también supo que el domingo por la tarde el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se reunió con los candidatos a diputados y senadores del PRD, a quienes dijo que Andrés Manuel López Obrador ganará, por lo que habrá que entregarle todo su apoyo, y él se comprometió a brindárselo en su totalidad.
En la última jornada de los cierres de campaña que lo llevaron por todas las entidades del país, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos llegó a Morelia y Toluca, ciudades donde respondió con claridad al CCE y a sus oponentes, convertidos ya en detractores.
En la capital michoacana, donde la avenida Madero resultó insuficiente para albergar a más de 40 mil personas, López Obrador denunció: "miren cómo estoy temblando", al referirse ante sus simpatizantes a la campaña del miedo en su contra, situación que arrancó un coro de entre sus simpatizantes: "¡duro, duro, duro..!"
En Toluca, en una repleta Plaza de los Mártires, el candidato confrontó el abuso de los medios de comunicación en su contra: "la campaña que trae ahora el CCE está demostrando que están muy nerviosos y muy desesperados, con esta campaña de que soy un peligro para México, pero no les va funcionar. No son empresarios, son traficantes de influencias los que están impulsando esa campaña, nada más que no tiene ni caso mencionarlos: son los que han hecho jugosos negocios, son delincuentes de cuello blanco, traficantes de influencias, los que no quieren que las cosas cambien verdaderamente en nuestro país".
Ante el desbordamiento social en Toluca, donde en los edificios gubernamentales paralizaron las actividades para escucharlo, endureció el tono, no sin antes aclarar que él no es enemigo de los empresarios y no hace de la venganza norma de vida: "pero ya va a llegar el tiempo y la hora, el 2 de julio, vamos a cambiar al país. ¿Qué miedo puede tener el pueblo de México? ¿A poco lo van a espantar con el petate del muerto? ¡Uy, qué miedo! Miren como estoy temblando".
López Obrador, relajado, con un particular manejo del escenario donde consiguió establecer contacto con sus escuchas, que le respondían con largas ovaciones, prosiguió con su defensa ante la ofensiva mediática.
"Para toda esa campaña del miedo, trajeron publicistas del extranjero, estadunidenses, israelíes, para difundir todo esto: 'Andrés Manuel es un peligro para México', ¡qué barbaridad!, ando con mi conciencia tranquila, no ando rodeado de guaruras; mi camioneta no está blindada, estoy bien conmigo mismo porque estoy bien con el prójimo. A qué le tienen miedo; ¿saben a qué?, a perder sus privilegios, eso es todo. Yo les diría, cálmense, serénense, no va a pasar nada, no es mi fuerte la venganza, no vamos a inventar delitos; vamos a ser respetuosos de las garantías individuales."
No más un "país de privilegios"
Fiel a su discurso y promesas de campaña, el candidato descartó definitivamente que México continúe siendo un país de privilegios, ni el gobierno va a continuar actuando como un comité "al servicio de una minoría rapaz", y ahora será de todos, sostuvo.
Recordó el caso de Roberto Hernández, quien al vender Banamex en 11 mil millones de dólares no pagó impuestos por una cifra calculada entre 30 y 40 mil millones de pesos, gracias a su amistad con el presidente Vicente Fox Quesada. También salió a colación el tema de Diego Zavala, cuñado incómodo de Felipe Calderón Hinojosa, quien no reportó ganancias a Hacienda por más de mil millones de pesos y declaró pérdidas por mil 500 más.
En Toluca, donde Emilio Ulloa Pérez recordó que nunca en un lunes a mediodía se había llenado la Plaza de los Mártires, Yeidckol Polevnsky recordó que siendo presidenta de Canacintra, Felipe Calderón no escuchó, como secretario de Energía, las demandas de los empresarios para bajar el precio de los energéticos en beneficio de la creación de nuevos empleos.
El candidato presidencial entonces habló con ironía de los panistas, de Calderón y su familia: "están muy molestos, pero qué culpa tengo yo, quién los manda, ¿para qué se meten en el tráfico de influencias? Yo no estoy diciendo nada que no sea cierto".
Vaticinó que el gobierno de Vicente Fox "habrá de recibir su merecido, su castigo el 2 de julio, por haber empeorado la situación económica". Aclaró que no tiene nada en contra de los empresarios.
En su trayecto de Toluca a Morelia, sobre la carretera, se observaron espectaculares que el petista Oscar González mandó a colocar con la leyenda: "Felipe, no me des empleo, mejor hazme tu cuñado. Manos limpias, uñas largas".
En Morelia el candidato presidencial prometió más apoyo a la Universidad Nicolaita, y se llevó la ovación más larga de los 40 mil asistentes al centro histórico de la ciudad cuando mencionó al general Lázaro Cárdenas como el presidente más importante de México en el siglo XX.